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Un motín en una prisión brasilera deja más de 50 muertos, muchos de ellos decapitados

"Entraron, mataron y prendieron fuego”, ha dicho un funcionario brasileño.

Una confrontación entre grupos criminales al interior del Centro de Recuperación Regional de Altamira, ubicado el estado brasilero de Pará, resultó en la muerte de más de 50 reclusos, ha reportado el sitio web de noticias G1.

Según las autoridades, el motín comenzó cerca de las cinco de la mañana de este lunes a causa de una pelea entre miembros de grupos criminales rivales.

De acuerdo con información proporcionada por la Superintendencia del Sistema Penitenciario de Pará (Susipe), 52 personas murieron.

Las autoridades han agregado que 16 de las victimas fatales fueron decapitadas, los otros 36 murieron por asfixia.

La Superintendencia ha indicado que presos recluidos en el bloque A, donde están bajo custodia los miembros de una organización criminal, invadieron el anexo donde se encuentran los presos del grupo rival.

Los presos que se tomaron el anexo prendieron fuego en el lugar. El humo terminó asfixiando a algunos de los detenidos.

Dos agentes penitenciarios que fueron tenidos como rehenes durante el motín, fueron liberados.

El incidente tuvo lugar por mas de cinco horas, ya que las autoridades declararon la situación bajo control alrededor de las 12 del día.

G1 ha informado que la prisión tiene capacidad para albergar 200 personas, pero era ocupada por 343.

Esta es la segunda masacre a gran escala que se da en una cárcel brasilera en 2019. En mayo, 55 presos murieron en una cárcel ubicada en el estado de Amazonas.

Una inspección llevada a cabo por el Consejo Nacional de Justicia (CNJ) de Brasil a principios de julio reportó “pésimas” condiciones de hacinamiento en la prisión, ha agregado G1.

El CNJ había cuestionado la capacitad de la cárcel afirmando que solo 163 reclusos podrían estar bajo custodia en ese recinto.

El diario brasilero Estado de São Paulo ha informado que las organizaciones criminales involucradas en el motín son el Comando Clase A y el Comando Rojo (Comando Vermelho, en portugués).

Agentes del grupo táctico de la Policía Militar y la Policía Civil tuvieron que acudir al lugar para prestar apoyo ya que la confrontación entre los grupos duró mas de cinco horas.

Las autoridades de Pará tuvieron que negociar con los presos para lograr la liberación de las personas que habían sido tomadas como rehenes.

“Fue un ataque localizado y dirigido a exterminar integrantes de la pandilla rival. Entraron, mataron y prendieron fuego”, ha dicho Jarbas Vasconcelos, funcionario de la oficina de Asuntos Penitenciarios del estado de Pará.

Vasconcelos ha agregado que no tenían ningún indicio de inteligencia sobre el ataque.

Las autoridades han dicho que no planean transferir a los presos a otras unidades carcelarias y que las únicas armas encontradas en el lugar han sido cuchillos improvisados. 

Algunos medios han compartido imágenes de los hechos en redes sociales.

Una Encuesta Nacional de Información Penitenciaria (Infopen) publicada en 2017 reportó que el sistema de prisiones brasileño enfrenta hacinamiento en todas las unidades federativas. En total, la población carcelaria es de 726.354 personas para 423.242 vacantes.

En el caso de Pará, la población carcelaria es de 16.123 personas, casi el doble del número de vacantes de 8.600, lo que significa una tasa de ocupación de 1,92 por vacante, ha dicho Estado de São Paulo.