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Así fue el día dos del segundo debate entre los aspirantes demócratas a la presidencia

El puntero en las encuestas, Joe Biden luchó por mantenerse al frente a pesar de los ataques de sus contrincantes demócratas, mientras algunos de los aspirantes de este martes que no estuvieron presentes hoy podrían haberse beneficiado

La noche de este miércoles diez aspirantes demócratas se dieron cita en el Teatro Fox de Detroit para participar en el día dos del segundo debate presidencial de cara a 2020, transmitido en televisión e internet por la cadena CNN.

Entre los aspirantes de la noche estuvieron los favoritos en las encuestas para conseguir la nominación, el ex vicepresidente Joe Biden y la senadora de California Kamala Harris, quien acaparó los reflectores durante el primer debate, transmitido por Noticias Telemundo, por sus críticas al entonces indiscutible puntero Biden en torno a la segregación y discriminación racial, mismas que la catapultaron al segundo lugar, según muchas de las encuestas.

Cuando Biden subió al estrado para ocupar su lugar seguido de Harris, se estrecharon la mano y Biden le dijo: “chica, no seas dura conmigo (Go easy on me kid)”.

Se presentaron el senador de Nueva Jersey Cory Booker, quien también criticó a Biden por su postura en temas de discriminación racial. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, cuya campaña no ha terminado de despegar; el senador de Colorado Michael Bennet; y el gobernador de Washington, Jay Inslee.

Asimismo, la senadora de Nueva York Kristen Gillibrand; el exsecretario de Vivienda durante el Gobierno de Obama, Julián Castro, quien tuvo una participación destacada en el primer debate; La representante de Hawaii Tulsi Gabbard, quien sirvió en las fuerzas armadas; y el empresario Andrew Yang.

El público fue uno de los protagonistas del debate a través de sus participaciones desde el inicio.

Mientras de Blasio hizo su introducción, por ejemplo, se escucharon gritos entre la audiencia. Luego, el equipo del senador Booker felicitó a los que protestaban por medio de un mensaje en la red social Twitter: “Bien por ustedes. Así es como se hace el cambio”. Y durante el alegato inicial de Booker el público lo interrumpió para gritar: “¡despidan a Pantaleo!”, el oficial de policía de Nueva York que provocó la muerte por asfixia de un afroamericano en 2014 y a quien el alcalde de Blasio no ha despedido.

 El sistema de salud

Como en el debate de este martes, el sistema de salud fue uno de los temas fundamentales.

Sin estar presente, el senador de Vermont Bernie Sanders volvió a ser el centro de atención cuando varios de los participantes, entre ellos Biden, de Blasio y Bennet lo llamaron por su nombre mientras discutían su propuesta de crear un seguro médico universal financiado por los contribuyentes fiscales.

Mientras que el día anterior la senadora de Massachusetts Elizabeth Warren y Sanders defendieron la posición de la izquierda de otorgar el seguro público ‘Medicare’ a todos, Harris tomó esa batuta la noche del miércoles, enzarzándose en una discusión con el más moderado Biden.

“Lo fundamental es esto: tenemos que estar de acuerdo en que el acceso a la salud debe ser un derecho y no sólo el privilegio de aquellos que lo pueden costear”, dijo Harris, criticando a Biden porque su plan no cubriría a todos.

Biden defendió el programa de su administración, el llamado Obamacare. Construyendo sobre esa base, propuso incluir una opción de seguro público y aumentar los subsidios federales para contratar planes de seguro.

En el plan de Harris habría una transición hacia un sistema público en 10 años, pero dejaría abierta la opción de contratar una opción privada que se cumpla con los requisitos gubernamentales.

Pero Biden criticó a Harris por haber modificado su plan de salud recientemente, porque antes favorecía la opción pública única. “No puedes vencer al presidente Trump con un doble discurso en este plan”, dijo. Además, dijo que sería demasiado disruptivo y tardaría una década en ofrecer una alternativa más costosa.

El sistema de inmigración

Castro fue el primero en recibir la palabra para explicar por qué apoyaba descriminalizar los cruces fronterizos.

"La única forma en que vamos a garantizar que no volvamos a tener separaciones familiares en este condado es derogando la sección 1325 de la ley de nacionalidad de inmigración”, dijo Castro.

“Esa es la ley que este presidente, esta administración está usando para encarcelar a los padres migrantes y luego físicamente los separan de sus hijos ", añadió.

Castro dijo que su plan de inmigración también aseguraría un camino a la ciudadanía para los indocumentados que no han cometido un delito grave y que crearía un plan de ayuda económica para Centroamérica que sacaría a la región de la pobreza.

Pero Biden dijo que estaba en contra de dejar a las personas ingresar ilegalmente al país: “Si cruzas la frontera ilegalmente, deberías poder ser enviado de vuelta. Si dejamos que la gente entre, ¿qué le diremos a los otros inmigrantes alrededor del mundo que quieren venir a Estados Unidos? La gente debería formarse en la fila”.

Biden señaló que él y Castro se sentaron juntos en muchas reuniones durante su servicio en la administración Obama y Biden dijo: "Nunca lo escuché hablar de nada de esto cuando era secretario (de Vivienda)".

