Una madre, desconsolada, se fue a dormir agotada de llorar la muerte inesperada de uno de sus hijos. Otro de ellos viajó a su casa a reconfortarla. A la mañana siguiente, la tragedia se ahondó con una noticia devastadora.
Scott Bellis, de 29 años, falleció presuntamente debido a una sobredosis, según ha informado la prensa británica. Su madre, Rosemary Davies, ya había notado en mayo que Bellis no estaba atravesando un buen momento, y le había suplicado que se fuera a vivir con ella una temporada.
El joven era alcohólico y había tratado de rehabilitarse, según su madre. Rechazó la invitación y se fue a dormir a su casa, en Bradley (Reino Unido). A la mañana siguiente, estaba muerto.
Booby Jones, otro de sus cinco hijos, acudió a consolar a su madre tras la tragedia. Acompañado por su novia, Fallon, esa noche se quedó a dormir en el hogar de la mujer.
“Hablamos hasta las dos de la madrugada, luego me fui a la cama. A las cinco estaba llorando en mi cama, tratando de no despertar a nadie porque Bobby and Fallon estaban durmiendo abajo en el sofá-cama”, ha explicado la mujer.
“Pero, a las 7:55 AM, escuché gritar a Fallon; bajé las escaleras y me encontré con que Bobby tenía sangre coagulada en la boca y estaba frío”, añadió.
“La noche de la muerte de Scott terminó siendo la víspera de la muerte de Robert”, concluyó.
Terminó celebrando el funeral de sus dos hijos a la vez: “Me sentía como para saltar a la tumba con ellos”, explica, pero Bellis tiene un hijo de seis años, Leo,al que hay que cuidar. “Mi corazón está roto, pero él lo llenará”, explicó la mujer, que es su tutora legal.
Ahora, además, se dice preocupada por cómo pagar el funeral de sus hijos (cuyas causas de fallecimiento se desconocen), que ascendió a casi 9.000 dólares.