Tras 18 días a bordo de un buque de rescate, este domingo varios migrantes saltaron al mar en un intento desesperado por alcanzar la costa de Italia. El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, se ha negado a permitir el desembarco de los 107 migrantes que llevan 18 hacinado en la cubierta del barco. La situación se ha vuelto insostenible.
"Avisamos hace días, la desesperación tiene límites", dijo en un vídeo Óscar Camps, fundador de Open Arms, una ONG española que rescata en el mar a inmigrantes que buscan llegar desde el norte de África a Europa huyendo de conflictos bélicos, persecución o la pobreza de sus países.
La grabación muestra a cuatro migrantes con chalecos salvavidas que, desesperados, se lanzan al agua para tratar de llegar a nado a la isla italiana de Lampedusa, a 800 metros de distancia. Mientras, tripulantes del buque del grupo de ayuda humanitaria nadan rápidamente hacia ellos para traerlos de vuelta a bordo.
Este domingo al anochecer, Open Arms solicitó un permiso urgente para ingresar al puerto de Lampedusa y que los migrantes pudieran desembarcar. Camps indicó que su estado de salud físico y psicológico está "en riesgo". "Si sucediera lo peor, Europa y Salvini serán responsables", afirmó la ONG en un tuit.
Open Arms informó a las autoridades italianas, incluidos los fiscales, que la situación a bordo "se ha vuelto inmanejable", y agregó que los migrantes son están hacinado en la cubierta y que son "víctimas de frecuentes ataques de ansiedad, pánico y peleas”.
Pero el ministro italiano, Matteo Salvini, no dio su visto bueno alegando que los buques de rescate como el Open Arms, incentivan el contrabando de migrantes desde la base de los traficantes en Libia.
Sin embargo, en situaciones similares previas los migrantes han desembarcado en Italia o en otras partes de Europa, a pesar de la posición de Salvini.
Ante la dramática situación, España ofreció el domingo uno de sus puertos para que los migrantes llegaran a tierra. Por su parte, Open Arms dijo que no estaba dispuesto a mandar el barco al puerto español de Algeciras, un viaje que podría llevar una semana, dada la precaria situación de los migrantes.
Horas antes, Salvini pidió al buque abandonar las aguas italianas e irse a España. Este sostiene que el Open Arms está anclado frente a Lampedusa "sólo para provocarme a mí y a Italia".
La ONG, aunque prefiere desembarcar en Lampedusa, se ha abierto este lunes a la posibilidad de viajar a algún puerto de Baleares (los más cercanos de España), si Italia y España "ponen los medios necesarios" para garantizar la seguridad y el éxito del desplazamiento.
"Con nuestro barco a 800 metros de la costa de Lampedusa, los Estados europeos están pidiendo a una pequeña ONG como la nuestra" que haga frente a una nueva travesía de cientos de millas en condiciones meteorológicas "adversas, con 107 personas agotadas a bordo y 19 voluntarios que durante más de 24 días han estado tratando de garantizar esos derechos que Europa niega", apunta este lunes Open Arms en un comunicado.
Durante días, el barco de la ONG ha estado anclado frente a Lampeudsa, una isla turística y de pescadores ubicada entre Sicilia y el norte de África.
En un principio el buque tenía 147 migrantes a bordo al llegar a aguas italianas. En los últimos días, 40 de ellos fueron transferidos a Lampedusa en navíos de la Guardia Costera de Italia, incluidos algunos enfermos y 27 menores de edad.