"Gobierno, por favor, muestra algo de corazón", imploraba este miércoles Magdalena, una niña de 11 años, después de que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), se llevara detenidos a casi 700 indocumentados —entre ellos su padre— en varias redadas en Misisipi.
"Dejen que mi padre siga libre”, decía la niña entre lágrimas, tal y como reportó el medio local WJTV. Noticias Telemundo prefirió no indicar el apellido de la menor para respetar su intimidad. Distintos medios informan que hubo más casos de pequeños que se quedaron sin uno de sus padres o ambos porque ICE los arrestó durante la operación de este miércoles.
La agencia definió las redadas, que tuvieron lugar en siete plantas de procesamiento de alimentos del estado, como las mayores en una década. “Mi padre no hizo nada, no es un criminal”, aseguró Magdalena. La niña no conseguía frenar su desolación.
Bryan D. Cox, un portavoz de ICE, dijo a The Washington Post que se preguntó a todas las personas arrestadas "si tenían a niños en la escuela o en la guardería pendientes de ser recogidos". También aseguró que había móviles disponibles para que los padres de esos menores pudieran organizarse para no dejarlos desatendidos.
El portavoz del servicio de inmigración aseguró que las escuelas de la zona estaban alertadas de las posibles redadas para que no hubiera alumnos desamparados si los padres quedaban detenidos.
Tony McGee, superintendente de las escuelas del condado de Scoot, afirmó que el miércoles por la tarde había al menos seis familias de ese distrito escolar con un padre arrestado durante las redadas, según el medio local Clarion Ledger. McGee agregó que se esperaba que el número aumentara.
El diario reporta unas declaraciones de Cox según las que este miércoles todavía no le era posible indicar cuántas personas arrestadas en las redadas tenían a niños esperándolos. El representante de ICE aseguró que no todas quedarían detenidas, y que algunas, según las circunstancias de cada una, se dejarían en libertad provisional a la espera de juicio.
En el caso de Angie, una niña de 12 años ciudadana de EEUU cuyo apellido no se difundió, un agente de ICE afirmó que su madre, arrestada por no tener papeles, quedaría en libertad en la tarde del miércoles, según The Post. Las autoridades determinaron que la mujer era la única persona que podía hacerse cargo de la menor. Pero en la noche del miércoles, reportó este medio, la pequeña todavía no había podido volver a abrazarla.
REDADAS EN DISTINTAS LOCALIDADES EL ESTADO
Las redadas de este miércoles implicaron a alrededor de 600 agentes de ICE, según las autoridades. Los allanamientos se produjeron en pequeños pueblos cerca de Jackson, Misisipi una zona con una fuerza laboral compuesta principalmente por inmigrantes latinos. Las localidades afectadas incluyen Bay Springs, Cartago, Cantón, Morton, Pelahatchie y Sebastapol.
The Associated Press cuenta de un niño de 13 años, cuyos padres son de Guatemala, que no podía parar las lágrimas cuando se despidió de su madre, una trabajadora de Koch, mientras estaba parado junto al padre.
Jordan Barnes, dueño de un gimnasio en Forest ayudó a alojar a algunos niños cuyos padres y familiares habían sido atrapados en las redadas, asegura BuzzFeed. En la noche del miércoles, Barnes dijo que todos los niños en sus instalaciones se habían marchado y se habían reunido con algún pariente.
Un portavoz de ICE dijo a este medio que algunos arrestados habían sido liberados. En el condado de Leake, los administradores del distrito escolar montaron un refugio para niños que pudieran haberse quedado sin padres. También se instruyó a los conductores de los autobuses escolares para que comprobaran que alguien recibiera a los menores cuando se bajaran.
En la madrugada de este jueves, todavía no había trascendido información oficial sobre si hubo niños que tuvieron que pasar la noche lejos de sus padres. ICE emitió este miércoles un comunicado en el que dio algunos detalles sobre la operación.
La agencia aseguró que esta se debió a la obligación de hacer respetar las leyes sobre inmigración y empleo irregular, que impiden que haya trabajadores empleados ilegalmente y que residen en EEUU sin permiso.
En la nota, afirmó que se detuvieron “apróximadamente” a 680 personas y confirmó que todas están siendo procesadas, y que, caso por caso, se está evaluando si tienen que quedar detenidas, pueden ser liberadas o tienen que someterse a un procedimiento de expulsión del país.
En los últimos meses, ICE no ha dejado de detener a inmigrantes. La mayor redada contra los inmigrantes planeada recientemente por las autoridades buscaba arrestar a hasta 10.000 personas en una semana. En el año fiscal de 2018, arrestó a 160.000 personas (440 al día), y deportó a 256.000 (700 al día). Es decir, en una semana normal, detiene a más de 2.000 migrantes y deporta a casi 4.000. Cifras similares a las anunciadas para esta super-redada.
En junio de este año, el presidente, Donald Trump, había anunciado en su cuenta en Twitter las redadas, que entonces fueron suspendidas porque, según el mandatario, él acordó con el liderazgo demócrata en el Congreso suspenderlas para dar tiempo a negociaciones sobre fondos para la vigilancia fronteriza.
Semanas después, Trump anunció con mucho bombo una serie de redadas nacionales pero, de los más de 2,000 individuos y familias con órdenes de deportación y en la mira de ICE, los agentes sólo arrestaron a 35, según cifras difundidas este miércoles.
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