La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado que el peligroso brote de Ébola que se había reportado en la República Democrática del Congo se ha convertido en una emergencia sanitaria internacional, ha informado la agencia de noticias The Associated Press.
Según ha reportado la agencia, más de 1.600 personas han muerto desde agosto del año pasado, en lo que se ha convertido en el segundo brote de ébola más mortal en la historia.
La decisión de declarar el brote una emergencia mundial se dio luego de que se confirmara un caso en Goma, una ciudad con más de dos millones de habitantes.
El paciente contagiado es un pastor de 46 años que viajó en autobús y logró pasar tres puntos de control de salud destinados a detectar a las personas contagiadas con Ébola.
El pastor acusado de llevar el virus a Goma usó varios nombres falsos para ocultar su identidad de camino a la ciudad, han afirmado las autoridades congoleñas.
La OMS ha dicho el martes que el hombre había muerto y los trabajadores de la salud estaban luchando para localizar a docenas de sus contactos, incluidos aquellos que habían viajado en el mismo autobús para poder prevenir el contagio de la enfermedad infecciosa.
Goma, ubicada en la región noreste de la Republica Democrática del Congo, se encuentra cerca a la frontera con Ruanda.
El mes pasado, el brote se extendió por la frontera por primera vez cuando una familia trajo el virus a Uganda después de asistir al entierro en el Congo de un familiar infectado.
La agencia de noticias ha dicho que la emergencia de salud está teniendo lugar en una región descrita como una zona de guerra pero ha agregado que la declaración de una emergencia de salud global a menudo atrae una mayor atención y ayuda internacional.
No obstante, existen preocupaciones de que los gobiernos nerviosos de enfrentar una crisis de salud reaccionen de manera exagerada ordenando el cierre de fronteras.
Si bien el riesgo de propagación regional sigue siendo alto, el riesgo fuera de la región sigue siendo bajo, ha afirmado Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud.
La emergencia internacional "no debe usarse para estigmatizar o penalizar a las personas que más necesitan nuestra ayuda", ha precisado Tedros y ha insistido en que la declaración no se hizo para recaudar más dinero, aunque la OMS estimó que se necesitarían "cientos de millones" de dólares para detener la epidemia.
Esta es la quinta declaración de este tipo en la historia. Las emergencias anteriores fueron declaradas por el devastador brote de Ébola de 2014-2016 en África Occidental que mató a más de 11,000 personas, el surgimiento de Zika en las Américas, la pandemia de gripe porcina y la poliomielitis.
Alexandra Phelan, una experta en salud global en el Centro de Derecho de la Universidad de Georgetown, ha dicho que la declaración de este miércoles estaba atrasada.
"Esto esencialmente sirve como un llamado a la comunidad internacional para que tengan que intensificar el apoyo técnico y financiero adecuado" ha agregado Phelan.
La experta ha advertido que los países deben tener cuidado de no imponer restricciones de viaje o comerciales ya que "en realidad restringirían el flujo de bienes y trabajadores de la salud en los países afectados para que sean contraproducentes".
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