Las autoridades mexicanas han anunciado este lunes el arresto de dos hombres y una mujer como presuntos responsables del secuestro y asesinato de varios migrantes guatemaltecos, entre ellos Rudi Arnoldo G. H., de 37 años, cuyo cuerpo fue hallado en una carretera del estado de Morelos. Su hijo, Cristian Iban G. O., de 10 años, fue encontrado herido grave y abrazado al cadáver.
Padre e hijo atravesaban México en dirección a la frontera estadounidense para solicitar asilo, junto a un tío y un primo menor de edad también, pero el grupo fue abandonado por los coyotes que les guiaban en el estado de Veracruz, según relató Raúl Israel Hernández Cruz, presidente de la Comisión de Derechos Humanos en Morelos.
El 23 de junio, la familia quedó en reunirse con un hombre, identificado como Javier, que prometió llevarles hasta la frontera. Los encerró sin embargo en una vivienda de Tepetlixpa, un pueblo a las afueras de la Ciudad de México, y pidió un rescate a familiares del grupo en Estados Unidos a cambio de su liberación.
El rescate fue abonado mediante transferencias bancarias, y el 5 de julio los secuestradores trasladaron al tío (identificado por sus iniciales, L. A. G. H.), de 39 años, y al primo (B. A. G. A.), de 17 años, a una zona boscosa próxima, en la ladera del volcán Popocatépetl. Allí los abandonaron, tras herirles con arma blanca en el cuello; fueron hallados por las autoridades y hospitalizados.
Rudi Arnoldo y su hijo fueron trasladados sin embargo a otro pueblito cercano, Ocuituco, por motivos que se desconocen. Un día después, el hombre fue hallado muerto en la carretera local Yecapixtla-Cruz de Lima a la altura del paraje conocido como Puente Negro. Su hijo, muy grave, estaba abrazado al cadáver.
No muy lejos de allí, en el pueblito de Cuautla, han sido arrestados tres supuestos autores de estos crímenes, identificados como Telesforo, de 44 años; Javier, de 42; y Guadalupe, de 39. Ahora se encuentran en la cárcel de distrito de esa localidad, a la espera de comparecer ante el juez.