33 personas viajaban el martes por la noche escondidos en un camión intentando cruzar la frontera entre México y EEUU en Arizona. Entre ellas, había también 12 menores de edad y una mujer embarazada. La Patrulla Fronteriza los interceptó cuando ya estaban en territorio estadounidense. La temperatura dentro del vehículo estaba a casi 100 Fº.
Los agentes fronterizos pararon el camión en un puesto de control de inmigración de la carretera interestatal 19, en Nogales. Fue a la hora de inspeccionar el vehículo, que tenía un remolque dotado de un sistema de refrigeración e iba cargado de productos procedentes de México, cuando encontraron a los inmigrantes.
Los 33 viajeros, de nacionalidad mexicana y salvadoreña, estaban bloqueados en el interior, sin posibilidad de salida. El conductor del camión, un mexicano de 37 años, había desactivado el sistema de refrigeración. Ello provocaba “un peligro inminente” a las personas encerradas dentro, según un comunicado de la Patrulla Fronteriza que detalla el caso.
El conductor fue arrestado, con la acusación de ser un traficante de personas. Los migrantes fueron trasladados a unas instalaciones de la Patrulla Fronteriza. Se les procesará por violación de las leyes de inmigración.
La Casa Blanca publicó este miércoles en su cuenta de Twitter un hilo para agradecer el trabajo de los agentes fronterizos. “¡Han potencialmente salvado vidas!”, afirma uno de los tuits. En otro se asegura que entre los migrantes denunciados había también un hombre condenado.
Poco después de esos mensajes, el agente en jefe de un centro de detención de la Patrulla Fronteriza de Tucson, Arizona, colgó en la misma red social un vídeo donde se invita a los espectadores a seguirle en una visita guiada virtual por ese lugar.
El objetivo de la grabación es desmentir que los inmigrantes detenidos en centros como ese estén en condiciones inaceptables, tal y como denunciaron algunos congresistas, un grupo de abogados y distintos reportajes en medios de comunicación.
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