Pero Castro se mantuvo firme. "Parece que uno de nosotros aprendió la lección del pasado, mientras que el otro no", dijo. "Lo que necesitamos son políticos que realmente tengan algunas agallas en este tema"

Luego, Booker criticó a Biden por caer en los argumentos del Partido Republicano.

No se trata de que cruzar ilegalmente deje de ser ilegal, dijo Booker, se trata de si hacerlo es una ofensa civil o una criminal. En su opinión, descriminalizar los cruces fronterizos sería importante porque es la herramienta que Trump utiliza para tener a los inmigrantes en condiciones inhumanas.

Biden opinó que el problema no era la sección 1325, sino cómo la implementaba el presidente, Donald Trump.

Las críticas contra Biden

Aunque el ex vicepresidente esta vez fue más enérgico con sus propuestas y más rápido en rechazar los ataques, fue blanco de ataques por sus posturas en seguridad social, inmigración, justicia criminal, ambiente y género.

De Blasio presionó a Biden sobre por qué Obama no había hecho más por detener las deportaciones. “Sí estás debatiendo con Donald Trump no te va a dejar pasar esa (pregunta)”, dijo el alcalde de Nueva York.

“Señor vicepresidente, no lo puede tener de las dos maneras. Usted invoca la presidencia de Obama más que cualquier otro en esta campaña. No Puede hacerlo cuando le conviene”, le dijo Booker a Biden ante una ronda de aplausos.

Según las cifras del Departamento de Seguridad Nacional, consultadas por la cadena NBC como parte de la cobertura del debate, la administración Obama deportó a más de tres millones de extranjeros entre 2009 y 2016. Un promedio de 383.307 por año. En comparación, en 2017, Trump deportó 295.364 extranjeros.

La senadora Kirsten Gillibrand de Nueva York, quien bromeó diciendo que lo primero que haría en la Casa Blanca sería "clorar, la Oficina Oval", fue tras Biden por cuestiones de género.

Gillibrand dijo que Biden había escrito que las mujeres que trabajaban fuera de la casa conducirían al deterioro de la familia, pero el ex vicepresidente reviró a la senadora que su esposa trabajó todo el tiempo que estuvieron casados ​​y que ella misa había elogiado su historial respecto a las mujeres en el pasado.

"No sé qué pasó, excepto que ahora se postula para presidente", dijo Biden, que pareció dejar a Gillibrand un poco desconcertada.

El gobernador de Washington Jay Inslee, cuya campaña se centra en el cambio climático, dijo que el plan de Biden es "demasiado poco, demasiado tarde". "Soluciones intermedias como la que propuso el vicepresidente ... no nos van a salvar".

Booker criticó duramente a Biden por respaldar la ley de justicia criminal de 1994. Biden le respondió que no había hecho nada en sus ocho años como alcalde de Newark.

Con una sonrisa y una carcajada Booker le respondió: “Hay un dicho en mi comunidad. Estás sumergido en Kool-Aid y ni siquiera sabes a qué sabe”. Y le recriminó que todavía había personas cumpliendo largas sentencias por ofensas de drogas no violentas, “porque tú estuviste a favor de esa vaga retórica de ser ‘duro con el crimen’, que destruyó muchas comunidades como la mía…”

 ¿Quién podrá vencer a Donald Trump y qué sigue para los más de 20 aspirantes demócratas?

Trump, quien aparentemente estaba siguiendo el debate, escribió en su cuenta de Twitter sobre la separación de las familias: “Las jaulas para los niños fueron construidas por la Administración Obama. Él tenía la política de separación familiar ¡Yo la terminé aún a sabiendas de que más familias vendrían a la frontera! @Cnn”.

Si bien algunas familias fueron separadas durante la Administración Obama, esta no fue una política sistemática como lo ha sido durante el actual Gobierno.

Mientras tanto, los candidatos lucharon por destacarse como aquellos que podrán vencer a Trump en las elecciones de noviembre de 2020.

El gobernador Jay Inslee fue el primer candidato este miércoles en decir que Trump era un racista: “Ya no podemos permitirnos que un nacionalista blanco esté en la Casa Blanca”.

El segundo en criticar a Trump explícitamente por ser racista fue Castro, el único latino que compite por la presidencia, nieto de inmigrantes mexicanos.

Durante la breve discusión sobre la política exterior, la representante Gabbard acusó a Trump de no haber hecho suficiente para combatir al grupo terrorista responsable de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Al Qaeda.

Donald Trump está apoyando a Al Qaeda”, dijo Gabbard, a pesar de que este miércoles se dio a conocer que Hamza Bin Laden, hijo de Osama Bin Laden, antiguo líder del grupo, había sido abatido en una operación en la que participó Estados Unidos.

Varios candidatos en el escenario este miércoles estaban luchando por su supervivencia política antes del siguiente debate en septiembre, cuando se espera que el umbral para calificar sea más difícil.

Más de la mitad del campo podría quedar bloqueado por completo en la próxima ronda de debates, y posiblemente fuera de la carrera, si no logran alcanzar nuevos umbrales de votación y recaudación de fondos implementados por el Comité Nacional Demócrata.

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