WASHINGTON.— El legislador republicano por Texas, Will Hurd, ha abogado por una reforma del sistema de asilo y, a largo plazo, un “Plan Marshall” para Centroamérica, pero su campaña de reelección en 2020 ha aceptado donaciones políticas de contratistas de ICE que lucran con la detención de inmigrantes.
Hurd, el único republicano afroamericano en la Cámara de Representantes, representa al distrito 23 de Texas, uno de los distritos con más frontera con México, pero afronta una reñida contienda de cara a los comicios generales de 2020.
En la actualidad, los republicanos ocupan 199 de los 435 escaños en la Cámara de Representantes, y al menos un puñado de éstos, incluyendo el de Hurd, corren riesgo de caer en manos demócratas el próximo año.
Hurd apenas pudo ganar la reelección en los comicios de medio término el año pasado, con un 49,2% del voto, y los demócratas, que recuperaron el control de la Cámara Baja, redoblan esfuerzos por sumar más escaños y abarcar más terreno, incluso en bastiones republicanos.
Como representante de un distrito fronterizo, Hurd ha apoyado la exigencia de la Administración Trump de reformar el sistema de asilo para combatir el fraude.
Pero Hurd también ha dejado en claro, tal como explicó durante una reciente entrevista con la cadena por cable CNN, que apoya medidas para atender de raíz las causas que generan la emigración ilegal desde países del “Triángulo del Norte” de Centroamérica, incluyendo la violencia, falta de oportunidades y extrema pobreza.
Hurd apoya la idea de que el Departamento de Estado asigne a un diplomático de alto nivel para coordinar las estrategias en el “Triángulo del Norte” y también la adopción de un “Plan Marshall” que contenga una infusión de recursos para programas sociales y económicas. El “Plan Marshall” original fue instituido tras la Segunda Guerra Mundial para ayudar a la reconstrucción de Europa, y varios legisladores de ambos partidos lo han sugerido para Centroamérica.
También ha criticado la política de separación de familias en la frontera sur.
En este contexto, las donaciones que ha recibido la campaña de reelección de Hurd de parte de contratistas privados de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) que operan albergues o centros de detención de migrantes en su distrito, lo ponen en la mira de rivales demócratas y de grupos pro-inmigrantes afines a ellos.
Por ejemplo, en 2016 Hurd recibió $7,500 de la empresa CoreCivic y $5,000 de GEO Group -dos de las principales empresas contratadas por ICE para operar centros de detención de migrantes-, según la página web "Open Secrets", que rastrea el origen de las donaciones a candidatos políticos. Esos datos se apoyan en información de noviembre de 2017 de la Comisión Federal Electoral (FEC, en inglés).
De los centros de detención que opera GEO Group a nivel nacional, dos están ubicados en el distrito de Hurd: uno en el Condado Val Verde, y otro en el sur del estado, según un mapa interactivo del grupo "Freedom for Immigrants".
Por otra parte, datos de la FEC apuntan a que Hurd también ha recibido pequeñas donaciones de individuos vinculados con contratistas de ICE. En 2016, recibió $250 de Kevin Dinnin, presidente del grupo “BCFS”, un grupo bautista sin fines de lucro que ha recibido más de $280 millones en fondos federales para operar albergues para migrantes.
Los datos de la FEC también indican que Henry Bonilla, el excongresista que representó el distrito 23 de Texas, es miembro de la junta directiva de BCFS y ha donado unos $5,500 en donaciones a Hurd entre 2015 y 2018.
Noticias Telemundo no ha obtenido aún respuesta de la campaña de relección de Hurd sobre estas donaciones políticas.
Aunque ambos partidos reciben donaciones controvertidas, los republicanos son los mayores receptores de fondos de empresas como CoreCivic y GEOGroup.
Datos oficiales del gobierno apuntan a que Texas lidera el puñado de estados con más migrantes en centros de detención en EEUU, con 15,852 a diario, seguido por California, con 6,527; Arizona, con 3,869; Georgia, con 3, 717, y Luisiana, con 3,143.