Anna Ramírez, de 27 años, y su gemela idéntica estaban listas para un fin de semana que prometía diversión. Era sábado y acababa de publicar una foto de ellas con otros dos amigos en la red social Facebook: “Conoces la vibra”, decía el encabezado y añadía tres emoticones, cara con lentes oscuros, dedos cruzados y el número 100 subrayado en letras rojas.
Horas después, se declaraba la muerte de Anna en una sala de hospital.
Cuando la policía llegó, las manchas de sangre todavía eran visibles en la camisa de su hermana, Amanda Ramírez, reportó el diario The Washington Post.
La policía del condado de Camden, Nueva Jersey, dijo que en un inicio Amanda había negado haber apuñalado a su hermana, la mañana del sábado en los departamentos Centennial Village de esa ciudad. Luego, admitió haberla apuñalado en defensa propia, según ha reportado la agencia de noticias The Associated Press.
Sin embargo, los fiscales dicen que sus declaraciones se contradicen con el testimonio de una mujer que vio a las hermanas pelear, aunque observó el momento en el que fue apuñalada.
Según The Washington Post, citando documentos de la corte, Amanda había ofrecido tres versiones de los hechos, incluida la última en la que confesaba haberle clavado un cuchillo a su hermana en el pecho.
En la primera versión, ella se habría encontrado a su hermana, despeinada y desaliñada, en una avenida de Camden. Tras recogerla, comenzaron a pelear y al llegar a casa habría colapsado y empezado a sangrar.
La segunda, dijo que habían pasado la noche bebiendo en la casa de una prima, cuando su hermana se empezó a sentir mal, la mañana del sábado. Luego, dijo que llamó por teléfono al número de emergencias 911 cuando su hermano colapsó y empezó a sangrar del pecho.
Finalmente, Amanda dijo que después de pelear Anna la había atacado al llegar al departamento y que incluso la había tirado al suelo. Luego, al ver que su gemela intentaba coger un cuchillo logró someterla, y se lo enterró en el pecho.
Los detectives dijeron que habían encontrado un cuchillo con rastros de sangre en el departamento.
Anna tenía tres hijas. En su obituario, su familia la describió como una hija, hermana, madre, sobrina y tía amorosa. “Anna trabajó muchos años en el área de la salud como una asistente de enfermera certificada. Amaba pasar tiempo con su familia y era una madre devota”, se lee en la página web del servicio funerario.
El defensor público de Amanda Ramírez dice que ella no mató intencionalmente a su hermana y trató de liberarla en arresto domiciliario. Sin embargo, el juez la retendrá en prisión hasta el inicio de su juicio por homicidio involuntario agravado.
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