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Ministros de Centroamérica destacan respuesta regional a crisis migratoria, con ayuda de EEUU

El secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, destacó la importancia de aumentar los acuerdos de colaboración contra redes de traficantes de personas

CIUDAD DE PANAMÁ.— Los ministros de Seguridad del Triángulo del Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) afirmaron este jueves que la lucha contra la emigración ilegal y el narcotráfico requiere “soluciones regionales” y no acuerdos bilaterales como los que persigue la Administración Trump, al concluir un encuentro en Panamá.

Durante la novena reunión ministerial en el sector de Playa Bonita, los ministros indicaron que los retos que afronta la región, incluyendo el tráfico de personas, drogas y armas, requieren una respuesta regional y el apoyo de Estados Unidos.

Sin embargo, la reunión de todo un día no arrojó anuncios concretos más allá de reiterar los compromisos para estrechar los lazos de cooperación e incrementar el intercambio de información.

En ese sentido, el secretario interino de Seguridad Nacional de EEUU, Kevin McAleenan, destacó la urgencia de adoptar “acciones internacionales concretas, investigaciones e interdicciones”.

Horas antes, en declaraciones a la prensa, el Ministro de Seguridad Pública de Panamá, Rolando Mirones, señaló que la emigración ilegal “es un problema regional y las soluciones que requiere no son soluciones bilaterales sino soluciones regionales”.

En el caso de Panamá, que afronta presiones de EEUU para expandir su colaboración en el ámbito migratorio, Mirones dijo que su país evalúa esfuerzos para frenar la emigración ilegal porque, permitirla, es alentar el lucrativo negocio de redes delictivas transnacionales.

En los últimos años, Panamá se ha convertido en un puente para migrantes de lugares tan lejanos como Africa, Asia y Medio Oriente, que llegan a Sudamérica y atraviesan la inhóspita selva del Darién.

“Nosotros no queremos que esas personas pasen por aquí, y no porque nosotros no queramos cumplir con nuestra función humanitaria sino porque sencillamente seguir trayendo a esas personas por aquí es patrocinar a los que tratan con personas, son delincuentes”, subrayó Mirones.

 Los “coyotes” o contrabandistas de personas cobran entre $25,000 y $50,000 para el peligroso trayecto, y tan inhumano es que muchos migrantes terminan abandonados o muertos como lo es “seguir promoviendo ese tráfico”, observó Mirones.

El presidente de Panamá, Lorentino Cortizo, ya había dejado en claro ayer que su gobierno no aceptaría un acuerdo como “tercer país seguro”, como el que Guatemala suscribió con EEUU el pasado 26 de julio.

Al inicio de la reunión, la novena en diez meses, McAleenan hizo un llamado a un diálogo y trabajar mediante una mayor “colaboración” en temas de seguridad.

McAleenan

Por su parte, el secretario de Estado en materia de Seguridad Nacional de Honduras, Julián Pacheco Tinoco, afirmó que “un solo país por su cuenta no va a resolver estos problemas” que tienen carácter “continental y extracontinental”.

Según Pacheco Tinoco, “Estados Unidos también tiene que entender” que la región no podrá afrontar los retos comunes “sin el apoyo y recursos de ese gobierno”.

Sus palabras reflejaron la frustración en círculos políticos en la región por el reciente recorte de ayuda exterior de la Administración Trump para estas lides.

Hoy mismo, el presidente Donald Trump abandonó su plan de eliminar hasta $4,000 millones adicionales en ayuda exterior sin la venia del Congreso, como había amenazado la semana pasada.

El recorte estaba dirigido al presupuesto del Departamento de Estado y la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID, por su sigla en inglés) y, de haberse adoptado, hubiese afectado los fondos para varios programas de Naciones Unidas y para los países del “Triángulo del Norte”.

El director de Migración de Colombia, Christian Kruger Sarmiento, señaló que actuar de forma individual sólo beneficia a las redes ilícitas que, trasladen personas o mercancías, sólo les importa generar ganancias.

“Saben exactamente cómo funciona cada país, cómo es la ley de cada país, cómo pasar a las personas por cada país”, por lo que es urgente elaborar estrategias conjuntas, advirtió.

 Asimismo, el ministro de Gobernación de Guatemala, Enrique Antonio Degenhart Asturias, expresó confianza en que la región podrá seguir registrando avances hacia un “histórico” fortalecimiento de la colaboración, sobre todo porque una estrategia a largo plazo implica “resultados concretos”.

Estas reuniones ministeriales comenzaron sólo con los países del “Triángulo del Norte” pero el mes pasado, en la de Washington, incorporaron a Panamá y Costa Rica y hoy, por primera vez, a Colombia.

Las autoridades prevén la pronta inclusión de otros países, como Brasil, Ecuador y México, país que ya ayuda a la Administración Trump mediante la retención en su territorio de inmigrantes centroamericanos mientras aguardan la resolución de sus peticiones de asilo en EEUU.

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