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Trump bromea con vender Puerto Rico para poder comprar un pedazo de Europa. Y los puertorriqueños le devuelven la broma

“Honestamente, sería lo mejor que nos pudiera pasar jamás", se dice en las redes. Estos son los comentarios chistosos en contra de Trump.

El presidente, Donald Trump, sugirió este miércoles, mirando al cielo, que era “el elegido” por Dios (en este caso, para liderar la guerra comercial contra China). Tan sólo unas horas antes había difundido con orgullo en la red social Twitter las afirmaciones de un comentarista radiofónico comparándole con la reencarnación de Dios. Y, entre tanto, alimentaba un conflicto diplomático con Dinamarca, país europeo aliado militar de Estados Unidos, por negarse a venderle un pedazo de su territorio.

No era broma. Al menos, no lo era su intento de comprar Groenlandia, una isla de 830.000 millas cuadradas (casi el doble que Texas y California juntas) ubicada al norte de Canadá y que pertenece a Dinamarca como región autónoma.

Trump llevaba un año hablando en privado sobre la posibilidad de adquirir este territorio, e incluso había pedido a su equipo en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que estudiase la idea.

Según informa el diario The New York Times, llegó incluso a bromear con la posibilidad de entregar Puerto Rico a cambio, contento de librarse así de un estado asociado por el que ha mostrado desprecio en algunas de sus intervenciones recientes (cuestionando, por ejemplo, el dinero que recibe para recuperarse del devastador huracán María).

 Los puertorriqueños, sin embargo, le han devuelto la broma, bautizándose como “vikingos del Caribe”, y alegrándose en muchos casos de la posibilidad de ser vendidos Dinamarca, según informa la cadena NBC.

“Es el país con mejor sistema educativo del mundo”, explicaba un usuario de la red social Twitter, “allá al menos, deben saber qué es Puerto Rico, a diferencia de muchos gringos, que piensan que es un poblado mexicano”.

 “Honestamente, sería lo mejor que nos pudiera pasar jamás”, decía otra usuaria.

Cuando la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, le dejó claro a Trump que no Groenlandia no está en venta, Trump anunció la cancelación de un viaje diplomático a ese país previsto para septiembre. Después pasó a atacar personalmente a la política danesa, y a cuestionar la aportación de ese país a la Alianza Atlántica, un argumento que ya había utilizado en ocasiones anteriores contra el resto de miembros de esta organización militar.

Lo que en ningún momento ha aclarado el presidente es cómo habría pagado Estados Unidos por Groenlandia en caso de que Dinamarca hubiera aceptado.

El déficit presupuestario de Estados Unidos está cerca de alcanzar el billón de dólares, y Trump ha sugerido (retractándose después) nueva bajadas de impuestos para sortear el riesgo de una recesión que podrían disparar aún más la deuda estadounidense.  

En 1803, Thomas Jefferson compró a Francia el territorio de Louisiana, que tenía prácticamente la misma superficie que Groenlandia, por 15 millones de dólares de la época. Alaska se compró a Rusia en 1867 por 7,2 millones de dólares de la época. Y Groenlandia se intentó comprar ya, sin éxito, en 1946 por 100 millones de dólares de la época.