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Un gigantesco cocodrilo merodea el Río Grande. Los migrantes cruzan igual

"Lo ven de vez en cuando y los mira de vuelta”. Una amenaza con dientes merodea el Río Grande. Pocos migrantes saben de su existencia, pero está lejos de ser el mayor de sus problemas.

Una amenaza con dientes merodea el Río Grande. Un enorme reptil de seis pies de largo ha sido captado en video por agentes de la Patrulla Fronteriza en el sur de Texas, al otro lado de Piedras Negras, en el estado mexicano de Coahuila.

A pesar de ser una amenaza para los migrantes, pescadores y las autoridades que patrullan la zona, el animal no puede ser enviado a ningún otro sitio, pues ese es su hábitat y la ley ambiental lo protege.

No se suelen ver cocodrilos en el río que divide a Estados Unidos de México, pero este magnífico espécimen ha merodeado la frontera durante años, dijeron agentes de la Patrulla Fronteriza que hablaron con el medio digital The Washington Examiner.

“Nunca ha mordido a nadie. Los muchachos que patrullan en el bote lo ven de vez en cuando y los mira de vuelta”, dijo Jon Anfinsen, vicepresidente del capítulo del Río del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, al medio citado.

Las autoridades mexicanas han advertido a los migrantes que piensan cruzar el río, pero negaron que sean animales violentos por naturaleza, a menos de que se les moleste.

“Aunque no son de esta región, seguramente personas que compraron un lagarto como mascota en estados como Luisiana o Florida, al verlos crecer los sueltan en los ríos, por lo que es mejor dejarlo ahí, al fin de cuentas, desde hace más de 25 años existen cocodrilos en el río Bravo”, dijo Juan Guadalupe Garza, subdelegado estatal de Medio Ambiente, al diario La Vanguardia.

Aun así, nadie le ha puesto un nombre al gigantesco reptil.

Como sus contrapartes estadounidenses, México ha descartado sacar a los cocodrilos del río porque, aunque no son originarios de ahí, ya se están adaptando.

Si bien un carnívoro de ese tamaño supone un peligro para cualquiera que intente cruzar nadando el río, el verdadero peligro para los migrantes históricamente ha sido el río mismo.

La semana pasada, la poderosa corriente del Río Grande, o Río Bravo como se llama en México, arrastró a un migrante de 25 años junto con su hija de 23 meses. Los cuerpos de Óscar Alberto Martínez y su hija Valeria fueron hallados en la ribera, abrazados bajo la misma camisa.

Unos días después, una mexicana de 19 años se ahogó en un canal cercano al río en Clint, Texas. Natividad Quinto Crisóstomo, originaria de Michoacán, se iba a reencontrar con su esposo en Arkansas, también un inmigrante mexicano.

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