Un nuevo, potente, terremoto sacudió el sur de California a las 8.20 de la noche de este viernes hora local (11.20 pm EST). El sismo registrado fue de una magnitud de 7,1 grados en la escala abierta Richter, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
Las autoridades aseguraron que el temblor provocó lesiones leves a personas, incendios, daños estructurales y obligó al corte de carreteras en algunas zonas, pero no se registraron víctimas mortales o heridos graves. El tremor se sintió también en Los Ángeles y Las Vegas, así como en otras áreas, hasta en México.
El epicentro del terremoto se situó 10 millas (17 kilómetros) al norte-noreste de Ridgecrest, una localidad de 27.600 habitantes ubicada a unas 150 millas (250 kilómetros) de Los Ángeles. Un día antes, se registró en la misma zona el que hasta este viernes había sido indicado por los sismólogos como el temblor más poderoso de la región en dos décadas. Pero este ha sido más fuerte.
Según los primeros datos proporcionados por el USGS, el sismo se detectó a 17 kilómetros de profundidad (no de 0,9 km como se había indicado inicialmente de acuerdo con una información de la agencia EFE). En un principio, The Associated Press indicó que el USGS había rebajado la magnitud de 7,1 a 6,9 grados.
Después de este potente temblor, se han seguido registrando en el área afectada distintas réplicas, tal y como pasó desde el pasado jueves. La más fuerte hasta el momento ha sido de 5,5 grados de magnitud, con epicentro situado a 15 kilómetros de Little Lake, reporta el servicio geológico.
En Ridgecrest y alrededores, hubo cortes de electricidad que dejaron a "varios miles de personas" sin luz, según The Associated Press. Fue necesario interrumpir la circulación en algunas carreteras.
También se reportó que había habido daños graves en algunos edificios. Uno de ellos colapsó en la pequeña localidad de Trona, según informaron las autoridades. Allí hubo problemas de abastecimiento de agua, y la policía hizo un llamamiento a llevar botellas a los residentes.
El jefe de los bomberos del condado de Kent (donde se ubica Ridgecrest), David Witt, dijo que hubo varias llamada para pedir ambulancias, pero no se registraron muertes o heridos graves.
Jed McLaughin, jefe de la policía de esa localidad, dijo que hubo un cierto número de lesiones menores, aunque no especificó cuantas. Además, dijo que se registraron dos incendios apagados rápidamente y algunas líneas de gas cortadas.
Los bomberos del condado de San Bernardino, colindante con el de Kent, aseguraron en un tuit que el temblor provocó el movimiento de casas, grietas en los cimientos y paredes de contención caídas.
También comunicaron que había un herido leve, que ya estaba siendo atendido. En un tuit posterior, afirmaron que un primer informe “destacaba que los daños eran mayores que los provocados por el terremoto del jueves”.
Después, comunicaron que habían detectado distintas fugas de gas. Por consecuencia, arreglaron las que pudieron y evacuaron a los residentes cuyas viviendas estaban afectadas de manera más grave. De momento, afirmaron, no se detectaron incendios. "Las primeras luces del día nos permitirán tener una idea mejor de los daños sufridos", tuitearon.
El departamento de los bomberos de Los Ángeles excluyó “daños severos a las infraestructuras” y confirmó que no hubo fallecidos ni heridos graves. Pero sí se detectaron problemas menores como cables desconectados y cortes de electricidad en algunas áreas de la ciudad, según agregó.
El terremoto se produjo justo cuando en la ciudad se estaba jugando un partido de baseball entre los Los Ángeles Dodgers y los San Diego Padres. El estadio pareció estar temblando durante casi un minuto, según NBC News. "Todos empezaron a saltar encima de nosotros para huir, contó David Earle, uno de los espectadores.
El sismo se sintió también en otras áreas, como Sacramento y Las Vegas. Allí se estaba celebrando un partido de verano de la NBA entre los New Orleans Pellicans y los New York Knicks. El evento deportivo se suspendió.
A raíz del terremoto de este viernes, el gobernador de California, Gavin Newson, anunció que pidió al presidente, Donald Trump, una declaración de estado de emergencia, para que la región pueda acceder a fondos federales y así hacer frente a la situación con ulteriores recursos. Newson ha declarado este sábado el estado de emergencia para el condado de San Bernardino.
Horas antes, aseguró que había activado la Oficina de los Servicios de Emergencias de California en su máximo grado de alerta. El director de este servicio, Mark Ghillarducci, afirmó que podría haber otros daños en la región, pero no se podría saber antes que fuera de día.
Este jueves, un primer terremoto de 6,4 grados de magnitud sacudió el sur de California. Se trató del sismo más fuerte registrado desde octubre de 1999. En las horas posteriores la tierra volvió a temblar una y otra vez. Una de estas réplicas sorprendió al reportero de Telemundo Guadalupe Venegas mientras estaba informando en vivo sobre las consecuencias de estos temblores.
La sismóloga Lucy Jones explicó en Twitter que el temblor de 7,1 grados de este viernes estaba en la misma secuencia del terremoto del día anterior. Dijo que había una posibilidad sobre 20 de que a un sismo como ese le siguieran otros más fuertes, y justo se produjo esa posibilidad.
Ahora, agregó la experta, hay "una posibilidad sobre 10" de que pueda repetirse otro temblor de 7 grados de magnitud en la misma área. Pero sí cree que réplicas de 5 grados son "probables" y de 6, " bastante posibles".
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