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“Esto no es vida”. Las redadas de ICE se retrasan, pero el miedo persiste y los migrantes no se fían

"No estoy tranquila con que nada haya pasado", explica una activista. El Departamento de Seguridad Nacional parece haber retrasado su operación por la excesiva publicidad.

La operación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) con la que pretende atrapar durante una semana al menos 2.000 migrantes con orden final de expulsión comenzó ayer a un ritmo más bajo del esperado.

Después de los grandilocuentes anuncios del presidente, Donald Trump, y de responsables migratorios, que cifraban en más de un millón las personas que serían detenidas por ICE, la ausencia de noticias de redadas masivas puede haber transmitido la sensación de que no se están produciendo.

Según fuentes del Departamento de Seguridad Nacipnal citadas por el diario Boston Globe, el plan cambió a última hora por la publicidad recibida por esta redada incluso por parte de las autoridades.

“No estoy tranquila con que nada haya pasado”, explicó Ariadna Martínez, organizadora de un grupo de respuesta rápida en el norte de California, “no creo que estemos a salvo” pese a la aparente inacción del domingo, añadió en declaraciones al diario The Sacramento Bee.

Tampoco en Miami parecieron sucederse redadas generalizadas, según el diario Miami Herald, aunque eso no mitigó el miedo de los migrantes: “Esto no es vida”, se lamentaba un venezolano que llegó al país hace 13 años con visado de turista y se quedó. Si fuera deportado, añade, se suicidaría antes.

El director en funciones de ICE, Matthew Albence, explicó este sábado que la operación se centrará en nueve ciudades: Atlanta, Baltimore, Chicago, Denver, Houston, Los Ángeles, Miami, Nueva York y San Francisco.

Según Albence, si familias migrantes son separadas por estas detenciones, pueden reunificarse “voluntariamente” optando por auto-deportarse juntas.

El miedo de la comunidad migrante es tal que incluso estadounidenses, sobre todo latinos, llevan consigo su pasaporte en caso de que ICE los detenga (teniendo en cuenta además que la agencia ha deportado por error anteriormente a cientos de ciudadanos), según la cadena NBC.

Los parques y otras zonas de ocio de Boston estaban vacías el domingo, según el diario Boston Globe, ante el temor a las redadas. “Sabemos que algunos miembros están en casa e incluso tienen miedo de ir a la iglesia”, explicó Patricia Montes, directora del grupo de derechos civiles Centro Presente.

ICE arresta y deporta a centenares de personas de media por día, y no descansa, por lo que no baje la guardia si se cree en peligro, recuerde sus derechos y siga los consejos de activistas sobre qué hacer si se ve involucrado.

Entre el 7 de julio y el pasado jueves, por ejemplo, ICE arrestó a docenas de personas en Los Ángeles, según informa el diario Los Angeles Times; en los últimos dos meses, se han llevado a cabo 900 detenciones, según fuentes del Departamento de Seguridad Nacional citadas por este diario.

En Nueva York se produjeron tres operaciones frustradas el sábado; en Miami, los agentes de ICE acudieron a la comunidad rural de Immokalee el viernes, y el domingo al área cercana al aeropuerto.

Así que recuerde: ICE trabaja todos los días, y esta operación no es muy diferente a su labor habitual. Tiene una diferencia fundamental, sin embargo: su objetivo político.

El presidente, Donald Trump, confirmó este viernes que la operación comenzaría el domingo para “sacar a gente y devolverla a sus países”. “Nos hemos centrado sobre todo en criminales, antes de hacer nada más”, añadió.  

Trump ya había anunciado previamente esta redada: el 17 de junio aseguró que “millones” de migrantes indocumentados serían deportados en cuestión de días.

Esta operación se retrasó, y el propio secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, está siendo investigado por filtrar detalles. Trump prometió que se retomaría después del 4 de julio, y el viernes concretó el día.

Anunciar con anticipación una operación de este calibre es algo inédito e injustificado, según diversos expertos.

Nunca antes se ha tomado la decisión política de anunciar las redadas”, explicó Erin Corcoran, directora del Kroc Institute for International Peace Studies. “

Compromete su eficacia”, añadió, “sus objetivos pueden cambiar de ubicación o negarse a responder a la puerta cuando toquen los oficiales”.

No está claro por qué la Administración está avisando”, concluyó Corcoran.

El ex director de ICE John Sandweg lo consideró “injustificable” porque pone además en peligro a los agentes, a los que “podrían querer hacer daño”.  

“Por desgracia, creo que lo que pasará en este caso es que serán detenidas muchas personas que no constituyen una amenaza para la seguridad”, añadió, puesto que los objetivos primarios se esconderán y sólo serán detenidas personas que estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado.

“No veo ninguna razón para anunciarlo, salvo motivos de tipo político”, concluyó.

Esto no tiene precedentes”, coincidió Thomas Kilbride, agente retirado y consejero de ICE, a la cadena Fox News, “pero hay un propósito político detrás”.

Las detenciones desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca han descendido en comparación con los dos primeros años de presidencia del demócrata Barack Obama.

Estas cifras han sido reportadas por la prensa conservadora. Trump, que acaba de lanzar su campaña para la reelección en 2020, cuenta con su imagen de dureza contra los migrantes para seducir a su electorado. Así, la conversación pública sobre las redadas de ICE y el miedo de los indocumentados le favorecería.

Quizá por ello se han exagerado también extraordinariamente las cifras de detenciones. El presidente anticipó “millones”, y el director del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, en inglés), Ken Cuccinelli, reiteró luego que ICE estaba “lista” para “arrestar y deportar a aproximadamente un millón de personas con órdenes finales de expulsión”

ICE no está preparada para una operación de ese calibre, según ha admitido la propia agencia. Además, aunque en Estados Unidos hay 10,5 millones de indocumentados, ICE cifra en 565.892 los fugitivos (migrantes que han desobedecido una orden final de expulsión), según su último informe anual.

La mayor redada planeada recientemente buscaba arrestar a hasta 10.000 personas en una semana. Pero ICE no ha dejado de detener a  inmigrantesEn el año fiscal de 2018 arrestó a 160.000 personas (440 al día), y deportó a 256.000 (700 al día). Es decir, en una semana normal, detiene a más de 2.000 migrantes y deporta a casi 4.000. Cifras muy similares a las anunciadas para esta super-redada.