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Su paracaídas falló a 1.500 metros de altura. Solo se fracturó varios huesos. “Es un milagro”

"Es un milagro". Esta mujer no pudo abrir su paracaídas y cayó desde una altura de 1.500 metros. Su cuerpo solo recibió varias fracturas

Una mujer de 30 años que saltó desde un avión a casi cinco mil pies de altura y cuyo paracaídas no funcionó, solo tuvo varias fracturas incluyendo las vértebras después de estrellarse contra varios arboles en un área boscosa.

La joven, que se encuentra recuperándose en un hospital, participaba en el evento Parachutisme Adrénaline, en Trois-Riviéres, en Quebec (Canadá), cuando al parecer tuvo un problema que no le permitió abrir el paracaídas ni el conducto de respaldo.

Denis Demers, quien fue testigo el sorprendente incidente, señaló que nunca había visto algo así y que desde un inicio la joven caía más apresuradamente que otros. "Es un milagro. No sé cómo una persona puede sobrevivir a una caída como esa desde un avión”, le dijo a la página canadiense CBC.

De acuerdo con la policía de la zona, que se encuentra investigando el suceso para determinar si fue una negligencia, la mujer tenía experiencia en el paracaidismo.

La Asociación de Paracaidistas de Estados Unidos (USPA) asegura que accidentes como estos son sumamente raros y que cuando ocurren son por un error humano, ya que los paracaídas están diseñados para abrirse a una altura específica y adecuada. De lo contrario, podrían no funcionar.

"Decir que ninguno de los paracaídas se abrió es probablemente engañoso ... No es realmente la forma en la que funciona el paracaídas", señaló la USPA.

La velocidad que alcanzan los paracaidistas mientras caen al vacío es de 109 mph, lo que representaría unos 984 pies por cada seis segundos. Sin embargo, la tasa de mortalidad en este deporte es sumamente baja.

Durante el 2018, de 3,3 millones de saltos, la USPA solo registró 13 accidentes mortales en el país, la cifra más baja en la historia y, desde el año 2013, solo ha habido entre 21 y 24 muertes; una por cada 253.669 saltos.

Sobrevivir a una caída libre tras un salto en paracaídas, sin embargo, no es un hecho sin precedentes. En 2006, un hombre en Nueva Zelanda vivió para contarlo, luego de desplomarse más 15.000 pies y dar contra el suelo.