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Barry se adentra en Luisiana y deja fuertes lluvias e inundaciones a su paso. La amenaza no ha terminado

Las autoridades han alertado a la población del extraordinario peligro que representa el ciclón, cuyo lento avance y densidad podría dejar caer más de 20 pulgadas de lluvia, además de una marejada ciclónica potente y un río que ya amenaza con desbordarse

Barry tocó tierra este sábado cerca de Intercoastal City, Luisiana, como el primer huracán de la temporada atlántica de este año. Pero después se debilitó a tormenta tropical en su llegada a a este estado, tal y comó comunicó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).

Ya provocó daños en distintas áreas de la costa del Golfo del México, y la amenaza todavía no ha terminado. Las autoridades se esperan inundaciones peligrosas en algunas zonas.

A lo largo de este sábado, dinstintas zonas del sur de Luisiana sufrieron fuertes lluvias e inundaciones por el paso de la tormenta. Algunas carreteras se llenaron de agua, y los vecinos de algunas localidades tuvieron que subirse a los tejados de sus casas. Entre las más afectadas estuvo Mandeville, en el lago Pontchartrain. Las precipitaciones azotaron también las costas de Alabama y Mississipi.

Barry provocó cortes de luz que afectaron entre sábado y domingo a decenas de miles de personas en estos tres estados, así como en Texas. En las primeras horas del domingo quedaban sin electricidad 140.000 clientes en Luisiana y 4.000 en Mississipi, según poweroutage.us.

La amenaza prosigue. El NHC ha mantenido en la madrugada del domingo la alerta por marejada ciclópica en la zona entre Ciudad Intracostal y la boca del río Atchafalaya. En el área de Jackson, Mississipi, antes del domingo ya habían caido 3.6 pulgadas (7 centímetros) de lluvia, y se esperaba más para este domingo. Por eso el Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta de inundación para la ciudad y algunos de sus suburbios.

El presidente, Donal Trump, ha invitado en la mañana de este domingo a tener cuidado. "Hay un gran riesgo de inundaciones en muchas zonas de Luisiana y a lo largo de toda la costa del Golfo", escribió.

 Pese a la alarma despertada en Nueva Orleans esta semana, las previsiones parecen descartar de momento que puedan producirse graves inundaciones en la ciudad. El sábado hubo allí lluvias intermitentes y algunos ratos de sol. Para este domingo se prevén entre 2 y 4 pulgadas (entre 5 y 10 centímetros) de lluvia, mientras que anteriormente se avisó de que podrían caer hasta 20 pulgadas (50 centímetros) por el paso de Barry.

 El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, invitó a mantenerse alerta. "Esta tormenta todavía tiene un largo recorrido antes de dejar este estado", afirmó el sábado por la noche. Esta semana, Edwards había destacado el peligro al que se iban a enfrentar los residentes, llamándolo una amenaza triple. “Esto va a ser un evento de lluvia mayor en gran parte de Louisiana”, dijo el gobernador, quien autorizó el despliegue de 3.000 miembros de la Guardia Nacional. "Hay tres formas en que Louisiana se inunda: marejada ciclónica, ríos altos y lluvia. Vamos a tener las tres".

El presidente, Donald Trump, declaró una emergencia federal para Louisiana el jueves por la noche, ordenando la asistencia del Gobierno a los esfuerzos de respuesta de emergencia del estado y las localidades. Frente a la posibilidad de que Barry pudiera afectar además a algunas zonas de Mississipi, el gobernador, Phil Bryant, decidió extender la declaración de estado de emergencia también allí.

El NHC También previo el sábado que en la parte central de la costa del Golfo del México va a haber largas lluvias de fuerte intensidad hasta el principio de la semana que viene .

En Isla Grande, el viernes por la noche no había electricidad. La localidad, que fue evacuada anteriormente, ya estaba sufriendo una parcial inundación. Las autoridades invitaron a la evacuación a unos 10.000 residentes de áreas particularmente expuestas al paso de Barry. Sin embargo, no se previó adoptar esta medida en Nueva Orleans.

Las compuertas contra las inundaciones se cerraron en Nueva Orleasn en previsión de que la crecida del río ponga en riesgo la vida de las personas a lo largo de la costa central del Golfo y en el valle del Bajo Mississippi.

Entre otras recomendaciones, las autoridades locales pidieron a los residentes que tuvieran al menos tres días de suministros a mano y que mantuvieran despejados los desagües pluviales de su vecindario para que el agua pudiera moverse rápidamente.

Los residentes recibieron las primeras buenas noticias el viernes por la noche, cuando se previó que el río Mississippi crecería en Nueva Orleans a unos 17.1 pies (5.2 metros), no a 19 pies (5.8 metros) como se había predicho anteriormente. Los diques que protegen la ciudad varían desde unos 20 a 25 pies (6 a 7,5 metros) de altura.

Para prepararse ante la eventualidad de que haya inundaciones, cuadrillas de obreros estuvieron reforzando los diques en por lo menos dos áreas. Para ello armaron barreras de metal en el Harvey Lock, una parte del dique cerca del Lower 9th Ward, el vecindario destrozado durante Katrina.

Un concierto de la banda de rock The Rolling Stones previsto para la noche de este domingo en el Mercedes-Benz Superdome de Nueva Orleans fue aplazado al lunes. 

A medida que Barry se mueve a través de Luisiana, se espera que se debilite antes de pasar entre la noche de este domingo y el lunes por Arkansas, algunas áreas de Memphis, Tennessee, y de Greenville, Mississippi. Está previsto que este domingo pase a ser una depresión tropical. SIn embargo, las previsiones también alertaron que en su trayectoria hacia el norte podría dejar más lluvias que contribuirían a inflar la cuenca del Mississipi, cuyas aguas fluirán otra vez hacia el sur.