IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Este chico de 13 años resolvió el misterio de una mujer desaparecida hace más de dos décadas

"Era casi como una sombra”. Este chico se sumergió en el agua fría del lago y grabó su descubrimiento con una cámara. La policía quedó sorprendida cuando les enseñó el video. "Probablemente querramos ofrecerle trabajo cuando crezca"
Fotogragía de archivo de un equipo de buzos sacando un auto de un lago
Fotogragía de archivo de un equipo de buzos sacando un auto de un lago.ASSOCIATED PRESS / ASSOCIATED PRESS

Una mañana soleada de agosto los huéspedes de la familia Warenka notaron algo extraño en el fondo del lago, un objeto brilloso. No seguros de lo que era decidieron llamar a Max Werenka, el hijo adolescente de la familia que los estaba hospedando en su cabaña cercana al lago Griffin en Canadá, quizá él podría averiguar de qué se trataba.

El muchacho de 13 años fue a inspeccionar el objeto subido en su tabla para remar. A unos diez pies de la orilla, un brillo metálico relumbraba desde el fondo del lago delineando un contorno cuadrado.

“Podías ver algo que era casi como una sombra, como un estampado”, dijo Max al diario The Washington Post. “Luego podías ver algo brilloso”.

Lo que estaba viendo, como él mismo dedujo, era el escape de un carro volteado en el lecho rocoso del lago.

La Real Policía Montada de Canadá ha dicho que el descubrimiento de Max fue vital para ayudar a resolver un misterio de casi 27 años de antigüedad sobre una mujer desaparecida, según el diario citado.

Max le dijo a su familia lo que había descubierto y se preguntaron cómo había llegado ahí ese auto. Así que buscaron en internet hechos que estuviesen relacionados con el lago y un vehículo. Descubrieron que en 2009 un auto se había estrellado en el lago y que habían rescatado a cuatro personas. Una parte de la autopista Trans-canadiense que vadea las montañas al sureste de la Columbia británica bordea el lago desde lo alto.

Pensaron que seguramente se trataba de ese mismo auto, que por alguna extraña razón seguía sumergido en el lago.

Al día siguiente sucedió otra coincidencia. Un oficial de la Real Policía Montada canadiense fue de paseo al lago y se encontró con la familia Warenka, sus huéspedes y, por supuesto, el joven Max, quien lo puso al tanto de su increíble descubrimiento.

El oficial, Thomas Blakney, que había ido de paseo con sus parientes desde la vecina ciudad de Revelstoke, les dijo que con toda seguridad el auto del accidente de 2009 había sido recuperado del fondo del lago. No podía tratarse del mismo caso.

Max llevó a un par de oficiales a la orilla más cercana del lago, desde donde los amigos de su familia habían visto la extraña silueta sumergida el día anterior. Pero ahora el agua estaba más revuelta y los agentes no alcanzaban a ver de lo que hablaba aquel chico.

Así que Max tomó su cámara fotográfica y de video y se la colocó en la cabeza. Sin dejar de grabar un solo segundo, se sumergió en el agua fría conteniendo su respiración hasta que la silueta cuadrada de un auto volteado emergió de entre las sombras.

Blakney quedó impresionado con lo que vio en ese video y con las habilidades del muchacho.

“La Real Policía Montada de Canadá probablemente querrá hablar con este chico cuando crezca sobre sus opciones de carrera”, dijo Blakney a la televisora CTV. “Buen trabajo de detective por su parte”.

Algunos días después, el 24 de agosto la policía regresó con un equipo de buzos y una grúa para sacar el vehículo. El viejo Honda Accord fue arrastrado fuera del lago y dentro de él un descubrimiento un tanto macabro, un cadáver.

“Fue muy impresionante”, dijo Max al Washington Post. 

Los Werenka habían discutido qué podría haber pasado con el conductor de aquel auto olvidado en las tinieblas del lago. Pero nunca pensaron que el cuerpo todavía seguiría allí, después de lo que luego se sabría que habían sido años.

Janet Ferris, una mujer de 69 años, desapareció la noche en la que viajaba por la carretera entre las montañas que circunda el lago. Iba de camino a una boda en Alberta, pero nunca llegó. Los amigos en Alberta contactaron a su familia dos semanas después para saber por qué no habían vuelto a saber de ella después de que faltara a su boda.

La familia Ferris no estaba al tanto de que Janet había desaparecido. La reportaron como desaparecida y las autoridades la intentaron encontrar, pero entre más pasaba el tiempo su pista se enfriaba, hasta que llegó a parecer que sería uno de esos misterios que nunca se resuelven.

“Medio supusimos que tal vez se había salido del camino o se había quedado dormida o intentado evitar un accidente o un animal en la carretera”, dijo el hijo, George Farris, a la Corporación Emisora Canadiense.

Más tarde ese mismo mes la policía emitió un comunicado de prensa identificando a Janet Ferris como la persona que había sido encontrada dentro del auto en el lago. Y dijeron que no habían encontrado señales de que se tratase de un caso criminal, sino más bien de un accidente.

Para la familia Werenka el desenlace de la serie de coincidencias los llevó a una historia que creyeron más bien triste, pero para la familia Farris fue realmente una bendición que les permitió descansar con mucha paz.

“Mi papá, mi tío y toda nuestra familia están increíblemente agradecidos con él [Max]”, dijo al diario Global News Erin Farris Hartley, nieta de la mujer hallada.