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Fue sentenciado el dueño de un matadero donde las autoridades detuvieron a casi 100 inmigrantes

Documentos de la corte indican que Brantley pudo evadir el pago de 1,3 millones de dólares en impuestos durante dos décadas contratando inmigrantes y pagándoles en efectivo
Imagen de archivo de una empacadora de carne en Colorado.
Imagen de archivo de una empacadora de carne en Colorado. AP / AP

El expropietario de una empacadora de carne en Tennessee en la que fueron detenidas casi 100 personas durante un operativo federal de migración fue sentenciado a 18 meses en prisión, ha reportado la agencia de noticias The Associated Press.

James Brantley, quien era el propietario del matadero Southeastern Provision, ubicado en Bean Station, también fue sentenciado el martes a tres años de libertad condicional una vez complete su condena, según reportes de la prensa.

Brantley se declaró culpable en abril de evasión fiscal, fraude y de emplear a inmigrantes que estaban ilegalmente en el país.

Según documentos presentados en la corte, Brantley evadió casi 1,3 millones de dólares en impuestos federales sobre la nómina y pagaba menos de lo debido por las horas extra que cubrían sus empleados.

Brantley, de 62 años, se disculpó con su familia, la comunidad y los empleados durante su comparecencia en la corte, reportó el diario Knoxville News Sentinel.

Registros de la corte federal han indicado que Brantley pudo evadir los impuestos sobre la nómina al contratar a inmigrantes para trabajar en la planta pagándoles en efectivo por 20 años.  

Siete trabajadores que fueron detenidos durante la redada del 5 abril de 2018 presentaron una demanda en contra de las autoridades federales de migración, acusándolas de maltratar a los empleados durante el operativo.

De acuerdo con el diario, el esquema de evasión de impuestos resulto en la redada migratoria más grande en Tennessee en tiempos recientes.

“No puedo imponer una sentencia probatoria en este caso”, ha dicho el juez Ronnie Greer este miércoles. “En mi opinión, hacerlo seria socavar el respeto por nuestro sistema de cortes y crear una situación en la cual las personas podrían sacar una conclusión de que ciertos tipos de personas son tratados de una manera mas indulgente que otras”.

Brantley y su abogado, Norman McKellar, habían pedido que la sentencia no incluyera una pena carcelaria.

Los fiscales encargados del caso elogiaron la cooperación de Brantley con los agentes desde el día de la redada y recomendaron una pena reducida.

No obstante, el juez dijo que ordenar una sentencia probatoria era ir muy lejos y condenó a Brantley a 18 meses tras las rejas y más tres años en libertad condicional una vez salga de prisión.

“A mi modo de ver, esta es un delito aun más grave debido al clima político actual”, ha dicho Greer. “El impacto ha sido bastante grave para muchos (de los trabajadores de la planta). Muchos de los cuales han sido separados de sus esposas, sus esposos, sus hijos. Algunos de ellos han ido a la cárcel”.

El diario ha agregado que 73 de las personas detenidas durante la redada todavía no saben si serán deportadas y otros ya fueron enviados a sus países de origen.

El pasado otoño, Brantley se declaró culpable ante la corte por contratar trabajadores indocumentados. Llevaba haciéndolo desde 1988, primero sin pedir tarjetas de seguro social, después pidiéndolas pero animando a falsificarlas.

Además, había sido multado por hacer trabajar a sus empleados en condiciones peligrosas e insalubres, y por alterar los precios de la carne en su beneficio. 

Sus empleados mataban reses, las despellejaban y troceaba, y empacaban la carne por un salario de entre seis y 10 dólares por hora, trabajando en jornadas que iban mucho más allá de las ocho horas diarias.
El Departamento de Trabajo le ha demandado además por robar salarios y horas extras a 151 trabajadores, en su mayoría mexicanos y guatemaltecos.

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