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“Amar a Jesús no siempre cura los pensamientos suicidas”. Este pastor perdió su batalla contra una epidemia alarmante

Este pastor cristiano dedicó su vida a evitar muertes, pero terminó perdiendo la suya. Es un problema cada vez peor, sobre todo en determinadas comunidades.
Imagen de recurso de una persona en un tejado.
Imagen de recurso de una persona en un tejado. Free-Photos / Free-Photos

Jarrid Wilson, un pastor de megaiglesia conocido por su defensa de la salud mental, su empeño por prevenir el suicidio y sus libros de éxito, se quitó la vida en el sur de California.

A sus 30 años, Wilson había sido pastor asociado de Harvest Christian Fellowship, en Riverside, California. Además, había sido cofundador de la organización cristiana sin fines de lucro Anthem of Hope, destinada a “amplificar la esperanza” para aquellos que luchan con los problemas de salud mental y el uso de sustancias.

Desde ambos estrados, se había referido abiertamente sobre su lucha contra la depresión y las enfermedades mentales.

“A veces, pensamos que como pastores o líderes espirituales estamos de alguna manera por encima del dolor y de las luchas de la gente común", escribió Greg Laurie, pastor principal de la megaiglesia de Harvest.

“Somos quienes se supone que tengamos todas las respuestas. Pero no es así”, insistió.

Laurie también se refirió a su amigo como una persona “vibrante”, “siempre sirviendo y ayudando a los demás”.

El deceso de Wilson tuvo lugar este lunes 9 de septiembre, según informaron funcionarios de esa congregación religiosa en un comunicado.

Según una publicación de Harvest Church, a Jarrid “le sobreviven su esposa Juli, sus dos hijos, Finch y Denham, su madre, su padre y sus hermanos”.

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 Poco antes de su muerte, Wilson se había referido en su cuenta de Twitter al suicidio y a su trabajo como pastor:

“Amar a Jesús no siempre cura los pensamientos suicidas. Pero eso no significa que Jesús no nos ofrezca compañía y consuelo”, expresó.

En una emotiva publicación en redes sociales, su viuda Julianne afirmó: “ERAS un HIMNO DE LA ESPRERANZA para todos, cariño, y haré todo lo posible para continuar tu legado de amor hasta mi último aliento”.

Ambos habían fundado en 2016 una organización para ayudar a través de la iglesia a personas aquejadas de problemas de salud mental, específicamente, según su página web, “a aquellos que luchan contra la depresión, la ansiedad, las autolesiones, la adicción y el suicidio”.

En los últimos seis años, la pareja había viajado por el mundo para formar a líderes cristianos de nuevas generaciones.

Wilson tenía una licenciatura en Estudios Bíblicos y Teología de la Universidad Liberty y otra en Estudios Bíblicos de la Universidad Internacional Hope.

Alarmante incremento del suicidio en EEUU

Su muerte se produce justamente cuando el pasado domingo abrió la Semana Nacional de Prevención del Suicidio, una campaña mediática destinada a crear conciencia sobre las señales de advertencia del suicidio y a enseñar a las personas en crisis sobre los recursos disponibles para atenuar sus pensamientos negativos.

Un estudio reciente publicado por la revista médica JAMA Network Open, llama la atención sobre el alarmante aumento de las tasas de suicidio en el país, particularmente en las comunidades rurales.

Según los investigadores, el índice de muertes por voluntad propia entre los estadounidenses de 25 a 64 años aumentó en un 41% entre 1999 y 2016. Sin embargo, estas tasas fueron un 25% más altas entre las personas que viven en los condados rurales, en comparación con las que viven en las principales áreas metropolitanas.

El estudio identificó la pobreza, la presencia de armerías, el acceso deficiente al seguro de salud, la fragmentación social y el alto número de veteranos como factores que contribuyen a las tasas más altas entre los residentes rurales.

La mayoría de las víctimas de suicidio eran hombres, siendo este más común entre los adultos de mediana edad que entre los más jóvenes y los ancianos.

Según otro reporte de Los Angeles Times, las dificultades económicas están ligadas al aumento en las tasas de suicidio en Estados Unidos. Entre 1999 y 2016, este flagelo se cobró la vida de 453,577 adultos, “suficiente para llenar más de 1,000 aviones jumbo”.

“Una nueva investigación vincula las altas tasas de suicidio en todas partes con el desmoronamiento del tejido social que ocurre cuando los equipos deportivos locales desaparecen, las barberías y las peluquerías cierran, y las iglesias y los grupos cívicos disminuyen. Pero especialmente en los condados rurales, hay un poderoso vínculo entre el suicidio y la privación económica, lo cual incluye la pobreza, el desempleo, los bajos niveles de educación y la dependencia de la asistencia del gobierno”, asegura el rotativo.