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Trump y Melania visitan El Paso en medio de protestas tras la masacre de este fin semana

Miles salieron a protestar en las calles. La visita del presidente, cuyo objetivo era consolar a las víctimas de la masacre, dividió profundamente a la comunidad, mayoritariamente latina.

A pesar de que muchos residentes y políticos de El Paso, Texas, se han opuesto a su visita, el presidente, Donald Trump, descendió del avión Air Force One este miércoles y pisó suelo en una ciudad dolida por la masacre de 22 personas este fin de semana a manos de un hombre blanco con ideas racistas.

"No creo que él apoye a El Paso", dijo a la cadena NBC Dolores Sánchez. "Sé que él siente que tiene que venir, pero lo que realmente espero es que cambie su forma de hablar, la forma en la que habla sobre nuestra comunidad y sobre los hispanos en general"

“Si viene a hacer política, entonces no lo queremos", dijo Vikki Deloach. "Si en cambio viene para hacer algo con respecto a la retórica de odio que arrojan no solo él, sino otras personas, y si se va a hacer algo con respecto al control de armas y estos AK-47 y AR-15, entonces sí, lo acogeremos".

Una carta que circuló en internet, donde se pedía a Trump que no fuera a El Paso, había recogido 17.000 firmas el martes.

Pero algunos aprobaron la visita del presidente después de la tragedia, lo que destaca la gran polarización que provoca su presencia.

Trump fue recibido por miles de manifestantes que lo acusaron de promover el racismo que causó la masacre. En reflejo del ambiente áspero, el único oficial local que acudió a recibirlo fue el alcalde paseño, el republicano Dee Margo, quien dijo que lo hacía por "deber formal", reportó el diario El Paso Times.

El gobernador de Texas, el republicano Gregg Abbot, recibió al presidente en el aeropuerto, después de reunirse con legisladores de su estado para discutir propuestas para el control de armas y otras medidas para evitar que un incidente parecido se repita.

 Al salir del Centro Médico Universitario de El Paso, en donde visitó a las víctimas del tiroteo, Trump ofreció un mensaje breve a los medios de comunicación. Agradeció el valor y la dedicación de los hombres y mujeres que arriesgaron sus vidas para proteger a los paseños.

El mandatario dijo en la red social Twitter que "los medios de comunicación falsos" lo habían desacreditarlo a él y a sus dos viajes de este miércoles (Ohio y Texas). Luego atacó a los demócratas: "(...) Su nueva arma de hecho es muy vieja, una que nunca han dejado de usar cuando van abajo o cuando se les acaban los hechos, ¡RACISMO!". Y advirtió que haría una lista de todas las personas que han sido acusadas "ridículamente" de racismo.

Protesta en El Paso por visita de Trump
Miguel de Anda, originario de El paso, Texas, sostiene una pancarta que dice en inglés "Trump no es bienvenido aquí", durante una protesta por la visita del presidente, Donald Trump, este miércoles 7 de agosto, después del tiroteo que dejó 22 muertos el sábado.Getty Images / Getty Images

Miguel de Anda, originario de El paso, Texas, sostiene una pancarta que dice en inglés "Trump no es bienvenido aquí", durante una protesta por la visita del presidente, Donald Trump, este miércoles 7 de agosto, después del tiroteo que dejó 22 muertos el sábado. Foto: Getty Images.

El Paso es una ciudad de 700.000 habitantes, donde el 80% desciende de o es hispano, la mayoría mexicanos. Se encuentra en la intersección de tres estados y dos países y se considera hermana de Ciudad Juárez, en Chihuahua, México. Muchos mexicanos y estadounidenses habitan ambas ciudades, en donde estudian, trabajan y van de compras o a divertirse.

Este sábado, un tirador acabó con la vida de 22 personas que se hacían sus compras de fin de semana en un centro comercial a pocas millas de la frontera con México. Entre las víctimas hubo 8 mexicanos, 13 estadounidenses y un alemán.

Las autoridades arrestaron a Patrick Wood Crusius, un hombre blanco de 21 años a quien han señalado como el responsable y que presuntamente publicó un manifiesto donde promovía la ideología del supremacismo blanco, horas antes del ataque. El caso está siendo investigado como un posible acto de terrorismo doméstico.

Horas antes de llegar a El Paso, el presidente defendió su retórica antiinmigrante, diciendo que, en realidad, estaba uniendo al país.

La noche del martes, arremetió contra el aspirante demócrata a la presidencia Beto O’Rourke, quien lo acusó de promover el racismo y, por tanto, de provocar la masacre.

“Beto (nombre falso para indicar ascendencia hispana) O’Rourke, quien está avergonzado por mi última visita al Gran Estado de Texas, donde lo derroté, y está ahora aún más avergonzado por tener 1% [en las encuestas] en la primaria demócrata, debería respetar a las víctimas y a los agentes de la ley –y quedarse callado”, escribió Trump en su cuenta de la red social Twitter.

Pero O’Rourke no acató la sugerencia.

“22 personas en mi ciudad natal están muertas después de un acto de terror inspirado por su racismo. El Paso no se quedará callado y yo tampoco”, dijo el precandidato.

Varios otros políticos demócratas se sumaron a O’Rourke en su crítica a la retórica de Trump.

En el Walmart donde ocurrió la tragedia de El Paso, partidarios del presidente se pasearon por las cruces y las flores de la ofrenda a las víctimas gritando: "¡Amamos a Trump, amamos a Trump!". Los dolientes les pidieron que se retiraran, como se muestra en este video en Twitter.

Antes de llegar a El Paso, el presidente visitó un hospital en Dayton, Ohio, y se reunió con oficiales de policía, primeros auxilios y los familiares de las víctimas de un tiroteo que dejó nueve muertos y más de dos docenas de heridos de bala. En las calles, manifestantes también protestaron contra su visita.