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Denuncian conspiración secreta para explotar a migrantes en peligrosas plantas de carne de pollo

Es uno de los trabajos más peligrosos que existen. Pero, en una reunión secreta en una ciudad playera, los responsables pactaban pagar lo menos posible. Así sería esta conspiración.
Trabajadores en una planta de Perdue Farms en Virginia, en una imagen de archivo.
Trabajadores en una planta de Perdue Farms en Virginia, en una imagen de archivo.   ASSOCIATED PRESS / ASSOCIATED PRESS

Una demanda judicial contra las empresas que producen más del 90% de la carne de pollo en Estados Unidos les acusa de conspirar para rebajar los salarios de sus trabajadores, en su mayoría inmigrantes, que llevan a cabo uno de los empleos más peligrosos en este país, según informa la agencia de noticias Bloomberg.

La demanda, presentada la semana pasada ante una corte federal de Baltimore (Maryland), está basada fundamentalmente en entrevistas con ex trabajadores, y desvela una conspiración que aún dura hoy en día y en la que estarían implicadas 18 compañías, sus subsidiarias y afiliadas, y dos consultoras.

Fue presentada a favor de tres ex empleados, pero quiere sumar a cientos de miles más, muchos de ellos explotados presuntamente por su bajo conocimiento de inglés y sus pocas posibilidades de conseguir otros trabajos mejores.

Según esta demanda, representantes de los departamentos de Recursos Humanos de estas compañías se vienen reuniendo anualmente en secreto desde 2009 en un hotel de Destin, una ciudad costera en el norte de Florida, para pactar los salarios y beneficios de los trabajadores de cerca de 200 plantas cárnicas.

El nivel de colaboración detallada es tal que los responsables de cada planta se telefonean cuando se crean puestos nuevos para averiguar qué sueldos se ofrecen, según la demanda.

Ésta no es la primera acción judicial contra los productores de carne de pollo.

Hace tres años, una demanda colectiva presentada por un distribuidor cárnico denunció un pacto para fijar los precios de alimentos. A ella se sumaron después consumidores, comercios y otras compañías, y el pasado verano intervino el Departamento de Justicia, que solicitó a la corte que se paralizara el proceso hasta concluir su propia investigación criminal.

La nueva demanda conocida ahora acusa a 18 compañías, entre ellas Tyson Foods, Sanderson Farms, Mar-Jac Poultry, Wayne Farms, Perdue Farms, y Pilgrim’s Pride; a Agri Stats, y a la consultora Webber, Meng, Sahl & Co.

No vemos ningún mérito en esta demanda”, ha señalado una portavoz de Perdue Farms, “nuestra filosofía de compensaciones es pagar un sueldo justo y, en ocasiones, por encima de la media”. El resto de compañías declinóresponder.

La demanda, además de solicitar una indemnización económica (sin fijar la cantidad), busca también proteger a “algunos de los trabajadores más vulnerables de Estados Unidos”, según el abogado George F. Farah.

El pollo es la carne más popular y la más barata: los estadounidenses consumen de media caso 100 libras al año por persona, a un precio que no llega a los dos dólares por libra. Pero su procesamiento es laborioso y peligroso: estos trabajadores sufren accidentes o problemas de salud en una tasa cinco veces superior al resto, y uno de cada cuatro ha reportado haber sufrido heridas o enfermedades graves relacionadas con su labor.  

El sueldo medio es 11 dólares por hora, lo que apenas permite superar el umbral de pobreza.

Quizá por ello encontrar empleados es complicado, y la persecución de las autoridades migratorias lo ha complicado aún más. El pasado 7 de agosto, por ejemplo, una redada en plantas de Mississippi acabó con 680 trabajadores detenidos por ser indocumentados. No se conocen acciones legales contra aquellos que los emplearon, probablemente a sabiendas de su estatus migratorio.