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Las 10 claves de la entrevista exclusiva al presidente Trump

“Me encantan los inmigrantes”, dice el presidente, que quiere “que entre más gente”. Pero es “severo” porque, dice, los latinos así lo quieren. Y eso, añade, le favorece en las encuestas.

Éstas son las 10 claves de la entrevista de Noticias Telemundo al presidente, Donald Trump, la primera concedida a un medio de televisión en español desde su llegada a la Casa Blanca, y en la que trata temas como el voto latino, Cuba, Venezuela, la inmigración o las elecciones de 2020.

  1. 1. Al fin en español: “¡Eso es bueno!”

El periodista José Díaz-Balart comenzó recordando al presidente que ésta es su primera entrevista para un medio de televisión en español, y él coincidió: “Pienso que tienes razón, ahora que lo pienso”. “¡Finalmente!”, resaltó el entrevistador, y él respondió: “Eso es bueno”.

Trump llegó a la Casa Blanca hace dos años y medio. En Estados Unidos hay 41 millones de personas que hablan español (el 13% de la población), el segundo idioma en importancia tras el inglés.

  1. 2. La reelección y “las encuestas falsas”

El presidente lanzó el martes por la noche en Orlando (Florida) la campaña para su reelección en 2020, aunque nunca ha dejado de celebrar mítines políticos por todo el país. “No creo” que sea una lucha difícil, ha opinado, pese a que las encuestas no parecen favorecerle en este momento.

“Vemos muchas encuestas falsas”, ha replicado el presidente, “pienso que nos va muy bien en Florida, en Ohio, en Pennsylvania”. Resaltó el “entusiasmo” de sus seguidores en Orlando, y que en 2016 ganó en Pennsylvania, donde ningún otro republicano lo había hecho desde George Bush en 1988.

Las encuestas parecen contradecirle, sin embargo, incluidas las de la cadena conservadora Fox News, afín al presidente, y las de su propio equipo de campaña.

Sus empleados efectuaron un sondeo en marzo en 17 estados que mostró que iba por detrás del principal candidato demócrata, Joseph Biden, incluido en Pennsylvania (55%-39%), Wisconsin (51%-41%), o Florida (con una desventaja de siete puntos porcentuales).

Trump negó la existencia de esas encuestas y esos resultados, y según la cadena ABC despidió a los encuestadores. Su equipo de campaña alegó que, desde marzo, los datos han cambiado, aunque sin hacer públicos los nuevos resultados.

  1. 3. Su rival favorito en 2020

“Honestamente, nunca se sabe”, respondió el presidente a quién sería su rival demócrata favorito entre los más de 20 que por ahora se han postulado. “Puedo comentar sobre algunos, pero no me voy a molestar con eso”, añadió.

“Hablemos de…”, empezó a decir Díaz-Balart, y el presidente se lanzó sin esperar al final de la frase: “Bernie [Sanders] se ve cansado, se ve como loco, siempre lo ha estado pero es un loco cansado. Joe Biden se ve exhausto, no sé qué le pasó, pero se ve exhausto y no trabaja, no está trabajando”.

Biden y Sanders son los principales candidatos demócratas a tenor de las encuestas. Trump ya ha insistido previamente en el aspecto de la energía: “Me siento como un jovencito, soy tan joven, no puedo creerlo, soy un hombre joven y repleto de energía”, dijo en abril, poniendo en duda la vitalidad de Biden.
Trump tiene 73 años recién cumplidos. Biden tiene 76. Sanders, 79. Entre el resto de candidatos, Elizabeth Warren, por ejemplo, tiene 71; Kamala Harris, 56; Beto O’Rourke, 48; y Pete Buttigieg, 37.

Precisamente sobre el alcalde de South Bend (Indiana), aseguró: “¿Buttigieg? ¿En serio crees eso?”, en referencia a una encuesta que le coloca por delante del presidente en Florida. También se refirió a la posibilidad de que Warren le derrote en Texas, aunque no la nombró sino que usó el apodo de “Pocahontas” (en referencia a su herencia nativa-americana), asegurando que no respeta esas encuestas.

Los 20 candidatos que encabezan la carrera electoral se enfrentarán en un debate televisivo el 26 y 27 de junio. Lo emitirá Telemundo (junto a NBC News y MS-NBC), siendo la primera vez que algo así sucede en una cadena en español. Trump afirmó que “quizá” lo vea en este medio, aunque, hasta donde se sabe, no habla español.

