El flujo de migrantes que entran en territorio de México por la frontera sur es incesante. Y las condiciones del viaje pueden ser realmente extremas. Así ocurrió en el caso de 228 centroamericanos, interceptados por las autoridades en el estado de Chiapas. Viajaban hacinadas en un solo camión.
La Secretaría de Seguridad y Protección CIudadana (SSPC) de México informó este lunes en un escueto comunicado que estas personas fueron detenidas cuando agentes federales realizaban “una revisión de rutina” en un tramo de la carretera 2540. Distintos medios informan que se encontraban en el municipio de Cintalapas.
El vehículo parado fue un “tractocamión” acoplado a un “semirremolque tipo jaula”, apto para transportar refrescos. Los migrantes, procedentes de Guatemala, Honduras y El Salvador, estaban todos escondidos allí. Según algunos medios locales, entre ellos había menores.
El comunicado de la SSPC asegura que recibieron atención médica y luego quedaron bajo la responsabilidad del Instituto Nacional de Migración (Inami), que se encargará de explicarles cómo tienen que hacer para volver a sus respectivos países de origen.
Los agentes que realizaron el control también detuvieron al conductor del camión y a un acompañante. Ambos quedaron a disposición de las autoridades, que tendrán que “determinar su situación jurídica.
El vehículo tenía el logo de la multinacional de refresco Pepsi. La empresa negó que el camión perteneciera a su flota y que el conductor trabajara para ella, según reportaron distintos medios locales.
En los últimos días, las autoridades mexicanas han informado constantemente sobre las detenciones de migrantes centroamericanos a lo largo y ancho del país, asegura la agencia EFE.
El Gobierno intensificó estas operaciones después de llegar a un acuerdo con Estados Unidos para evitar que este país cargara los productos importados desde México con nuevos aranceles, tal y como había amenazado el presidente, Donald Trump, en el caso de que no bajara la presión migratoria en la frontera compartida entre ambos.
El acuerdo se alcanzó el pasado 7 de junio. México ha intensificado sus esfuerzos para detener migrantes con la presencia de la Guardia Nacional -un nuevo cuerpo de seguridad compuesto por militares, marinos y policías- y más agentes migratorios en la frontera sur.
Según el Inami, de mayo a junio las deportaciones se incrementaron un 32,7 %. En este periodo, la cifra de extranjeros devueltos a sus países de origen pasó de 16.507 a 21.912.
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