IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Senador republicano amenaza con forzar voto de controvertida reforma de asilo

El senador Lindsey Graham, un aliado del presidente Donald Trump, forzará la aprobación en el Comité Judicial de una controvertida reforma al sistema de asilo sin requerir el voto de los demócratas

WASHINGTON.— El senador republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham, un gran aliado de la Casa Blanca, amenazó hoy con forzar la próxima semana la aprobación de una controvertida reforma al sistema de asilo que no tiene apoyo demócrata.

Graham emitió su amenaza de cambiar las reglas que rigen la votación de medidas en el Comité Judicial después de que la mayoría de los senadores demócratas se ausentó de una reunión en la que debían votar la reforma al sistema de asilo.

Sólo la senadora demócrata por California, Dianne Feinstein, se presentó a la reunión, y el voto no se llevó a cabo porque las reglas exigen que estén presentes al menos 7 miembros de la mayoría y dos de la minoría en ese Comité.

Bajo los reglamentos del Senado, las medidas tienen que ser aprobadas primero en el Comité pertinente para luego pasar a la votación final en el pleno.

El partido que controla el Senado controla también la agenda y calendario de las medidas y puede alterar las reglas.

El Congreso tiene previsto tomar un receso legislativo durante todo el mes de agosto, periodo durante el cual los legisladores realizan trabajo en sus distritos electorales. Salvo algunas excepciones, como cuando hay alguna medida urgente, los legisladores pueden postergar el receso o incluso realizar sesiones durante días feriados o fines de semana.

Graham dijo que el próximo jueves presentará una moción para cambiar las reglas -eliminando la necesidad de tener presentes a dos demócratas en el Comité- y así proceder al voto de su legislación para reformar el sistema de asilo.

Ante la ausencia de la mayoría de los 10 demócratas en el Comité, Graham se quejó de que hay una crisis migratoria y "alguien tiene que mostrar liderazgo acá para cambiar las leyes y será este Comité". 

Aunque el proyecto de ley se apruebe en el Comité, donde los republicanos tienen mayoría, en el pleno del Senado necesitará el apoyo de al menos 60 senadores, y para llegar a ese umbral necesitarían a siete demócratas.

La votación se produciría mientras la Administración Trump afronta demandas en los tribunales por un reglamento emitido la semana pasada que restringe aún más el acceso al asilo.

Salvo algunas excepciones, el reglamento exige que los migrantes centroamericanos soliciten asilo en el primer país que pasen antes de llegar a EEUU

Pero ayer miércoles, un juez federal en California frenó de inmediato la puesta en marcha del reglamento, horas después de que otro tribunal, en la capital estadounidense, le había dado luz verde mientras se resuelve la querella en las cortes.  

En mayo pasado, Graham presentó un proyecto de ley para reformar las leyes de asilo, que incluye un incremento en los días que un menor indocumentado puede permanecer en un centro de detención de 20 días, como lo estipula el llamado “Acuerdo Flores” de 1997, a 100 días.

En su momento, Graham dijo que las leyes migratorias “incentivan un viaje horrible” hacia Estados Unidos y presentó su medida como una herramienta para salvar vidas.

De aprobarse, la medida de Graham también exigiría que los migrantes soliciten asilo en sus países de origen o en México, en vez de llegar hasta la frontera sur de EEUU. En la actualidad, tanto las leyes migratorias de EEUU como el derecho internacional permiten que los migrantes soliciten asilo en la frontera sur.

La legislación además provee fondos para contratar a 500 jueces de inmigración para agilizar los casos rezagados en los tribunales. También agilizará tanto la deportación de personas que pierdan sus casos de asilo, como la de menores no acompañados de Centroamérica.

Las negociaciones que lidera Graham se han topado con la resistencia de los demócratas que se oponen a cambios en el “Acuerdo Flores”, que rige el trato de los niños migrantes, restringe su tiempo en custodia federal, e impone normas al priorizar su traslado a instalaciones menos estrictas que los centros de detención.

Tanto el presidente Donald Trump como miembros de su Gabinete y aliados republicanos en el Congreso han tachado el “Acuerdo Flores” como una “laguna legal” que incentiva la inmigración ilegal y que los migrantes aprovechan para colarse por la frontera sur.

El senador demócrata por Illinois, Dick Durbin, lideró las negociaciones por parte de su partido y ha dejado en claro que él apoya el “Acuerdo Flores” y no permitirá cambios al documento suscrito a raíz de una demanda colectiva entablada en California diez años antes.

Preguntada sobre el estancamiento en las negociaciones, Feinstein dijo a la prensa que el proyecto de ley tiene varios problemas, comenzando con el hecho de que no es “bipartidista” y que su bancada no lo apoyará en su versión actual.