  1. 4. “Tienes que trabajar duro”

En contraposición con la supuesta debilidad de sus rivales, Trump ha presumido “trabajar duro” y “hacerlo bien”, señalando que “ningún presidente ha hecho en los años y medio” lo que él ha hecho “en recortes de impuestos y de regulaciones, de la segunda enmienda [la que regula el derecho a portar armas de fuego], de muchísimas cosas”.

“Nunca ha habido nada parecido, y eso está bien”, ha indicado.

  1. 5. El voto latino, Cuba y Venezuela

El presidente ha admitido sin ambages que busca el apoyo de los latinos en 2020. “Sorprendentemente me fue bien la última vez, y creo que me irá mejor esta vez”, ha explicado. En las elecciones de 2018 hubo 29 millones de latinos con derecho a voto, que se inclinaron mayoritariamente por el Partido Demócrata (69%). En 2016, el 66% prefirió a la demócrata Hillary Clinton frente a Trump.

Sin embargo, los ciudadanos de origen cubano en Florida apoyaron mayoritariamente al presidente (54%). Ése es precisamente el motivo por el que Trump dice ser optimista de cara a 2020: “He sido muy severo con Cuba, nadie ha sido como yo en Cuba, vamos a resolver el problema de Cuba como se debe, no como lo hizo [Barack] Obama, que fue un desastre que yo revoqué”.

“Me encanta la gente cubana de Miami y otros lugares”, añadió.

Obama reforzó los lazos diplomáticos con el régimen cubano, e incluso visitó La Habana. Suavizó las restricciones financieras y las limitaciones a los estadounidenses para viajar a la isla. Ese giro ha sido efectivamente revertido por Trump (su última medida fue prohibir los cruceros a Cuba), pero el presidente ha mantenido la principal medida migratoria de Obama: acabar con la política de pies secos, pies mojados. De hecho, cada vez son más los cubanos deportados.

Respecto a Venezuela, Trump ha reconocido al líder opositor Juan Guaidó como presidente legítimo en lugar de Nicolás Maduro, cuya elección estuvo sembrada por denuncias de corrupción. “En febrero dijo que la democracia se veía venir pero nada ha cambiado”, inquirió Díaz Balart, a lo que el presidente respondió: “Bueno, es un proceso”.

“Lo de Venezuela es terrible, la gente se está muriendo de hambre, fue uno de los países más ricos y ahora su gente se está muriendo de hambre, no tienen agua, no tienen nada”, ha afirmado el presidente. “Hemos sido muy severos con ellos”, añadió en referencia al régimen de Maduro, “alguna gente piensa que hemos sido demasiado severos, pero yo digo que no hemos sido lo suficientemente severos”.

“La gente de Venezuela son gente muy buena pero han sido diezmados por dos individuos”, concluyó, en referencia a Maduro y a su predecesor, Hugo Chávez, a los que calificó de “terribles”.

  1. 6. “Los hispanos quieren que sea severo” en la frontera

“¿Tiene algo en contra de los inmigrantes?”, le ha preguntado Díaz-Balart. “Me encantan”, replicó el presidente, “nuestro país lo hicieron los inmigrantes, y sin eso…”.  “Es más, yo quiero que la gente entré a este país”, recalcó, recordando las bajas cifras de desempleo, también entre los hispanos.

“He sido muy bueno con los inmigrantes”, defendió además el presidente, distinguiendo entre los “ilegales” (a los que ha perseguido, aunque con menor éxito que Obama) y el resto (que, pese a tener visado, se han visto perjudicados también por sus políticas restrictivas).

“El Congreso no ha hecho nada para arreglar nuestras leyes de inmigración, son malísimas”, ha afirmado Trump, denunciando que “todos los que saben algo de leyes de asilo se burlan”. El presidente intentó reformar la legislación, pero no logró el respaldo ni siquiera del Partido Republicano en el Senado.

“He sido severo” con los inmigrantes, dijo, y recalcó que eso le permitido según él subir 17 puntos en las encuestas entre los latinos. Trump asegura que el 70% de este electorado le apoya, aunque realmente es sólo el 30%.

