El gobernador del estado de Texas, Greg Abbott, ha anunciado el envío de 1.000 efectivos de la Guardia Nacional a la frontera con México para controlar el flujo migratorio.
Según Abbott, la medida se ha debido a la “creciente crisis fronteriza”.
La decisión ha sido tomada luego de que varios reportes indicaran que un sitio de detención de inmigrantes en Texas había sido acusado de descuidar a menores de edad.
El último incidente fue reportado la semana pasada cuando un bebé prematuro murió en un centro de procesamiento de la Patrulla Fronteriza luego de haber estado bajo custodia de las autoridades por nueve días.
“Todo esto es necesario porque el Congreso se rehúsa a hacer su trabajo”, ha declarado Abbott.
De acuerdo con el anuncio, los miembros de la Guardia Nacional proveerán asistencia en cruces fronterizos y en las unidades de detención de inmigrantes localizadas en la región conocida como Rio Grande Valley así como en El Paso.
Dan Patrick, vicegobernador de Texas, ha indicado que la decisión va a aumentar el número total de miembros de la Guardia Nacional en la frontera a más de 2.000.
Las autoridades de Texas han afirmado que también hay 1.400 soldados en servicio activo en la zona fronteriza.
Abbott ha dicho que los efectivos estarán bajo sus órdenes, pero los costos del despliegue de seguridad, ha agregado, serán pagados por el gobierno federal.
El gobernador Abbott ha afirmado que el uso de la Guardia Nacional es necesario para controlar las 45,000 personas que han intentado cruzar la frontera de manera ilegal en las últimas tres semanas.
La Guardia Nacional también va a trabajar en cooperación con la Patrulla Fronteriza, ha afirmado Abbott.