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Una niña de Oregon con cáncer será sometida a una cirugía pese a las objeciones de su madre

Christina Dixon fue acusada de maltrato criminal después de negarse a continuar el tratamiento contra el cáncer de su hija, optando por vitaminas y aceite de CBD.

Un tribunal de Oregon ordenó que una niña de 13 años con un tipo raro cáncer de hígado sea operada y reciba otro tratamiento médico a pesar de las objeciones de su madre.

La batalla por el tratamiento de Kylee Dixon comenzó después de que su madre, Christina Dixon, detuviera un régimen recetado por un médico a fin de buscar medicinas alternativas como el aceite de CBD y vitaminas, informó KGW8, afiliada de NBC en Portland.

Dixon ha dicho que después de que Kylee pasó por seis meses de quimioterapia ya no podía seguir viendo sufrir a su hija.

"La mejor manera en que puedo describirlo: es como si mi hija estuviera en el corredor de la muerte", dijo Dixon, según KGW8. "Cada vez, literalmente sientes que le quitan la vida a tu hija".

Pero el estado intervino, y la corte juvenil del condado de Clackamas presentó una petición de dependencia en marzo que decía que la decisión de Dixon equivale a negligencia y "crea un riesgo de daño para la niña".

En junio, se ordenó que Kylee fuera puesta bajo custodia estatal.

El 10 de junio, la oficina de un alguacil en Oregon publicó un afiche de Kylee como si estuviese en peligro, diciendo que la madre ignoraba la necesidad de tratamiento médico de la menor, informó KGW8. Tres días después, la policía las encontró a ambas en Nevada y colocó a Kylee bajo custodia de los servicios de protección infantil.

Algunos residentes de Oregon se han puesto del lado de la madre, realizando protestas en Portland y Salem y han calificado la decisión del estado de quitarle la custodia de Kylee a su madre como un "secuestro médico".

La propia Kylee grabó un emotivo video publicado en YouTube, titulado "Estoy en el corredor de la muerte por sobrevivir al cáncer", para pedir ayuda en su búsqueda de medicina alternativa en lugar de quimioterapia.

Finalmente, en julio, un juez dictaminó que el estado, no Dixon, tomaría decisiones médicas por Kylee.

"Voy a dejar que los cirujanos hagan lo que tienen que hacer", dijo la jueza Heather Karabeika de la Corte del Circuito del Condado de Clackamas en ese momento.

La semana pasada, Dixon se entregó en policía. Ella enfrenta cargos de maltrato criminal e interferencia de custodia.

Esta semana, el estado avanzó con su plan para que Kylee vuelva a recibir tratamiento contra el cáncer, diciendo que debe asistir a una cita con el médico y que está en camino de ser sometida a una cirugía para extirpar un tumor.

La corte también solicitó que Kylee sea puesta bajo cuidado de un miembro de la familia, ya que el contacto entre ella y su madre se ha interrumpido en gran medida y ella permanece en hogares de acogida.

Dixon sigue luchando contra el estado por el control sobre el cuidado de su hija.

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