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Demócratas piden mayor control de armas tras masacres, culpan a Trump por incitar un clima de odio

Demócratas piden un mayor control de las armas y que se incluya la verificación universal de antecedentes para quienes quieran comprarlas.

Casi 30 personas murieron en dos masacres con armas de fuego en Estados Unidos en menos de horas, en una de las jornadas más sangrientas que ha vivido la nación en los últimos años.

En El Paso, Texas, Patrick Wood Crusius, un hombre de 21 años, abrió fuego en un concurrido Walmart, matando a 20 personas -entre ellas seis ciudadanos mexicanos- e hiriendo a 26. Horas después, en Dayton, Ohio, un hombre disparó afuera de un bar, asesinando a 9 personas e hiriendo a 27 antes de quitarse la vida.  

Minutos antes de atacar, Crusius publicó en redes sociales un documento antiinmigrante. Fue detenido, ileso, por las autoridades; el atacante de Ohio se quitó la vida y se desconocen los motivos de su crimen.

Ambas masacres renovaron los pedidos de numerosos estadounidenses de un mayor control de armas, un deseo del que todos los candidatos presidenciales demócratas se hicieron eco.

“Ninguna otra nación ha visto este tipo de matanza dentro de sus propias fronteras, a menos que, por supuesto, estén en guerra, usando armas de guerra. Tenemos el poder ... de hacer algo al respecto, y no lo estamos haciendo ", dijo el senador Cory Booker, de Nueva Jersey.

El senador Bernie Sanders, de Vermont, pidió lo que describió como legislación de seguridad de armas de sentido común, incluidas las verificaciones de antecedentes universales ampliadas y el cierre de la llamada lagunas en los shows de armas, que permiten adquirirlas sin revisión de antecedentes penales.

"Durante 30 años, he creído que necesitamos prohibir las armas de asalto", afirmó Sanders. El asaltante de El Paso usó un AK-47.

"Sucede una y otra vez, una y otra vez. Creo que en todo el mundo, la gente se pregunta sobre la salud mental de los Estados Unidos de América", agregó.

En Washington, el grupo cívico Moms Demand Action (Madres exigen acción) marchó el sábado en la noche para protestar la falta de medidas ante las masacres con armas.

Tanto el presidente Donald Trump como el vicepresidente Mike Pence condenaron los crímenes y acudieron a la tradicional frase de que ofrecen sus “pensamientos y plegarias” a las familias de las víctimas.

Demócratas afirman que la retórica de Trump alentó la masacre de El Paso

El candidato presidencial demócrata Beto O’Rourke, nativo de El Paso, responsabilizó a Trump de la masacre en su ciudad natal.

"Hemos tenido un aumento en los crímenes de odio en cada uno de los últimos tres años, durante una administración en la que tienes un presidente que llama violadores y delincuentes a los mexicanos", dijo el sábado.

Trump dijo recientemente -pese a estadísticas que indican lo contrario- que El Paso había sido uno de los lugares más peligrosos de Estados Unidos a causa de los inmigrantes indocumentados y que la construcción de un muro mejoró la seguridad de la ciudad.

Los candidatos presidenciales demócratas Julián Castro y Booker, demócrata de Nueva Jersey, secundaron a O’Rourke el domingo y coincidieron en que la retórica del presidente Trump sobre la inmigración ha ayudado a avivar el resentimiento racial y un clima de odio.

“El está sembrando semillas de odio en este país, esta cosecha de violencia de odio que estamos viendo ahora está a sus pies", dijo Booker.

Castro, nacido en Texas, dijo por su parte que ve un vínculo entre la retórica usada por el atacante de El Paso y los comentarios del presidente sobre los inmigrantes, que según él ha ayudado a contribuir a la "mezcla tóxica del nacionalismo blanco" en Estados Unidos.

Julián Castro/AP

Ambos pidieron un mayor control de armas.

“Esto sucedió en Texas, uno de los estados con las tasas más altas de posesión de armas: se pueden portar ocultas, se pueden portar abiertamente. El tirador sabía que estaría entrando en una tienda donde mucha gente llevaría un arma. Eso no lo detuvo", dijo Castro.

En Estados Unidos no existe una definición legal, de tiroteo masivo a pesar del frecuente uso del término por los grupos de control de armas y los medios de comunicación. Por eso a menudo difieren los números en cuanto al conteo de actos de este tipo.

El Departamento de Justicia define un asesinato en masa como un acto violento que causa tres o más muertes en un solo episodio, excluyendo la del atacante.

El país con más armas per cápita

Estados Unidos es el país con más armas de fuego, con al menos 270 millones. Esto equivale a 120, 5 armas por cada 100 personas, de acuerdo con el Instituto de Posgrado de Estudios Internacionales y de Desarrollo en Ginebra.

El apego de los estadounidenses por las armas es refrendado por el derecho a portarlas, incluido en la constitución. Numerosas legislaciones para restringir la posesión de armas han fracasado en los últimos años.

En 1994, el Congreso aprobó una prohibición de 10 años de las armas de asalto, que expiró en 2004 al  no ser renovada por el órgano legislativo, entonces de mayoría republicana.

El Congreso tampoco no aprobó ninguna restricción de armas significativa a raíz del tiroteo de 2012 en la escuela primaria Sandy Hook en Connecticut, uno de los crímenes más atroces de la historia contemporánea en Estados Unidos, que causó las muertes de 26 personas, incluidos 20 niños de entre seis y siete años.

Después de la masacre en un concierto de Las Vegas en octubre de 2017 que mató a casi 60 personas, Trump prohibió los aceleradores de disparos, dispositivos que permiten que un arma semiautomática dispare como una ametralladora.

Después de un tiroteo masivo en Virginia en junio declaró que "mirará seriamente" y prohibirá los silenciadores de armas, pero no se han tomado medidas al respecto.

El domingo, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, dijo a "Meet the Press" que el presidente está "triste y enojado" por las masacres. Dijo que la primera llamada telefónica de Trump después del tiroteo en El Paso fue al Fiscal General William Barr para "averiguar cómo podemos evitar que esto suceda".