El gobierno de Estados Unidos criticó esta mañana una incursión agresiva que llevó a cabo una aeronave de guerra venezolana a una distancia “no segura” de otra de la fuerza militar estadounidense que realizaba trabajos en aguas internacionales.
De acuerdo con un comunicado emitido en las redes sociales por el Comando Sur, el pasado viernes 19 de Julio, un avión Sukhoi SU-30 de fabricación rusa se acercó a un EP-3, poniendo en peligro a la tripulación que llevaba a cabo una misión “reconocida y aprobada en el espacio aéreo internacional sobre el Mar Caribe”
La información se mostró crítica con lo que llamó “el apoyo militar irresponsable de Rusia al régimen ilegítimo de Maduro, que subraya la imprudencia y el comportamiento irresponsable de este socavando la ley internacional y los esfuerzos para contrarrestar el tráfico ilícito”.
Sin embargo, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, la contraparte en el país sudamericano, informó a través de Twitter que el Sistema de Defensa Aeroespacial había detectado e interceptado a una aeronave EP-3E de Estados Unidos dedicada a la inteligencia y la exploración radioelectrónica en territorio nacional, “violando tratados aéreos internacionales en franca provocación a la República Bolivariana de Venezuela”.
En paralelo, el general Vladimir Padrino López, ministro de Defensa de Venezuela, aprovechó su cuenta en esa red social para enfatizar en que la aeronave había ingresado a la Región de Información de Vuelo (FIR Maiquetía) controlada por Venezuela, “sin reporte de frecuencia aeronáutica, incumpliendo las normas de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), constituyendo un riesgo aeronáutico para otras aeronaves”.
Este incidente tiene lugar en medio del recrudecimiento de las tensiones entre el gobierno de Nicolás Maduro y el líder opositor Juan Guaidó, este último con el apoyo del gobierno de Donald Trump, que ha impuesto crecientes sanciones a Venezuela en un intento de presionar al líder chavista para que renuncie.
Guaidó dice que no descarta que Maduro acepte elecciones anticipadas
En una entrevista concedida al diario español El País, Juan Guaidó, reconocido además como presidente interino por más de cincuenta países, se refirió a la reactivación del diálogo impulsado por el gobierno de Noruega en la isla caribeña de Barbados, en busca de una solución negociada en la que, dijo, no habría espacio para la persona de Nicolás Maduro.
A seis meses de haber juramentado en su cargo ante miles de seguidores en las calles de Caracas, Guaidó ha echado a andar un programa de giras regionales dentro del país que busca reactivar el interés popular por sus propuestas.
Guaidó llamó la atención sobre lo inédito de la situación, cuando por un lado hay un “reconocimiento creciente de la comunidad internacional” y una movilización ciudadana, pero por el otro el gobierno chavista, “reducido al miedo y los subsidios”, no da indicios de implosionar.
“Hay que entender la frustración, y la desesperación incluso, de mucha gente -dijo. Pero no puede ser lo que prime cuando tenemos realmente la oportunidad de cambio en el país”.
El político no descartó que el gobierno de Maduro acepte elecciones presidenciales.
“Naturalmente -prosiguió-, luego de los intentos anteriores hay que dudar de todo. Estamos enfrente de una dictadura que no se va a levantar con una epifanía. Por eso para nosotros la mediación del reino de Noruega, la facilitación del Grupo Internacional de Contacto en el cual participa la UE en pleno, el Grupo de Lima, la OEA, los Estados Unidos son parte del esfuerzo por la presión”.
“Habrá que esperar los resultados -aseguró-. Nuestra ruta ha sido muy clara: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres. Estamos trabajando intensamente para eso y vamos a seguir.”