Una balacera en un restaurante de un centro comercial de lujo de la Ciudad de México, Plaza Artz Pedregal, terminó este miércoles con la vida de dos personas mientras comían, en lo que parece ser un asesinato premeditado pero teñido aún de oscuras sombras.
“No se vio que quisieran secuestrarlas”, “se vio que fue directo el disparo”, ha explicado Layda Sansores, alcaldesa de Álvaro Obregón (uno de los 16 municipios que componen la capital mexicana), al diario Milenio. Un agente de policía respondió al ataque y resultó herido.
Las dos víctimas son de nacionalidad israelí, y han sido identificados como Azulay Alon, de 43 años y residente temporal en México, y Jony Ben, según ha informado el diario Sin Embargo.
Las autoridades mexicanas han informado de la detención de una mujer de 33 años, identificada como Esperanza, como presunta responsable material del asesinato. Fue capturada mientras se cambiaba de ropa, intentando usar una peluca para disfrazarse.
La policía busca a otras dos personas, una de ellas autora también de los disparos y la otra presuntamente cómplice, que huyeron en un auto azul.
Esperanza dijo ser pareja de una de las víctimas, y achacó el ataque a una supuesta infidelidad. Explicó además a la policía que había comprado el arma por 7.000 pesos (370) dólares en el municipio capitalino de Tláhuac.
El jueves, sin embargo, el secretario de Seguridad de la capital, Jesús Orta, afirmó que “la versión del crimen pasional” es “un tema que ya no se sostiene” tras las primeras pesquisas policiales, según informa el diario El Financiero.
La Procuraduría General de Justicia de la capital ha indicado este jueves que el crimen podría estar vinculado a “arreglos” entre delincuentes ligados a la mafia israelí, según Sin Embargo.
Se trató así, según la investigación policial, de un acto concertado y directo en el que participaron al menos cuatro personas. Antes del tiroteo, se produjeron disparos con armas largas en el estacionamiento del centro comercial. Ocho minutos después, es produce el doble asesinato.