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Este senador republicano cambia las reglas para asestar un golpe al derecho de asilo de los migrantes

El senador republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham, cambió las reglas de procedimiento del Comité Judicial que preside para forzar la aprobación de más restricciones al sistema de asilo

WASHINGTON.— El senador republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham, cumplió hoy una amenaza y cambió las reglas del Comité Judicial del Senado para lograr la aprobación de más restricciones al asilo sin ningún voto demócrata.

La movida, más propia de regímenes autoritarios, según sus críticos, generó una agria disputa en el Comité Judicial entre demócratas y republicanos en torno a un proyecto de ley que restringirá aún más el proceso de asilo en Estados Unidos.

El jueves pasado, Graham, presidente del Comité Judicial, amenazó con cambiar las reglas de procedimiento, frustrado porque todos los demócratas, salvo la senadora californiana, Dianne Feinstein, se ausentaron del voto en torno a su plan migratorio.

Graham anunció entonces su objetivo de cambiar las reglas de tal manera que se pudiera proceder al voto de su iniciativa sin ningún voto a favor por parte de la oposición.

Tanto la semana pasada como hoy, Graham defendió su proceder y acusó a los demócratas de poner trabas a los procedimientos del Comité, simplemente por no estar de acuerdo con el proyecto de ley que él presentó en mayo pasado.

“A ustedes quizá no les guste lo que hacemos aquí, y pueden votar en contra. Pero este comité no será uno en el que ´mueran´ las cosas que importan… espero que sea algo bipartidista, pero si no lo es, vamos a bregar con los problemas de la nación”, dijo Graham visiblemente molesto con los demócratas.

Normalmente, las reglas del Comité dictan que para la votación de una medida, o la postergación del voto por hasta una semana, tiene que haber “quórum”, es decir, tienen que estar presentes siete senadores de la mayoría y al menos dos de la minoría.  

La semana pasada no hubo “quórum”, y aunque los demócratas se presentaron hoy a la reunión del Comité, Graham procedió con su objetivo original.

Así, en vísperas del receso legislativo de agosto, la iniciativa de Graham, respaldada por la Casa Blanca, fue aprobada 12-10 sin ningún voto a favor de los demócratas del Comité y sin ninguna enmienda propuesta por la oposición.

Entre otros elementos, el proyecto de ley de Graham autoriza la detención prolongada de menores arrestados en la frontera sur -más allá de los 20 días que permite el “Acuerdo Flores” de 1997-, aprueba fondos para contratar a 500 jueces de Inmigración, y obliga a los migrantes a solicitar asilo en sus países de origen o en México, algo que contraviene el derecho internacional.

Graham, un férreo aliado del presidente Donald Trump, ha dicho que su iniciativa es necesaria para aliviar la crisis migratoria en la frontera sur y que, a su juicio, “se está volviendo un desastre”.

Los demócratas replican que la medida no hace lo suficiente para ayudar a solicitantes de asilo que huyen de la violencia en Centroamérica.

En todo caso, la maniobra unilateral de Graham generó la repulsa de los demócratas, tomando en cuenta que en el pasado el senador republicano sí ha trabajado de forma bipartidista en el campo migratorio. En 2013, Graham fue parte del llamado “Grupo de los Ocho”, que elaboró una reforma migratoria integral que incluía la legalización de la población indocumentada y más vigilancia fronteriza.

El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, afirmó que Graham y sus aliados republicanos violaron las reglas del Comité para forzar la aprobación de una medida que “permitirá que el presidente Trump mantenga enjaulados a los niños por períodos de tiempo más prolongados”.

“No podemos apoyar ni este proceso partidista ni este proyecto de ley partidista, y no lo haremos”, dijo Schumer, quien acusó a los republicanos de respaldar políticas migratorias de Trump que son “anti-estadounidenses, inhumanas y altamente impopulares”.

 Por su parte, también Feinstein lamentó que Graham haya optado por semejante maniobra sin intentar primero una solución consensuada con los demócratas.

 Feinstein además advirtió de la que medida de Graham solo agravará la situación de los solicitantes de asilo.

 La próxima prueba de fuego para Graham, sin embargo, vendrá en septiembre próximo, cuando la medida sea sometida a un voto en el pleno del Senado, donde requerirá al menos 60 votos.  

Aunque los republicanos son mayoría en el Senado, sólo numeran 53 por lo que necesitarán el apoyo de al menos siete senadores demócratas.

Tampoco está claro que el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, programe un voto de la medida.