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La Administración Trump reduciría drásticamente el ingreso de refugiados para el 2020

De los 110.000 refugiados que esperaba admitir Obama, Trump sólo recibió 45.000 y este año a la mitad menos. Fuentes indican que la siguiente cifra en 2020 podría ser cero.

WASHINGTON.— A menos de un mes para el inicio del año fiscal 2020, la administración del presidente, Donald Trump, mantiene en pie su plan de reducir drásticamente el ingreso de refugiados a Estados Unidos, mientras las agencias de reasentamiento suenan la alarma por las posibles consecuencias nefastas que esa política tendría en poblaciones vulnerables.

La Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) y los departamentos de Estado y de Seguridad Nacional refirieron hoy toda pregunta a la Casa Blanca sobre la inminente reducción en el número de refugiados que podrían reasentarse en Estados Unidos en el año fiscal 2020, que comienza el próximo 1 de octubre.

Una fuente del Departamento de Estado, que pidió el anonimato, precisó que esa es una determinación que corresponde al presidente Trump.

Otras fuentes allegadas al proceso habían advertido en julio pasado que, en aras de la seguridad nacional, la Administración sopesaba una drástica reducción, e incluso no descartaba rebajar la cifra a cero, según la revista “Politico”.

La Casa Blanca aún no ha respondido a una solicitud de comentario por parte de Noticias Telemundo.

Desde que Trump llegó al poder en enero de 2017, Estados Unidos ha registrado un gran descenso en el número de refugiados procesados a través del “Programa de Admisión de Refugiados de EEUU” (USRAP, por su sigla en inglés).

En el año fiscal 2018, la Administración Trump redujo el número anual de refugiados de la meta de 110,000 fijada por la Administración Obama, a un total de 45,000.

Para el año fiscal 2019, la Administración Trump redujo la cifra de 45,000 a 30,000 refugiados, aunque, según el Instituto de Política Migratoria (MPI), la cifra final del Departamento de Estado fue de 26,345 individuos.

De esa cifra, la mayoría provenía de Africa, con 15,086 individuos; el Este de Asia, con 4,454; Europa, con 3,845, y de Oriente Próximo y el sur de Asia, con 2,326.

El número total de latinoamericanos admitidos como refugiados en el año fiscal 2019 fue de 634, según el Centro de Procesamiento de Refugiados del Departamento de Estado.

“Una catástrofe”

Organismos implicados en la ayuda humanitaria y reasentamiento de refugiados consultados hoy por Noticias Telemundo consideraron que sería un desatino y una “catástrofe” continuar reduciendo el ingreso de refugiados, especialmente debido a la crisis global de 26 millones de refugiados que huyen de la violencia y persecución.

Bill O´Keefe, vicepresidente para asuntos de Abogacía y Movilización de “Catholic

Relief Services” (CRS), señaló que Estados Unidos no debe abandonar su compromiso moral con personas que huyen de conflictos, violencia y persecución en sus países de origen, porque el país se fortalece con las contribuciones de los refugiados.

“El sistema global de refugiados depende de que EEUU cumpla con su parte al admitir a su cuota justa de los más vulnerables. Si no lo hacemos, ¿Cómo podemos pedirle a países pequeños como el Líbano a que acepte a un millón de sirios, o a Uganda, un país pobre, a que acepte a un millón de sudaneses? Si ellos pueden aceptar a millones, nosotros podemos admitir a 95,000” refugiados, enfatizó  O´Keefe.

El experto señaló que “CRS”, que mantiene operaciones en 110 países, ha visto de primera mano que la gente huye de la violencia, conflicto y persecución, y mientras se resuelven esos problemas, “en EEUU, el país más rico del mundo, debemos hacer nuestra parte”.

“Estos son hombres, mujeres y niños que, al igual que los ancestros de muchos estadounidenses, escaparon de la violencia en busca de protección y una mejor vida. Nuestro país se fortalece al aceptar a refugiados vulnerables, es nuestra obligación moral”, puntualizó O´Keefe.

Por su parte, David Miliband, presidente y principal ejecutivo del “Comité Internacional para Rescates” (IRC, por su sigla en inglés), elogió hoy que decenas de almirantes y generales jubilados enviaron una carta sin precedente a Trump en la que instaron a su Administración a que apoye un programa de refugiados “robusto” para el año fiscal 2020.

La carta, según Miliband, es un reconocimiento del “impacto crítico de la política de reasentamiento de refugiados” en EEUU, no solo para salvarles la vida sino también para promover “la estabilidad global y la salvaguarda de los intereses estratégicos” y la seguridad nacional del país.

Hans Van de Weerd, vicepresidente del programa para refugiados de IRC dijo que si eventualmente la Administración baja a cero el número de refugiados, eso sería algo “catastrófico” para personas que dependen del reasentamiento para sobrevivir.

La decisión pondría en entredicho la credibilidad e influencia de EEUU en el mundo y sería otro “golpe bajo” de una Administración que ya implementó una veda a inmigrantes de países con mayoría musulmana, ha impuesto restricciones al proceso de asilo, ha separado familias en la frontera sur, y mantiene una política de detención de niños migrantes, agregó Van de Weerd.

Mientras, el grupo “Lutheran Social Services” (LSS, por su sigla en inglés), dijo que EEUU tiene la capacidad para admitir al menos 95,000 refugiados al año, aunque esa cifra es menos de la mitad de un uno por ciento del total de refugiados y desplazados a nivel internacional.

La meta de 95,000 -que representa el promedio de los últimos 40 años- sería ínfima pero “más que triplicaría el impacto de EEUU en quienes buscan refugio”; dijo LSS.

Varios líderes del Congreso, encabezados por el senador demócrata de Massachusetts, Ed Markey, presentaron recientemente un proyecto de ley, conocido como el “GRACE Act”, que sentaría un mínimo anual de 95,000 refugiados, pero la medida no ha sido sometida a debate o votación.