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Planned Parenthood rechaza los fondos federales para la planificación familiar tras nueva norma de Trump

"No seremos intimidados para retener información sobre el aborto a nuestros pacientes". La mayor red de clínicas de salud sexual y reproductiva del país se niega a cumplia una nueva regla que prohíbe a las clínicas dar información a las mujeres sobre cómo y dónde aborta
Partidarias de Planned Parenthood en un concentración el pasado mayo en Nueva York.
Partidarias de Planned Parenthood en un concentración el pasado mayo en Nueva York.AP / AP

Planned Parenthood, la mayor red de clínicas de salud sexual y reproductiva de Estados Unidos, anunció este lunes que se retirará del programa federal de planificación familiar ‘Title X’, ya que se niega a cumplir una nueva regla del gobierno de Donald Trump que prohíbe a las clínicas que reciban fondos federales dar información a las mujeres sobre cómo y dónde someterse a un aborto.  

Alexis McGill Johnson, directora general de Planned Parenthood, dijo que la red nacional de centros de salud de la organización permanecerá abierta y que se esforzará para compensar la pérdida del dinero federal. Sin embargo, pronosticó que muchas mujeres de bajos ingresos que dependen de los servicios de Planned Parenthood “postergarán o se irán” sin recibir atención. 

“No seremos intimidados para retener información sobre el aborto a nuestros pacientes”, comentó McGill Johnson. “Nuestras pacientes merecen tomar sus propias decisiones en temas de salud, y no verse obligados a que Donald Trump o Mike Pence tomen esas decisiones por ellas”.

Esta nueva norma contra el aborto, bautizada como 'ley mordaza' por los defensores de los derechos a la salud reproductiva, pretende prohibir al personal sanitario informar a los pacientes sobre sus opciones ante el embarazo y plantea una serie de trabas a las clínicas abortistas, lo que, en última instancia, dificultaría la viabilidad de esta práctica. 

Así, la implementación de la nueva regla del Título X representa una importante victoria para una parte de la base política de Trump: los conservadores religiosos que se oponen al aborto.  

Estos han estado haciendo campaña para retirar los fondos a Planned Parenthood porque, entre sus variados servicios, es el proveedor más grande de abortos en Estados Unidos y consideran que las subvenciones del Título X eran un subsidio indirecto. 

Alrededor de 4 millones de mujeres son atendidas a nivel nacional bajo el programa del “Título X”, que distribuye 260 millones de dólares en subsidios de planificación familiar a clínicas. 

Planned Parenthood dijo que ha prestado sus servicios al 40% de los pacientes, muchos de ellos afroamericanos o hispanos. Los fondos de planificación familiar no pueden utilizarse para pagar abortos. 

En un comunicado, el Departamento de Salud y Servicios Humanos dijo que Planned Parenthood se enteró hace meses de las nuevas restricciones y señaló que el grupo pudo haber elegido en ese momento abandonar el programa. 

“Algunos beneficiarios ahora culpan al gobierno de sus propias acciones, habiendo elegido aceptar la subvención mientras no cumplían con las regulaciones que la acompañan, y están abandonando sus obligaciones para atender a los pacientes de conformidad con el programa”, manifestó el departamento. Agregó que se esforzaría para garantizar que los pacientes sean atendidos.

 

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