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El supuesto atacante de El Paso paró en un Walmart “porque tenía hambre”, dice la policía. Allí abrió fuego

Por el asalto del que está acusado murieron 22 personas y otras 26 resultaron heridas.

Condujo más de 10 horas desde Allen, cerca de Dallas, Texas. Llegó a El Paso, en la frontera con México, tras recorrer casi 660 millas (unos 1.060 kilómetros). En esta ciudad con más de un 80% de población latina, ya no supo dónde ir, se perdió. Hasta que encontró un Walmart.

Allí el sospechoso de perpetrar el pasado sábado una masacre al disparar contra la gente que se encontraba en ese centro comercial paró “porque, según entendemos, tenía hambre”, dijo este lunes Greg Allen, el jefe de la policía de la localidad fronteriza, quien reconstruyó algunos de los pasos que lo llevaron hasta allí. El oficial afirmó que no podía dar más detalles. Lo que se sabe es que mató a tiros a 22 personas y dejó además a 26 heridos.

El hombre, identificado como Patrick Wood Crusius, de 21 años, fue detenido el sábado y llevado a una cárcel en El Paso. Las autoridades investigan los hechos del pasado sábado como un acto de “terrorismo interno” y “crimen de odio”. También evalúan la opción de que se le condene a la pena capital si se confirmara que fue culpable de estos delitos. 

Uno de los elementos que ahora analizan las autoridades para corroborar su tesis de acusación es un documento con contenido antiinmigrante que se cree que Crusius publicó en Internet, en la página extremista 8chan, poco antes de abrir fuego.

El texto arremetía contra los peligros de la inmigración en masa y advertía que, a la larga, los hispanos se apoderarán de la economía y el Gobierno en EEUU. El autor argumentaba que atacar objetivos de baja seguridad era una manera de luchar para recuperar al país de la destrucción. 

El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), manifestó en un comunicado su preocupación por la amenaza que representan los extremistas violentos domésticos y los autores de crímenes de odio.

“El FBI sigue preocupado de que los extremistas violentos domésticos con sede en los EEUU puedan inspirarse por estos y anteriores ataques de alto perfil para participar en actos de violencia similares”, reza la nota.

México pide participar en la investigación

Ocho de las 22 víctimas mortales de la masacre del sábado en ese centro comercial altamente frecuentado por ciudadanos mexicanos que cruzan habitualmente la frontera con EEUU procedían de ese país, según las autoridades de México.

El canciller, Marcelo Ebrard, explicó el lunes que por esa razón su país participará  “en la investigación y juicio por terrorismo en contra de mexicanos en Estados Unidos”. El Gobierno mexicano, dijo, también evaluará si pedir la extradición del culpable.

Ebrard aseguró que entre los 26 heridos hay seis mexicanos, en distintos estados de gravedad. Este lunes por la tarde, 15 de las personas que sufrieron lesiones por los disparos durante el asalto seguían hospitalizadas, dos de ellas en estado crítico, según la policía de El Paso. 

Entre el listado de las víctimas que difundieron las autoridades de EEUU y el de las de México, había la tarde del lunes algunas diferencias en las nacionalidades y la forma en la que estaban deletreados los nombres, según The Associated Press. Un portavoz de la policía de El Paso atribuyó estas diferencias a que esta utilizó para la identificación documentos como las licencias de manejar, que podrían diferir de los datos que tiene México.

Los abuelos de Crusius hicieron público el domingo un comunicado, leído por un amigo a las puertas de su hogar en Allen (Texas). “Estamos devastados”, comunicaron Larry y Cynthia Brown, “y rezamos por las víctimas de esta tragedia”. 

“Patrick Crusius es nuestro nieto, vivió en nuestra casa”, añadieron, “mientras atendía al Collin College”. También dijeron que el joven “se mudó a otro sitio hace seis semanas”, y pasó en la casa de ambos algunas noches mientras ellos estaban “fuera de la ciudad”. 

“Su licencia de manejar y su correo están domiciliados en nuestra casa en Allen. Esa conexión nos ha puesto en el foco de los medios de comunicación, por supuesto. Estamos hablando sólo con las autoridades, y no haremos más declaraciones a los medios, a los que pedimos que respeten nuestra privacidad”.

Crusius dijo a las autoridades que estuvo cinco meses desempleado, viviendo en casa de sus abuelos. Los investigadores, en las horas posteriores al ataque, acordonaron la zona donde vivía y registraron la casa de los abuelos y otras dos cercanas. El joven, según las autoridades, utilizó para su acción violenta un arma adquirida legalmente cerca de allí.

El presidente, Donald Trump, calificó al autor de la masacre de El Paso, así como al hombre que mató a nueve personas pocas horas después en un tiroteo en Dayton, Ohio, de “monstruos retorcidos”:

Trump cargó contra Internet; contra las redes sociales; contra el “racismo, fanatismo y supremacismo blanco”; contra los videojuegos; y ha prometido más atención a la salud mental. Pero nada ha dicho sobre regular las armas de fuego, y solo hizo una brevísima mención a reforzar los controles de antecedentes para su venta.

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