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Trump culpó a los videojuegos de fomentar tiroteos. Pero la ciencia no le da la razón

El presidente Trump culpó a "esos videojuegos horripilantes, espeluznantes, que son comunes hoy en día" de provocar actitudes violentas que pueden desencadenar en tiroteos
Donald Trump,Mike Pence
El presidente Trump, acompañado por el vicepresidente Mike Pence, este lunes en la Casa Blanca. AP / AP

El presidente, Donald Trump, indicó este lunes los videojuegos violentos entre los elementos que fomentan tiroteos mortíferos como los que provocaron el pasado fin de semana 31 muertos en El Paso, Texas, y Dayton, Ohio. Pero la ciencia no le da la razón. La gran mayoría de los estudios sobre el tema no pudieron demostrar ninguna vinculación significativa entre los juegos virtuales y actos violentos de ese tipo, apuntan varios expertos. 

“Tenemos que parar la glorificación de la violencia en nuestra sociedad”, afirmó Trump. El presidente incluyó entre los elementos que conllevarían este efecto “esos videojuegos horripilantes, espeluznantes, que son comunes hoy en día”. En su opinión, para “los jóvenes con dificultades es demasiado fácil rodearse de una cultura que celebra la violencia”. Y pidió que se ponga remedio “inmediatamente” para limitar esta supuesta causa de actos violentos.

Uno de los elementos que podrían hacer pensar en este nexo es que el presunto autor de la masacre de El Paso citó en un documento, investigado ahora por la policía, el popular videojuego Call of Duty, donde los jugadores tienen que disparar virtualmente, según apuntó Dan Patrick, teniente del gobernador de Texas. 

Sin embargo, varias investigaciones científicas realizadas en años recientes niegan que se pueda atribuir a los videojuego la causa de tiroteos masivos u otras acciones de similar alcance.

Según reporta NBC; tanto un estudio de la Universidad de Oxford (Reino Unido) de este año, como este de la Universidad de York de 2018 (ubicada en el mismo país), así como al menos otros dos de 2016 y 2015 no pudieron asociar de ninguna manera los videojuegos con un aumento siginificativo de la tendencia a ser violentos de los usuarios. Estos últimos dos incluso apuntan a que el efecto de los videojuegos violentos podría ser el contrario, es decir, reducir los crímenes (aunque matizan que el estudio de esta posibilidad se debe estudiar más). 

"No hay absolutamente ninguna evidencia causal de que los videojuegos violentos lleven a la agresividad en el mundo real", asegura Andrew Przybylski, investigador de la Universidad de Oxford consultado por esta cadena. El investigador ha estado estudiando los efectos psicológicos de los videojuegos durante más de una década y es coautor del estudio de 2019

Benjamin Burroughs de la Universidad de Nevada está de acuerdo con él, según declaró a The Associated Press. "No hay estudios longitudinales que muestren un enlace entre la violencia y los videojuegos", afirma. "Desde luego, no existe un vínculo con la violencia armada".

El profesor matiza que algunos estudios muestran un aumento a corto plazo de pensamientos y sentimientos agresivos después de jugar a los videojuegos, pero nada que alcance el nivel de la violencia. "Muchos jugadores se enojan cuando pierden o sienten que el juego fue 'trampa', pero esto no lleva a la violencia”, mantiene.

Patrick Markey, profesor de psicología en la Universidad de Villanova y uno de los autores del estudio de 2015 anteriormente citado, descubrió en sus investigaciones que los hombres que cometen actos de violencia severos en realidad juegan a videojuegos violentos menos que la media de los usuarios. 

Estaba interesado en este tipo de juegos un 20% de las personas violentas, frente a un 70% de la población general, explicó el experto en un libro de 2017. En su opinión, el argumento principal a tener en cuenta es que los videojuegos no alteran cómo es una persona. “Son como las películas tristes. Te pueden hacer llorar un poco, pero no te convierten en una persona deprimida clínicamente”, explica. 

Argumento recurrente

Lo que dijo Trump este lunes no es nuevo, ni el presidente es el único que expresó esta opinión. Lo mismo hizo tras los ataques letales del sábado y domingo la diputada republicana por Ohio Candice Keller. Dayton, ciudad de este estado, fue afectada el domingo por un suceso violento que dejó nueve muertos y varios heridos.

Y la idea ya circuló entre los políticos en el pasado. En 2013, el exvicepresidente demócrata Joe Biden tuvo un mitin con representantes de la industria de videojuego tras la masacre en la escuela primaria Sandy Hook de Newtown, Connecticut, cuando un tiroteo.provocó la muerte de 26 personas. El autor de la masacre, Adam Lanza mató a su madre antes de dirigirse a la escuela y se suicidó después de la matanza.

Pese a que se supo a Lanza le gustaban videojuegos violentos, así como no violentos a la vez, una investigación solicitada tras esas reuniones no llevó a ningún resultado sustancial. 

Y lo mismo ocurrió en 2018, cuando Trump pidió a una comisión que indagara la posible correlación entre videojuegos y violencia tras un tiroteo con 17 víctimas mortales en una escuela de Parkland, Florida. Tampoco esta vez se consiguió demostrar científicamente su teoría.

En el pasado, también se pronunció sobre el tema la Corte Suprema. En 2011, cuando los demócratas intentaron prohibir la venta de videojuegos violentos a los niños, 

el juez Antonin Scalia escribió que no había evidencia de que los videojuegos violentos motivaran la violencia de la vida real. Este órgano de juicio rechazó una ley de California que pretendía prohibir los videojuegos violentos a los niños

La industria del videojuego niega cualquier posible conexión. Entertainment Software Association, el mayor grupo comercial del sector, reiteró por ejemplo, después de los hechos de la última semana, su posición según la que no existe ninguna conexión causal entre una cosa y la otra.

“Sostener este argumento es buscar un chivo espiatorio fácil”

El profesor de psicología en la Universidad de Stetson Chris Ferguson, otro de los investigadores que se han sumado al largo listado de expertos que no encontraron vinculaciones entre los videojuegos y los comportamientos violentos, manifiesta a NBC que le extraña que Trump apoye una narrativa rechazada por la comisión que él mismo creó.. Esta actitud, opina, "solo nos distraerá de causas reales de violencia".

James Alan Fox, profesor de criminología de la Universidad del Nordeste y autor que ha escrito mucho sobre asesinatos en masa, le da la razón a Ferguson, al declarar que centrar el debate en los videojuegos violentos después de un tiroteo es buscar "un chivo expiatorio fácil".

Trump, en su discurso de este lunes, casi evitó por completo entrar en el debate sobre si es necesario regular más el uso y la difusión de las armas en EEUU. Solo hizo una brevísima mención a la necesidad de reforzar el control de antecedentes antes de la venta.

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