El pasado 3 de agosto, Jessica y Guillermo García estaban frente a un Walmart en El Paso, Texas, recaudando donaciones para el equipo de fútbol de la mayor de sus dos hijos. De repente, un hombre irrumpió armado en el lugar, y dio comienzo a un terrible tiroteo. Ambos miembros de esta pareja fueron baleados y heridos, mientras que sus hijos menores de edad, que los acompañaban, no sufrieron lesiones. En la tragedia murieron 22 personas.
Guillermo García recibió al menos un disparo en la espina dorsal y padeció daños graves. Más de un mes después de aquel día de horror sigue hospitalizado, luchando por su vida, tras ser sometido a varias operaciones en el quirófano (13, según El Diario de El Paso). Su esposa salió del hospital, pero tanto ella el resto de su familia todavía no se ha recuperado por completo de las secuelas del tiroteo.
El matrimonio, cuya historia ha sido reportada en varios medios locales y nacionales, ha decidido ahora dar un paso que todavía nadie, según The Associated Press, había cumplido: demandar a Walmart por lo que ocurrió ese día en El Paso, la ciudad en la que residen.
Por medio de las palabras de Don Coca, el padre de Jessica García, y de la acción legal de los abogados Robert Ammons y Parick Luff, la pareja pide a la compañía que explique por qué no tenía desplegados guardias u otras medidas de seguridad para prevenir un ataque de ese tipo, así como información sobre cómo suele aplicar sus políticas en este ámbito, y exige que cumpla cabalmente su obligación legal de proteger a los clientes.
La denuncia, presentada esta semana en una corte de El Paso, sostiene que los funcionarios de Walmart fueron negligentes al no preparar un dispositivo de seguridad adecuado, según El Paso Times. Este medio dice que la pareja no busca una compensación económica, pero Luff aseguró a CBS que sí quieren una compensación, aunque no especificó de qué tipo.
El abogado recordó este miércoles que ya hubo otros tiroteos en establecimientos de Walmart, incluido uno en 2016 en Amarillo, Texas. En ese caso, un empleado de la compañía tomó como rehenes a dos personas antes de ser abatido por la policía, según reportaron algunos medios en aquel entonces.
En el fondo, el objetivo final de los García se puede resumir en la petición a Walmart de un cambio en sus políticas de gestión de la seguridad, afirmó Don Cola. "Mi hija me dijo que las cosas deben cambiar. El odio tiene que parar. Esto podría haberse evitado. Muchas cosas deben cambiar en el futuro para que algo así no vuelva a suceder”.
FAMILIA TODAVÍA GRAVEMENTE AFECTADA
El hombre aseguró que su hija y el resto de la familia siguen gravemente afectados por el tiroteo.”Tendrán que lidiar con esto durante el resto de sus vidas”.
La demanda que presentó el matrimonio García también pide que se imponga una orden de restricción para preservar las evidencias encontradas en la tienda y evitar que Walmart destruya o altere cualquier prueba relevante para la reconstrucción de los hechos. Hace dos semanas, el gigante minorista anunció que volvería a abrir la tienda de El Paso tras renovar el edificio y levantar en él un monumento en honor a las víctimas del tiroteo. La reapertura tendrá lugar en tres o cuatro meses, según CNN.
“Este evento nos acompañará para siempre, nuestros corazones estarán con las familias afectadas", afirmó este miércoles Randy Hargrove, un portavoz de Walmart. "La seguridad es una prioridad y nos preocupamos profundamente por nuestros asociados y clientes”, agregó.
Hargrove dijo que la compañía está conservando la información que tiene sobre el tiroteo y ha colaborado “meticulosamente” con las autoridades para documentar lo que ocurrió el 3 de agosto. También aseguró que si se dará el caso, Walmart “responderá adecuadamente en los tribunales.
El abogado de los demandantes se declaró a CBS optimista sobre el resultado de esta acción legal, aunque reconoció que no será fácil ganar una causa de este tipo en los tribunales de Texas.
El supuesto autor de la masacre de agosto, Patrick Crusius, fue detenido por la policía tras disparar contra la multitud. Además de las 22 víctimas mortales que provocó, se contabilizaron otras dos docenas de heridos. El sospechoso dijo a las autoridades que su objetivo era atacar a mexicanos.
El pasado martes, Walmart anunció que suspenderá la venta de municiones para la mayoría de las armas de fuego y pedirá a sus clientes que se abstengan de portarlas abiertamente en sus tiendas, incluso aunque las leyes estatales lo permitan. A esta segunda petición se han sumado otras compañías.
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