La policía de Portland, Oregon, ha dentenido este sábado a al menos 13 personas y ha decomisado varias armas mientras grupos de extrema derecha e izquierda se congregaban por separado para manifestarse en las calles de la ciudad, según anunció por Twitter. Durante las protestas, en la que se congregaron alrededor de 1.200 personas, ha habido al menos seis heridos leves, según la policía, que declaró parte de la ciudad en "disturbio civil" para contener a los manifestantes y se vieron obligados a cerrar varias vías y puentes de la urbe.
Danielle Outlaw, jefa de la Policía, señaló que tienen conocimiento de seis personas con lesiones menores no causadas por los funcionarios de la Policía, una de las cuales fue llevada a un hospital local. Otra persona fue atendida por un "asunto médico no relacionado", agregó la jefa policial.
Los agentes, que se incautaron de objetos como rociadores de autodefensa y escudos, varas de metal y madera, estuvieron desplegados para vigilar las concentraciones de unos grupos ultraderechistas, entre ellos Proud Boys y Three Percent, por un lado, y de los autodenominados antifascistas por el otro.
Por las calles de Portland se respiró tensión. Ondeando banderas, miembros de los grupos de derechas Proud Boys y Three Percenters comenzaron a reunirse a mediodía, algunos con cascos y chalecos antibalas. Mientras tanto, cientos de manifestantes antifascistas vestidos de negro, con casco y máscara, también se concentraron en las vías de la ciudad. Hubo momentos en los que los manifestantes entraron en contacto; en uno de ellos, varias personas a pie intentaron chocar con los pasajeros de un vehículo tipo minibus.
La manifestación de los grupos de derecha, organizada por miembros de Proud Boys —que su fundador describe como una "organización fraterna" para jóvenes "chauvinistas occidentales"— tiene el objetivo de que los antifascistas sean declarados terroristas domésticos, según los organizadores.
Dos miembros de Rose City Antifa, el grupo antifascista activo más antiguo de la nación, explicaron a NBC News que los simpatizantes de este bando querían manifestarse para defender a su “comunidad de las personas que quieren hacerle daño”.
Portland, considerada una de las ciudades más progresistas de Estados Unidos y que fue escenario en 2016 de algunas de las protestas más multitudinarias tras el triunfo electoral del presidente Donald Trump, vivió en agosto del año pasado manifestaciones de este tipo que concluyeron en calma.
En la ciudad hay una veintena de agencias policiales locales, estatales y federales, incluido el FBI. Las autoridades también montaron barreras de concreto y cerraron las calles en un intento por contener los grupos. La policía explicó que hubo grupos de manifestantes que intentaron entrar en contacto, así como individuos que trataron de infiltrarse en el grupo rival.
Posteriormente, las fuerzas de seguridad separaron a los distintos grupos en áreas diferentes.
La manifestación de la derecha, que se preveía que podía atraer a participantes de todo Estados Unidos, fue anunciada durante semanas en redes sociales y otros sitios. Los líderes del evento instaron a sus seguidores a que acudieran en gran número para protestar por los arrestos de seis miembros de grupos de derecha en los días previos.
El alcalde de Portland, Ted Wheeler, dijo que las personas que quisieran manifestar odio o participar en actos violentos “no eran bienvenidos”. Este sábado ha definido la situación “potencialmente peligrosa y cambiante”.
El presidente Donald Trump, tuiteó este sábado por la mañana que se vigilaría a Portland “muy de cerca” y que las autoridades federales estudian “nombrar a ANTIFA como una ORGANIZACIÓN DE TERROR”.
Por el momento, se desconoce qué quiso decir exactamente con eso, ya que no hay un mecanismo para que el gobierno de Estados Unidos declare a una organización interna como grupo terrorista. El Departamento de Estado tiene una lista de organizaciones extranjeras terroristas, como Al Qaeda, pero no hay una lista comparable para grupos estadounidenses.
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