Un antiguo campo de trabajadores de petróleo ubicado en una zona rural en Texas se ha convertido en el último centro de detención destinado por la Administración del presidente, Donald Trump, para tener niños migrantes bajo custodia, ha reportado la agencia de noticias The Associated Press.
Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos, el centro, ubicado en Carrizo Springs, ya tiene aproximadamente 225 menores, pero hay planes para expandir las instalaciones y así aumentar la capacidad para albergar al menos 1.300. Si los planes son llevados a cabo, esta unidad podría convertirse en uno de los campos de detención mas grandes del país.
Los niños serán llevados al centro de detención una vez salgan de las estaciones de la Patrulla Fronteriza.
El anuncio se ha hecho este miércoles luego de que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) dijera que ha reducido el número de menores migrantes detenidos de 2.700 registrados el mes pasado a 200.
Sin embargo, esta cifra no representa el número total de menores detenidos actualmente por la Administracion del presidente Trump ya que los niños y adolescentes pasan a estar bajo custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos luego de ser entregados por la Patrulla Fronteriza.
Cifras divulgadas por el Departamento de Salud y Servicios Humanos han indicado que hay, en promedio, 13.000 menores bajo su responsabilidad.
De acuerdo con el gobierno, la unidad proveerá las condiciones para recibir a más menores detenidos por la Patrulla Fronteriza y para evitar que sean llevados a estaciones como la de Clint, también en Texas.
Varios reportes de abogados que defienden a migrantes detenidos por las autoridades han dicho que más de 250 niños se encontraban en celdas en Clint sin comida, agua y medidas sanitarias adecuadas, ha agregado The Associated Press.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos ha afirmado que las instalaciones en Carrizo Springs son cómodas para los niños que esperan ser entregados a familiares o patrocinadores en Estados Unidos.
No obstante, varios activistas de inmigración han vinculado las unidades del gobierno a campos de prisión para niños. Muchos han expresado preocupación sobre la ubicación del lugar, a 110 millas (180 kilómetros) de San Antonio, la ciudad más cercana, ya que podría dificultar la búsqueda de abogados que ayuden a los menores en sus casos de inmigración, ha precisado The Associated Press.
Esta no es la primera vez que instalaciones no diseñadas como centros de detención han sido transformadas para tales fines. En Brownsville, Texas, una vieja tienda de la reconocida cadena de supermercados Walmart fue convertida en un centro de detención de migrantes.
The Associated Press ha dicho que el Departamento de Salud planea pagarle 300 millones de dólares a la organización Baptist Child and Family Services para que se encargue de operar el centro en Carrizo Springs.
Baptist Child and Family Services también era responsable de manejar el centro de detención en Tornillo, Texas, el cual ha sido descrito como un “campamento de carpas” y empezó a funcionar el verano pasado.
Tornillo llego a tener aproximadamente 2.800 niños antes de que fuera clausurado en enero de 2019, ha informado The Associated Press.