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Trump violó la Constitución por su uso de la red social Twitter

Una Corte de Apelaciones critica que el mandatario debe respetar la libertad de expresión. Le explicamos qué es lo que hizo mal Trump.

WASHINGTON.— El presidente Donald Trump violó la Primera Enmienda de la Constitución al bloquear en 2017 a algunos críticos en su cuenta de Twitter y debe desistir de esa práctica, según un dictamen emitido hoy por un tribunal federal en Nueva York.

El Segundo Circuito de Apelaciones reafirmó de forma unánime una decisión de 2018 de un tribunal de menor instancia en el distrito sur de Nueva York, que determinó que la cuenta de Trump en Twitter es un “foro público” y, por lo tanto, los comentarios allí vertidos están protegidos por la Primera Enmienda.

El dictamen se suma a la racha de decisiones judiciales que desde 2017 han rechazado o bloqueado algunas medidas de la Administración Trump en varios frentes.

En teoría, Trump podría apelar también esta decisión y llevar el caso ante el Tribunal Supremo, o abrir una cuenta privada en Twitter.  

Ni la Casa Blanca ni el Departamento de Justicia han indicado aún cuáles serán los próximos pasos.

Desde antes de lanzarse a la presidencia en 2016, Trump ha sido un ávido usuario de las redes sociales, en particular de Twitter, y la ha utilizado como herramienta para comunicar sus decisiones, comentarios, y ataques contra críticos dentro y fuera de Estados Unidos.

El tribunal precisó que como la cuenta del mandatario ahora es pública, cualquier comentario colocado allí está protegido por la Constitución, que garantiza la libertad de expresión. Cuando deje la presidencia, agregó, la cuenta volverá a ser privada.

“Concluimos que la Primera Enmienda no permite que un funcionario público, que utiliza una cuenta en las redes sociales para cualquier propósito oficial, pueda excluir a personas de un diálogo en línea que por lo demás es abierto, sólo porque expresan puntos de vista con los que el funcionario no está de acuerdo”, explicó el tribunal en su dictamen.

Victoria para la libertad de expresión

El dictamen es una victoria para grupos defensores de la libertad de expresión y además tira un balde de agua fría a los esfuerzos de la Administración por silenciar a críticos.

El caso llegó al tribunal tras una demanda que presentó en 2017 el “Instituto Knight para la Primera Enmienda”, de la Universidad de Columbia, en nombre de siete usuarios en Twitter que Trump bloqueó ese año porque lo habían criticado a él o sus políticas.

 En un comunicado, el director ejecutivo del Instituto Knight, Jameel Jaffer, señaló que las cuentas en redes social de funcionarios públicos figuran ahora entre los foros de discusión política más significativos en el país.

“Esta decisión asegurará que la gente no será excluida de estos foros simplemente por sus puntos de vista, y que los funcionarios públicos no están protegidos de las críticas de sus votantes. La decisión ayudará a asegurar la integridad y vitalidad de espacios digitales que son cada vez más importantes en nuestra democracia”, enfatizó Jaffer.

En un dictamen del 23 de mayo de 2018, la jueza federal del distrito sur de Nueva York, Naomi Buchwald, rechazó los argumentos de la Administración de que la Primera Enmienda no aplicaba a la cuenta de Trump porque él estaba actuando como un ciudadano privado.

En su decisión de 75 páginas, Buchwald dijo que Trump, como funcionario del gobierno federal, no está exento de las obligaciones constitucionales de permitir la libre expresión de ideas, así sean opuestas y que, en todo caso, “ningún funcionario del gobierno, incluyendo el presidente, está por encima de la ley”.

Tras la decisión de Buchwald, Trump desbloqueó a los críticos pero apeló el dictamen y llevó el caso al Segundo Circuito de Apelaciones.

El Departamento de Justicia había argumentado desde el principio de la querella legal que la cuenta de Trump era privada, por lo que presuntamente no le aplica la Primera Enmienda, pero el tribunal no aceptó esa justificación.

Si bien la cuenta era privada antes de que Trump se lanzara a la política, una vez que asumió la presidencia y comenzó a usarla para asuntos oficiales, entonces ahora la cuenta tiene todas las señales de una “cuenta oficial”, indicó el dictamen de hoy.

El tribunal además quiso darle lecciones de tolerancia a Trump, al señalar que ante el clima de hostilidad política en el que toda acción del gobierno y de sus funcionarios genera un “debate robusto”, es mejor ampliar el diálogo que cerrarse a opiniones que resulten “desagradables”.

“Este debate abarca una gama de ideas y puntos de vista extraordinariamente amplia, y genera un nivel de pasión e intensidad que rara vez se ha visto. Este debate, que con frecuencia puede ser tan incómodo como desagradable es, sin embargo, alguno bueno”, indicó el documento judicial.

“Al resolver esta apelación, le recordamos a los litigantes y al público que si la Primera Enmienda significa algo, significa que la mejor respuesta a expresiones desagradables sobre asuntos de interés público es más diálogo, no menos”, subrayó.  

En declaraciones a Noticias Telemundo, Susan Bloch, experta en política y asuntos constitucionales del Centro de Leyes de la Universidad de Georgetown, dijo que el dictamen “ha sido bastante claro: el presidente no puede seleccionar quiénes pueden o no participar en su cuenta” en Twitter.

El tribunal “ha querido enseñarle lo que significa la Primera Enmienda” y que, como presidente, debe respetarla, puntualizó la académica.