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A los jóvenes les están creciendo cuernos en la cabeza. No es broma. La culpa es de los celulares

Tanto ver el teléfono celular está causando que a la gente joven, literal, le crezcan cuernos en la cabeza. Científicos explican este extraño e inquietante hallazgo. Mire cómo son

Durante todo el tiempo que pasa mirando su teléfono, su cuerpo podría estar haciendo algo muy extraño. Un grupo de investigadores ha descubierto que debido al uso de los teléfonos inteligentes las personas están desarrollando una extraña modificación: cuernos en la cabeza.

Leyó bien. Un estudio publicado el año pasado en la revista Scientific Reports notó la formación de estructuras óseas en la base del occipital, la parte anterior del cráneo, de 400 adultos de entre 18 y 86 años. Algo que es más frecuente entre los jóvenes.

Los científicos lo describieron como una “exostosis prominente emanando de una protuberancia occipital extrema” o, en español simple y llano: espolones en la parte de atrás de la cabeza.

Los espolones son pequeñas formaciones óseas que crecen pegadas al hueso, o sea, hueso creciendo sobre el hueso.

Quizá conozca a alguien que se queja de los espolones en sus talones, porque le duele mucho al caminar. Esto sucede porque el cartílago que une los huesos de las plantas de los pies se inflama con el movimiento repetitivo de caminar. El cuerpo trata de reparar el área dañada y genera hueso.

¿Qué tiene que ver esto con la parte de atrás de la cabeza?

Pues, cada vez que agacha la cabeza para mirar su teléfono está haciendo lo mismo: un movimiento repetitivo, que puede lastimar el cartílago, provocando que su cuerpo genere hueso.

Espolón de 27,8 milímetros en la parte de atrás de la cabeza en una persona de 28 años.

El estudio, llevado a cabo por el doctor David Shahar y Mark Sayers en la Universidad de Sunshine Coast en Australia, pasó desapercibido al momento de su publicación original. Pero un artículo de la cadena inglesa BBC de la semana pasada, sobre cómo afecta la vida moderna al esqueleto humano, sacó a la luz este fenómeno.

Los espolones óseos identificados en el estudio variaron en tamaño de 10 a 31 milímetros. Algunos eran tan grandes que podían sentirse como un bulto en la parte posterior de la cabeza, reportó la cadena NBC.

Los investigadores dijeron que el desarrollo de estos crecimientos puede atribuirse y explicarse mediante un extenso tiempo mirando la pantalla. La "flexión de la cabeza hacia adelante" sostenida, o doblar la cabeza hacia abajo, y una mala postura podrían ser las razones de estos cambios fisiológicos, según sus hipótesis.

Los hallazgos destacan lo poco que se sabe sobre el uso extensivo de estas tecnologías. "Si bien la 'revolución de las tabletas' está arraigada de manera total y efectiva en nuestras actividades diarias, debemos recordar que estos dispositivos tienen solo una década y que es posible que los trastornos sintomáticos relacionados recién estén surgiendo", escribieron los autores.

La mayoría de los espolones óseos no causan dolor y no requieren tratamiento, pero pueden convertirse en un problema si alcanzan cierto tamaño.

Y ese ya puede ser el caso. Un estudio de 2011 sobre el personal universitario y los estudiantes en Canadá encontró que el 68% de los participantes reportaron dolor de cuello.

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