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Maduro se compromete a atender recomendaciones de Bachelet

“Fue profundamente doloroso el anhelo de los familiares por obtener justicia por graves violaciones de los derechos humanos (…) Sus historias son desgarradoras, todos demandan justicia”

El mandatario venezolano Nicolás Maduro anunció este viernes que se comprometió con la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, a aceptar sus sugerencias y recomendaciones para mejorar el respeto a las garantías individuales, en medio de una profunda crisis económica y política en Venezuela.

Tras la reunión de dos horas con Bachelet, Maduro dijo a la prensa que con la visita de tres días al país de la expresidenta chilena, que aseguró que actuó con plena libertad, se dio un “primer paso de acercamiento” entre el organismo y su gobierno para una relación “fluida” y de “cooperación”, reportó la agencia de noticias The Associated Press.

Maduro se quejó de las tensas relaciones que mantuvo con el antecesor de Bachelet, Zeid Ra'ad Al Hussein, a quien señaló de haber utilizado la oficina del Alto Comisionado de la ONU como un “punto político contra la Revolución” Bolivariana de Venezuela.

“No defendía ni sabía representar la altura y honor de ese cargo, y dañó las relaciones con el gobierno venezolano”, agregó.

Maduro admitió que podría haber criterios diferentes entre su gobierno y la oficina de la alta comisionada, y se comprometió a tomar en cuenta todos sus planteamientos.

“Ojalá el espíritu de esta visita prive para unas nuevas relaciones”, dijo.

Maduro recibió a Bachelet en uno de los salones del palacio presidencial, donde también estuvo presente la primera dama Cilia Flores, según imágenes que difundió la estatal Venezolana de Televisión.

Luego de su encuentro con el mandatario la alta comisionada partirá hacia el aeropuerto internacional Simón Bolívar, donde ofrecerá declaraciones a la prensa antes de salir del país.

Más temprano, varios cientos de manifestantes, activistas por los derechos humanos, y miembros de partidos políticos se concentraron frente al edificio donde se encuentran las oficinas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el este de la capital, para exigir acciones a Bachelet.

La manifestación del viernes se llevó a cabo horas después del encuentro que sostuvo la alta comisionada con el líder opositor y jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, y miembros del Legislativo en el último día de su visita al país.

Al final de la reunión Guaidó dijo a la prensa que Bachelet le anunció que establecerá en el país una oficina temporal para dar seguimiento a la situación de los derechos humanos y que sus funcionarios puedan visitar algunos estados del interior.

Guaidó, que ha sido reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países, incluido Estados Unidos, afirmó que la visita de la alta comisionada es “fundamental” para dar a conocer la dimensión de la situación de Venezuela, que aseguró está “al borde de la catástrofe”.

“Nuestro reto es continuar en las calles”, dijo Guaidó, al remarcar que la oposición mantendrá las protestas para presionar la salida de Maduro.

Poco después la expresidenta chilena acudió a la sede de la Cancillería para sostener una reunión con el presidente de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, y otros integrantes de ese cuerpo.

El activista Rafael Uzcátegui, coordinador de la organización Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos, dijo el viernes a la prensa que Bachelet anunciaría la instalación en el país de la mencionada oficina, la cual comenzará a operar en seis meses. Asimismo, se establecerá un plan de trabajo, junto con las autoridades venezolanas, para ir ejecutando progresivamente una serie de medidas que beneficiarán a personas que estén en situación de violación de sus derechos humanos, agregó.

La víspera, organizaciones humanitarias dialogaron con Bachelet sobre los casos de quienes sostienen son presos políticos, 693 prisioneros que se han convertido en la bandera de los activistas y opositores que luchan por el respeto a los derechos humanos y acusan a Maduro de violarlos. Las autoridades sostienen que fueron apresados por delitos comunes y no por razones políticas.

“Fue profundamente doloroso el anhelo de los familiares por obtener justicia por graves violaciones de los derechos humanos (…) Sus historias son desgarradoras, todos demandan justicia”, dijo Bachelet tras su reunión con familiares de presuntas víctimas de violaciones a los derechos humanos.

Uno de los compromisos del Gobierno, informó Bachelet, es garantizar el acceso a los representantes del Alto Comisionado a las cárceles.

La expresidenta chilena hizo su visita antes de que presente su informe final sobre Venezuela en julio.

Tres meses atrás Bachelet manifestó en un informe oral su preocupación por la "magnitud" y "gravedad" de la repercusión de la crisis sobre los derechos humanos en Venezuela.

En esa oportunidad la alta comisionada afirmó que las autoridades “se han negado a reconocer las dimensiones y la gravedad” de la crisis en materia de salud, alimentación y servicios, por lo que las medidas que han adoptado “no han sido suficientes”.

Asimismo, se refirió a las denuncias de asesinatos extrajudiciales cometidos por integrantes de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la policía nacional, y los casos de violaciones a los derechos humanos ocurridos este año en las protestas antigubernamentales, cometidos por presuntos miembros de las fuerzas de seguridad y grupos pro oficialistas armados conocidos como “colectivos”.

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