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Este hombre enterró a su esposa tras la matanza rodeado de miles de desconocidos. En unas horas, volvió a sufrir el odio

“Mi vida ya no está completa”, se lamentó tras enterrar a su esposa. Miles de desconocidos quisieron animarle. Alguien volvió a traer odio a su vida poco después.
Imagen de un cordón policial protegiendo la escena de un crimen
Imagen de archivo de una cinta policial en la escena de un crimenNOPD / New Orleans Police Department

“Mi vida ya no está completa”, lamentó Antonio Basco poco antes de devolver a su esposa a la tierra.

Margie Reckard, de 63 años, murió tiroteada junto a otras 21 personas el 3 de agosto en un centro comercial Walmart de El Paso (Texas). Tras más de 20 años de matrimonio, Basco dijo haberse quedado solo en el mundo. Embargado por la tristeza, hizo una invitación pública en los medios de comunicación a todo el que quisiera unirse a él en el funeral, puesto que temía enterrar a su esposa él solo.

Miles de desconocidos respondieron, manejando largo trecho desde California, Nuevo México, Arizona, Texas o el otro lado de la frontera para participar en el velorio (que tuvo que cambiar de lugar para acomodar a la multitud, después de haberse llenado ya de flores) el viernes y en el entierro al día siguiente.

“Es lo más hermoso que he visto”, aseguró emocionado Basco, de 61 años, “nunca he recibido tanto amor en toda mi vida”.

En la noche del sábado, sin embargo, su auto SUV fue robado en El Paso y destrozado a golpes. Fue encontrado al día siguiente abandonado en una intersección, según reporta la emisora KTSM, que asegura que la policía investiga quién pudo hacerlo y con qué motivaciones.

El vehículo había pertenecido a su esposa, según la emisora KVIA.

Basco ha denunciado además que fue robada una lavadora de un tráiler situado junto al auto estacionado, según KTSM. El hombre ha asegurado en cualquier caso que no quiere un nuevo auto, simplemente que le reparen el suyo.