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¿Estados Unidos es un país de inmigrantes o un país de leyes? Ni lo uno ni lo otro

Alerta a los demócratas: el presidente tiene una carta ganadora.

WASHINGTON.— La seguridad no está reñida con una reforma migratoria que legalice a la población indocumentada pero, de cara a las elecciones de 2020, el Partido Demócrata carece de un mensaje para contrarrestar la retórica de “ley y orden” de la Administración Trump, advirtió hoy un informe del Centro para el Progreso Estadounidense (CAP, por su sigla en inglés).

Desde que el presidente Donald Trump asumió el poder en enero de 2017, su Administración ha mantenido la consabida narrativa republicana de que los demócratas son débiles en materia de defensa y seguridad nacional y partidarios de “fronteras abiertas” que benefician a quienes violan las leyes migratorias.

Pero según el informe de CAP, un centro de estudios progresista y afín al Partido Demócrata, es hora de que los legisladores demócratas rompan de una vez con la falsa narrativa de que solo los republicanos son defensores de “la ley y el orden”.

 Los responsables de la elaboración de políticas públicas, “deben desvincularse de la falsa dicotomía de EEUU como una nación de inmigrantes o una nación de leyes, y promover un sistema migratorio que es justo, humano y que en realidad funciona”, dijo el documento.

Las dos ideas no están reñidas y el sistema migratorio debe “reconocer tanto la necesidad de los flujos (migratorios) como la necesidad de fronteras definidas; debe tener guías claras y protecciones claras” y debe resguardar no solo las mejores prácticas del pasado sino también adoptar otras que se adapten al presente y futuro del país, agregó.

Líderes del Partido Demócrata, entre éstos el senador Chuch Schumer, han viajado a la frontera para constatar las condiciones en los centros de detención de inmigrantes, tras informes que han revelado situaciones insalubres para niños y un aumento en el número de migrantes que mueren bajo custodia federal, incluyendo niños.

Aún cuando los demócratas han denunciado las imágenes de niños en “jaulas” y las políticas de la Administración que han aumentado las restricciones en el sistema de asilo, lo cierto es que los demócratas han permitido que los republicanos los pinten como partidarios del “caos” y la “ilegalidad” en la frontera, indicó el informe.

En declaraciones a Noticias Telemundo, el autor de informe, Tom Jawetz, explicó que los demócratas no están en contra del “imperio de la ley”, pero les conviene elaborar un mensaje más contundente.

“No podrás convencer a la base de Trump, pero la mayoría de los estadounidenses entiende que el sistema migratorio está roto, y quiere soluciones… las elecciones de 2020 serán un referendo importante sobre si queremos seguir por el derrotero actual, con un sistema cada vez más cruel, o si buscamos uno más justo, humano y viable”, afirmó Jawetz.

“El mensaje que pretendo difundir con este informe es que, para lograr esa meta, se requerirá apoyo popular”, y los demócratas deben remachar el mensaje de que EEUU no está honrando su tradición de acoger a los inmigrantes y el respeto al debido proceso, aseguró.

Abogado de profesión, Jawetz, quien lleva años en las “trincheras” del movimiento por una reforma migratoria, liderando negociaciones bipartidistas -obtuvo un reconocimiento del Congreso en 2015 por su labor legislativa en el Comité Judicial- consideró que lo que ha cambiado en el debate político es su nivel de toxicidad.

“Esto es relevante porque creo que Trump ha creado una verdadera oportunidad para que quienes apoyan una reforma migratoria destaquen cómo él es el que ha hecho caso omiso al imperio de la ley” y es algo que tampoco le interesa a quienes abogan por más restricciones, precisó Jawetz.

Si los demócratas esperan a que la Administración modere sus excesos y adopte políticas migratorias más humanas, estarían perdiendo su tiempo y energía, agregó.

Un Congreso dividido

El análisis fue divulgado en unos momentos en que la Administración mantiene una campaña de presión política para que el Congreso, dividido sobre el futuro de una reforma migratoria,  elimine las “lagunas legales” que, a su juicio, fomentan la emigración ilegal desde Centroamérica.

En concreto, la Administración quiere que el Congreso elimine, por ejemplo, el “Acuerdo Flores” de 1997, que prohíbe la detención prolongada de menores de edad y rige las normas que deben cumplir las instalaciones que los albergan.

En mayo pasado, la Casa Blanca divulgó un plan para reformar el sistema de inmigración, que incluye otorgar la residencia permanente con base al “mérito” del solicitante; una drástica reducción de las visas familiares, la eliminación de la “lotería de visas”, y un reforzamiento de la vigilancia fronteriza, entre otros elementos.

La Casa Blanca ha elaborado un proyecto de ley de 620 páginas que refleja los principios de ese plan migratorio, que fue elaborado por el yerno y principal asesor político, de Trump, Jared Kushner, pero que por ahora no tiene apoyo bipartidista ni garantías de que el Congreso lo apruebe este año.

El informe, titulado “Restableciendo el Imperio de la Ley a través de un Sistema Migratorio Humano y Viable”,  ofrece un recetario sobre cómo los demócratas pueden mantener un frente unido y promover soluciones viables al maltrecho sistema migratorio.

Entre esas soluciones figuran el establecimiento de vías que favorezcan la reunificación familiar y otorguen mano de obra a las empresas, según sus necesidades y sin “límites artificiales”; un sistema de asilo y refugio “humano” sin poner en peligro el debido proceso; un sistema de tribunales migratorios independiente que ofrezca a los inmigrantes soluciones más allá de la deportación, y la legalización y vía hacia la ciudadanía para la población indocumentada.

La última vez que el Congreso se acercó a una reforma migratoria integral fue en 2013, cuando el Senado aprobó una medida bipartidista por abrumadora mayoría. Pero el entonces presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, no quiso siquiera someterla a debate en ese órgano legislativo.

Otros legisladores de ambos partidos han presentado desde entonces distintas medidas que no han logrado gran apoyo bipartidista, o si las ha aprobado la Cámara Baja, han quedado estancadas en el Senado.

De la veintena de precandidatos presidenciales demócratas, sólo un puñado ha presentado un plan para una reforma migratoria integral que incluye la legalización de los “Dreamers” y el resto de los inmigrantes indocumentados, un incremento en el ingreso de refugiados, y el cierre de los centros de detención de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).

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