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Cazan a dos latinos en México por un misterioso asesinato en Nevada. La testigo clave es la joven Alora Benítez

Cruzaron Nevada y California, se escondieron en México, armados y peligrosos, y en su huida arrastraron a un adolescente a la que ahora considera clave el FBI.

Un misterioso asesinato aún sin aclarar, un joven de 15 años desaparecida que puso en alerta a las autoridades de dos estados, y el rastro de dos latinos huidos que conectaron su teléfono celular junto a la frontera mexicana.

El Departamento del Sheriff de Los Ángeles (California) ha anunciado este miércoles el último paso para resolver este rompecabezas.

El caso se inició a primera hora de la mañana del 16 de abril en Carson, un barrio de Los Ángeles (California) no lejos del mar y con fuerte huella latina, donde la policía encontró un lujoso carro blanco abandonado con un rastro de sangre que se extendía por todo el estacionamiento y calles adyacentes.

En el asiento delantero del auto se halló el cuerpo sin vida de un hombre, identificado como Jeffery Appel, de 32 años, que fue reconocido como un cliente de un cercano centro de desintoxicación de alcohol y drogas, según informó la emisora KTLA

Los investigadores relacionaron este asesinato con una pareja de latinos: Román Cerratos, de 39 años, y Maricela Mercado, de 40 años, a los que consideró “armados y peligrosos”.

La última vez que se les vio, mudando enseres en su apartamento de Redondo Beach un día después del crumen, manejaban un lujoso carro BMW blanco con una matricula de Nevada en la que se podía leer: “MARIMAR”.

Su destino entonces se desconocía, y se sospechaba además que podrían haber cambiado la placa de su vehículo.

Junto a ellos viajaba la hija de la mujer, Alora Benítez, de 15 años, para cuyo rescate se emitió un alerta ámbar en Nevada y en California.

La pista de los fugados parecía conducir hacia la frontera entre California y México, donde los sospechosos habían utilizado su celular.

El hombre fue detenido y extraditado a Los Ángeles el 14 de junio, acusado de asesinato, pero han hecho falta tres meses para detener a la mujer y encontrar a su hija adolescente.

Fueron atrapadas finalmente el martes en el estado mexicano de Chihuahua, y deportadas de vuelta a Estados Unidos, al carecer de visado en México. Ahora la mujer espera en una cárcel de El Paso (Texas) a ser extraditada a California, mientras la joven están bajo custodia del FBI como testigo del crimen.