IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Por qué no hubo alerta sísmica en Los Ángeles tras los últimos dos potentes temblores

El sistema funcionó como debía. Entonces, por qué no alertó a nadie tras los últimos dos temblores de 6,4 y 7,1.

Dos potentes sismos sacudieron el sur de California en días recientes, causando conmoción en las calles de Los Ángeles, donde miles de personas tuvieron que evacuar altos edificios repletos de oficinas, salas de cine y hasta estadios deportivos.

Sin embargo, nadie fue alertado por la aplicación de teléfono móvil ShakeAlert, que desde su lanzamiento en enero se había promovido como un sistema que podría avisar a la población con algunos segundos de anticipación, si un terremoto destructivo se aproximaba.

El jueves un temblor de magnitud 6,4 en escala de Richter golpeó Ridgecrest y el viernes otro de 7,1, pero la alarma no sonó.

El sistema, no obstante, funcionó como estaba previsto que lo hiciera. Entonces, ¿Por qué se mantuvo en silencio?

Porque en Los Ángeles, a más de 100 millas del epicentro del sismo en el desierto de Mojavee, la fuerza del movimiento telúrico llegó diluida.

California es un estado donde tiembla prácticamente diario. Eso quiere decir que cualquier alerta debe superar un umbral mínimo para evitar que se envíen avisos de temblores que no se sentirán ni supondrán ningún peligro.

"Imagina que tienes 10 ShakeAlerts en tu teléfono por terremotos realmente pequeños, que pueden no afectarte", dijo a la cadena de noticias The Associated Press Robert de Groot, del Servicio Geológico. "Si las personas se saturan con estos mensajes, hará que a las personas no les importe tanto".

El sistema no predice terremotos. Más bien, detecta que se está produciendo uno, calcula rápidamente los niveles de intensidad esperados y envía alertas que pueden emitir advertencias, que van desde varios segundos hasta tal vez un minuto antes de que el temblor dañino alcance lugares fuera del epicentro.

El sistema ShakeAlert se ha construido esencialmente en California y, en general, se ha completado en un 55%, y gran parte de la instalación restante de estaciones de sensores sísmicos se hará en el noroeste del Pacífico, dijo de Groot.

Las áreas que tienen la cantidad adecuada de sensores incluyen el sur de California, el área de la bahía de San Francisco y la región de Seattle-Tacoma, reportó The Associated Press.

Dependiendo de la distancia, ese podría ser el tiempo suficiente para reducir la velocidad de los trenes, detener las máquinas industriales, poner en marcha los generadores, retirar un cuchillo quirúrgico de un paciente o decirle a los estudiantes que pongan en práctica los ejercicios del simulacro.

Para que las alertas sean útiles, la entrega debe ser oportuna, y eso es un problema con la tecnología actual del teléfono.

Para la entrega de teléfonos celulares, el Servicio de Geología finalmente intenta usar el mismo sistema que entrega las Alertas Amber, enviando señales a todos los que están al alcance de las torres de teléfonos celulares en áreas definidas donde se espera una sacudida dañina.

Los programas piloto con usuarios seleccionados han estado en marcha durante varios años.

En octubre, Geología anunció que el sistema estaba listo para ser utilizado ampliamente por empresas, servicios públicos, escuelas y otras entidades luego de una actualización de software que reducía los problemas, como las alertas falsas, generalmente causadas por un gran terremoto en algún lugar del mundo que se identificó erróneamente como un terremoto local.

Actualmente, la única notificación pública masiva es posible a través de una aplicación móvil desarrollada para la ciudad de Los Ángeles y funcional solo dentro del Condado de Los Ángeles, esta es Shake Alert.

Relacionado:

No se confíe: el fuerte terremoto en California aumenta el peligro del ‘Big One’

Un terremoto de 7,1 grados de magnitud azota el sur de California después de los temblores del jueves

Réplicas de sismo de 7,1 en California podrían durar meses