IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Este refugiado vivió dos años escondido en el sótano de una iglesia. Ahora se salva de la deportación

Kadhim Albumohammed, veterano de la guerra de Irak, llegó a EE UU como refugiado en 1994. A pesar de ayudar al Ejército, las autoridades le quisieron deportar en 2017. "Estar bajo tierra durante dos años es muy difícil, solía estar para mis hijos, pero hace casi dos años que no salgo ni veo el sol"
El Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) en una foto de archivo.
x-defaultAP / AP

Tras vivir dos años en el sótano de una iglesia para no ser deportado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés), Kadhim Albumohammed, de 66 años y residente en Albuquerque (Nuevo México), refugiado iraquí y veterano de la guerra de Irak, dejó este miércoles su régimen de "santuario" al ser reconocido por la Junta de Apelaciones de Inmigración como veterano de guerra.

Albumohammed llegó a EE UU como refugiado en 1994, procedente de Irak. Este miércoles, junto a su equipo legal y a la Coalición de Fe para la Justicia de los Inmigrantes de Nuevo México, Albumohammed anunció que la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA, en inglés) le permitió abandonar la iglesia donde se resguardaba. "Estar bajo tierra durante dos años es muy difícil, solía estar para mis hijos, pero hace casi dos años que no salgo ni veo el sol", explicó el iraquí durante una rueda de prensa.

Relacionado: Mantener a migrantes en ciudades santuario podría ayudarlos a permanecer en el país

Albumohammed, que anteriormente trabajó con el Ejército estadounidense en el entrenamiento de tropas para los despliegues en Irak, ingresó en el santuario después de que los agentes de inmigración comenzaron a "acosarlo". A pesar de que pasó años ayudando al Ejército de Estados Unidos, las autoridades le ordenaron que se presentara en Inmigración para ser deportado en julio del 2017.

Activistas y miembros de la comunidad realizaron una protesta pacífica frente a la oficina de ICE el día de su cita, lo que provocó que, además de entrar en la iglesia, el iraquí se uniera a una demanda colectiva que interpuso la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, en inglés). Esta demanda ganó un recurso judicial gracias al cual se detuvo la deportación de más de 100 iraquíes en 2017.

El futuro de Albumohammed podría ser similar al de otros 1.400 ciudadanos iraquíes en los Estados Unidos, que podrían ser enviados de vuelta a su país en cualquier momento bajo las nuevas políticas de la administración del presidente Donald Trump.

730 días en un sótano

Durante dos años, la Coalición de Fe para la Justicia de los Inmigrantes de Nuevo México coordinó el acompañamiento del refugiado las 24 horas de cada día. Durante ese tiempo, cientos de miembros de la comunidad tomaron turnos de 4 ó 12 horas semanalmente para dar testimonio de una hipotética detención de ICE.

Albumohammed dijo que durante 730 días vivió en el sótano de la iglesia, por lo que se perdió muchos eventos importantes en la vida de sus hijos, incluida la graduación de para pertenecer a la Marina estadounidense de su vástago Austin. También, estuvo ausente a la graduación de secundaria de su hija Courtney, a la boda de su hijo Ali y, trágicamente, al funeral de su hijo Jafar.

Con la reciente decisión de la Junta de Apelaciones de Inmigración, su orden de deportación ha sido eliminada y puede volver a solicitar la residencia permanente a través de un hijo y de su esposa que son ciudadanos norteamericanos. "En estos últimos años he tenido que crecer mucho, hago las cosas por mi cuenta y ahora no me siento tan sola porque recuperé a mi papá", expresó Courtney, hija de Albumohammed. 

RELACIONADO:

Una iglesia cuáquera de Nuevo México da refugio a inmigrante hondureña

Esta es la forma en que agentes de ICE han logrado evitar políticas de ciudades “santuario”