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Todavía hay alrededor de 200 niños no acompañados bajo custodia de Patrulla Fronteriza, según McAleenan

El secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, ofreció acceso inusitado a varios medios, incluyendo Telemundo, a dos instalaciones de la Patrulla Fronteriza en El Paso y Clint, en Texas.
Estados Unidos negocia con países de Centroamérica para frenar migración
JJL01. WASHINGTON (ESTADOS UNIDOS), 11/06/2019.- El secretario en funciones de Seguridad Nacional de EE.UU., Kevin K. McAleenan, comparece este martes ante el Comité Judicial del Senado estadounidense en el Capitolio, Washington D.C (Estados Unidos). Funcionarios del Gobierno estadounidense se encuentran esta semana en Centroamérica para "negociar" acuerdos que eviten que sus ciudadanos tengan que cruzar México y llegar hasta EE.UU. en busca de oportunidades, informó este lunes el secretario de Estado, Mike Pompeo. EFE/ Jim Lo ScalzoEFE / EFE

Clint (Texas).— El secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, dijo este jueves que alrededor de 200 niños no acompañados siguen bajo custodia de la Patrulla Fronteriza, defendió las condiciones en los centros de detención y elogió el impacto “dramático e inmediato” de la labor de México para frenar la emigración ilegal desde Centroamérica.

En entrevista exclusiva con Noticias Telemundo, McAleenan rechazó las acusaciones vertidas contra la Patrulla Fronteriza y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), en general, sobre el maltrato de niños en los centros de detención.

“Revisé los datos hace unas horas y teníamos alrededor de 200 niños no acompañados bajo custodia. La situación ha mejorado significativamente ahora que el Congreso ha actuado sobre una petición de hace tiempo para que nos dé recursos adicionales” para agilizar el procesamiento de niños, explicó McAleenan.

“Han salido varias acusaciones… una es que no tuvimos suficientes cepillos de dientes y pasta de dientes para los niños en el sector de El Paso. Tenemos 29,000 cepillos de dientes en nuestros suministros” y los niños reciben comida tres veces al día y meriendas sin límite, precisó McAleenan.

Según el funcionario, desde que el Congreso aprobó recientemente $4,590 millones, hay más fondos para agilizar el procesamiento de menores no acompañados y trasladarlos a los albergues del Departamento de Salud y Recursos Humanos (HHS).

Sobre agentes implicados en abusos en los centros de detención, McAleenan dijo que su agencia “investiga cada acusación de conducta indebida, cuando a un niño se le ha tratado pobremente bajo nuestra custodia, eso es inaceptable y lo abordamos inmediatamente”.

En los centros de detención, afirmó, los agentes mantienen bases de datos donde graban lo que comen los niños, cuando se les ofrecen duchas, o revisiones médicas, y todo queda sujeto a supervisión de entidades independientes.

McAleenan tiene previsto acudir a una audiencia del Congreso el próximo 18 de julio para trasladar el mensaje de que su agencia sí está rindiendo cuentas, y para invitar a los congresistas a que viajen a la frontera “para que vean con sus propios ojos”.

 “Transparencia” con los medios

McAleenan, que ocupa el cargo de forma interina desde abril pasado tras la renuncia de Kirstejn Nielsen,  viajó hoy al área de El Paso (Texas) en el marco de sus esfuerzos por limpiar la imagen del DHS ante informes de abusos contra menores bajo custodia federal.

 Acompañado de agentes de alto rango de la Patrulla Fronteriza, McAleenan ofreció una inusitada gira a un pequeño grupo de medios nacionales, entre ellos Noticias Telemundo, para que vieran de primera mano las condiciones en el centro de procesamiento en El Paso, y el centro de detención en Clint.

Clint, que tiene capacidad para 106 migrantes, ha estado en el ciclo de noticias por el enorme hacinamiento que registró tras la ola de “caravanas” de migrantes en la frontera sur: en su peor momento en mayo pasado, la instalación al sureste de El Paso albergó a 700. Ahora solo había 16 niños.

En cambio en la estación de El Paso, hay por ahora alrededor de 45 migrantes detenidos, en comparación con los más de 1,500 que hubo en la parte más agria de la crisis migratoria, según los funcionarios.

Las autoridades no permitieron cámaras, dispositivos electrónicos ni acceso directo a los migrantes detenidos en las instalaciones.

En Clint, Noticias Telemundo pudo constatar, por ejemplo, bardas metálicas tras las cuales se alojaban hileras de camarotes y colchonetas, y contenedores de plásticos repletos de espagueti con zanahorias para la cena del día.  

