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Tres jóvenes hermanas asesinaron brutalmente a su padre mientras dormía. Pero había un tenebroso motivo

Tienen 17, 18 y 19 años, y podrían pasar toda su juventud en la cárcel. Pero si el crimen lo hubiera cometido un hombre, la historia podría ser muy diferente.

El caso de tres hermanas acusadas de asesinato por matar a su padre tras sufrir años de abusos ha causado una ola de protestas en todo el mundo contra la forma de tratar los casos de violencia doméstica en Rusia.

En julio del año pasado, María, Angelina y Krestina Khachaturyan, entonces de 17, 18 y 19 años golpearon y apuñalaron a su padre Mikhail, de 57 años, mientras dormía en un sillón en el apartamento de la familia en el norte de Moscú. Luego se entregaron a la policía y aseguraron que creían que sus vidas corrían peligro si no mataban al hombre.

Los investigadores determinaron que las hermanas eran golpeadas casi a diario por su padre, quien también las abusaba sexualmente. El día del homicidio, el hombre las encerró en una habitación y las roció con spray de pimienta, de acuerdo con un reporte de Associated Press.

La madre de las hermanas, Aurelia Dunduk, dijo a la prensa rusa que Mikhail Khachaturyan la golpeaba regularmente, incluso con un bate de béisbol, antes de expulsarla de la casa en 2016 y que la policía se negó a presentar cargos cuando ella lo denunció. Su ex esposo también amenazó con matarla si las hijas se iban a vivir con ella, reportó el diario británico The Guardian.

El hombre tenía un trastorno neurológico, poseía un arsenal de armas blancas y de fuego y los vecinos sabían que disparaba dentro de su propiedad.

En el año anterior al ataque, las hermanas asistieron a menos de dos meses de clases en total, pero la administración escolar no intervino.

A pesar de que los fiscales reconocieron las circunstancias extraordinarias del homicidio, las hermanas Khachaturyan fueron acusadas el mes pasado de asesinato premeditado y podrían enfrentar hasta 20 años de cárcel, en un caso que ha puesto los reflectores sobre la forma en que el sistema judicial ruso maneja los casos de violencia doméstica y abuso sexual.

En 2017 el presidente Vladimir Putin firmó una ley que despenaliza algunas formas de violencia doméstica, que no tiene una definición fija en la legislación rusa. La policía suele hacer la vista gorda a los casos de abuso doméstico, mientras las órdenes de restricción, o no se emiten o no se aplican por lo general.

Bajo la ley rusa actual, la violencia contra un cónyuge o hijos que no da lugar a fracturas se castiga con una multa de 30,000 rublos (unos 470 dólares) o una sentencia de cárcel de 15 días. Los grupos de derechos humanos dicen que el castigo promedio es de solo una multa de 5,000 rublos (78 dólares).

Sumado a esto, está la creencia arraigada de que las golpizas son una señal de afecto. “Si te pega quiere decir que te quiere”, dice un refrán popular.

De acuerdo con grupos de derechos humanos esa percepción está cambiando tras casos ampliamente publicitados como el de Margarita Gracheva, cuyo esposo, quien había sido previamente denunciado a la policía por amenazas de violencia, la llevó a un bosque y le cortó ambas manos. Gracheva fue acusada en las redes sociales de "provocar" a su marido, quien fue condenado a 14 años de prisión el año pasado.

Un poco antes, un hombre en Votkinsk, en el centro de Rusia, que apuñaló a su esposa frente al hijo de cinco años de la pareja, salió en libertad después de que un tribunal cambiara los cargos de asesinato a "crimen pasional".

En el caso de las tres hermanas, más de 200,000 personas han firmado una petición en internet pidiendo a la fiscalía a retirar los cargos de asesinato, que podrían conllevar a penas severas. Se han producido manifestaciones afuera de más de 20 embajadas rusas en todo el mundo, pero una programada para Moscú fue cancelada por falta de permiso de las autoridades.

Alexei Parshin, abogado de una de las hermanas de Khachaturyan, dijo que están bien, viven separadas con sus familiares, bajo estrictos toques de queda, y tienen prohibido comunicarse entre sí antes del juicio, que se espera comience en agosto, dijo a The Guardian.

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