Una funcionaria a cargo de monitorear la instalación cargaba a una niña de dos o tres años, paseándola por el salón y le acariciaba la espalda para apaciguarla.

En las nueve celdas, todas vacías menos dos, pantallas colgadas de la pared mostraban la película "Finding Dory".

Los funcionarios insistieron en que los migrantes tienen acceso a comida, agua, duchas, recreación y servicios médicos. 

También explicaron que mantienen la temperatura a 68 grados Fahrenheit -aunque se sentía más frío-, que no apagan las luces por motivos de seguridad, y que las celdas son como las de otras prisiones, donde el inodoro está unido a una fuente de agua encima.

No es que los migrantes estén bebiendo agua de los inodoros, como han reportado algunos medios,  insistieron. De hecho, el subjefe de la Patrulla Fronteriza para el sector de El Paso, Chris Clem, se inclinó a beber agua de la fuente encima del inodoro.

Cuatro voluntarios, entre ellos Lakeisha Muñiz -una empleada de USCIS de Nueva Jersey, visiblemente frustrada con la cobertura mediática-, se hicieron eco de la buena gestión de la Patrulla Fronteriza, en un claro esfuerzo por controlar los daños. 

McAleenan defendió una y otra vez la labor de los agentes fronterizos, de los cuales más de la mitad son latinos, porque, a su juicio, “hacen lo mejor que pueden en situaciones desafiantes”.

El funcionario también se reunió con ocho alcaldes de ciudades del suroeste del país precisamente para analizar la evolución de la crisis migratoria en la frontera sur.

Pide a México progreso sin pausa

En ese sentido, McAleenan puso énfasis en la labor que ha hecho México desde que suscribió un acuerdo con EEUU el pasado 7 de junio para mejorar la vigilancia en su frontera sur con Guatemala.

Según McAleenan, si el número de cruces ilegales bajaron en junio pasado -según cifras oficiales, bajó un 28% respecto a mayo - se debe en buena medida al impacto “dramático e inmediato” de las medidas de México para frenar el paso de migrantes centroamericanos.

Creo que vamos por buen camino. Con un descenso del 28% en los números de mayo a junio, necesitamos ver ese continuo descenso en julio para sentir que estamos teniendo el progreso correcto”, señaló.

Bajo el acuerdo que suscribió México con EEUU el pasado 7 de junio para evitar aranceles punitivos a sus exportaciones, el gobierno mexicano ha desplegado a la Guardia Nacional a sus fronteras, y ha incrementado el combate contra el crimen organizado.

Las autoridades de ambos países prevén evaluar los resultados del acuerdo para el próximo 22 de julio, mientras continúan negociando una respuesta regional a la crisis.

Asimismo, McAleenan rechazó críticas de que Guatemala no tiene las condiciones para ser un “tercer país seguro” para los migrantes que soliciten asilo, al asegurar que ha viajado a ese país y ha hablado con expertos de Naciones Unidas, y el consenso es que van por el rumbo adecuado.

Por otra parte, McAleenan afirmó que sería impreciso hablar de Honduras como un “Estado fallido” porque las autoridades están “montando un esfuerzo de seguridad significativo”, y la tasa de homicidio se ha reducido por la mitad en los últimos cinco años.

McAleenan defendió la reciente decisión de la Administración Trump de suprimir ciertos fondos para los países del “Triángulo del Norte”, pese a que también dice apoyar inversiones a largo plazo para la prosperidad en Centroamérica.

“Estamos viendo los programas que funcionan, donde obtenemos buenos resultados por esas inversiones” en torno a la creación de empleos, estabilidad y seguridad”, dijo McAleenan, quien ha viajado a la región dos veces en el último mes.

McAleenan evitó hablar sobre las inminentes redadas de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), previstas para el próximo domingo contra personas con órdenes de deportación finales, salvo decir que los agentes solo hacen cumplir las leyes.

Tampoco quiso explicar qué pasará con niños nacidos en EEUU que tienen padres en vías de deportación. Otras fuentes de la Administración han dicho recientemente que estos padres podrían dejar a sus niños en manos de otros familiares, o los niños pasarían a la custodia del HHS.

El funcionario indicó que la Administración Trump sí ha usado alternativas menos costosas a la detención -como exigen grupos pro-inmigrantes- pero el problema es que mucha gente no se presenta a los tribunales de Inmigración y eso daña la integridad del sistema.