Cuando Díaz-Balart le replicó, “con respeto”, que no hay ninguna encuesta que respalde sus datos, Trump prometió enseñársela. Posteriormente, la Casa Blanca envió a Noticias Telemundo un sondeo de enero de la radiotelevisión pública que indica que el 50% de los latinos aprueban la gestión del presidente.

“Los hispanos quieren que sea severo con la política de la frontera”, ha dicho, “no quieren que venga alguien a quitarles el trabajo, no quieren que vengan criminales, ellos entienden la situación en la frontera mejor que nadie”.

Los latinos, en su opinión, quieren que deporte a millones de personas, como ha prometido hacer. “Señor presidente, eso no es lo que quieren”, le replicó Díaz-Balart, a lo que el presidente respondió: “Sí lo es. ¿Está listo? No quieren perder sus trabajos, quieren mantener sus salarios altos, y no quieren criminalidad”.

Trump se refirió a pandilleros de la MS-13 que llegan a través de la frontera, que en su opinión “son muchos”; confrontado con el hecho de que en realidad son pocos, replicó: “Si es uno de cada 100 ya es mucho”.

“Queremos una política fuerte en la frontera”, insistió, y por ello, en su opinión, la política de tolerancia cero, que hace un año separó a miles de niños de sus padres “no es un error”. Trump atribuyó a Obama esta política, asegurando que él fue quien reunió a las familias, aunque en realidad la medida fue ordenada por su Gobierno en abril de 2018 y revertida por el presidente en junio debido al rechazo social y días antes de que una juez federal ordenara su paralización inmediata.

Trump se arrogó el haber reunido a las familias separadas en la frontera, afirmando falsamente que él heredó esa situación y recalcando que, al ordenar su finalización, indicó que llegarían más inmigrantes (sin entrar en las causas, es cierto que el número se ha disparado en los últimos meses).

“Yo odié tener una política de separación” de familia, concluyó.

“Obama fue quien construyó esas celdas de prisión”, añadió, lo cuál es cierto porque los centros de detención para inmigrantes ya eran utilizados antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca, aunque él ha continuado con su uso y ha endurecido las condiciones, por ejemplo, para las mujeres embarazadas.

  1. 7. Soñadores y TPS

El presidente acabó en septiembre de 2016 con el programa DACA, que protege de la deportación a 700.000 jóvenes llegados ilegalmente al país cuando eran niños de la mano de sus padres, pero la legalidad de esa medida debe ser enjuiciada aún por la Corte Suprema.

Lo hizo, ha explicado, “porque todo el mundo me dijo que Obama nunca debió hacerlo” (el ex presidente aprobó DACA mediante una orden ejecutiva ante el bloqueo del Congreso, en manos republicanas). “Yo estoy dispuesto a hacer algo por los dreamers”, ha añadido, culpando a los demócratas de no haber llegado a un acuerdo al respecto.

En realidad, los demócratas impulsaron una solución limpia para los soñadores, pero los republicanos votaron en contra en el Senado, y Trump quiso convertirla en una reforma migratoria a gran escala que, pese a beneficiar a estos jóvenes, habría perjudicado a millones de inmigrantes.

Trump también ha acabado con el estatus de protección temporal (TPS) que protege de la deportación a 257.000 salvadoreños, 2.500 nicaragüenses, y 86.000 hondureños, aunque, en los dos primeros casos, la justicia ha paralizado también su decisión.

“Se les venció el tiempo”, ha explicado, “y alguien tiene que tomar una decisión”. “Yo no he tomado esa decisión”, añadió, aunque sí lo ha hecho, “se supone que se vayan…”

  1. 8. México “esta semana” es un país amigo

¿Aliado o adversario, amigo o enemigo? “Esta semana”, ha dicho el presidente, México es un país amigo que “ha hecho un gran trabajo”, en referencia al acuerdo migratorio firmado el pasado viernes después de que amenazara con aranceles.

Pero “tengo que ver cómo van”, añadió, insistiendo en que, por ahora, “se están portando muy bien y han honrado el acuerdo”, pero si eso cambia “les impondría aranceles” (una idea rechazada incluso por los republicanos por las consecuencias negativas que podría tener para la economía).

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, le “cae bien”, y en su opinión este reciente duelo político no lo ganó Estados Unidos sólo, “México ganó también” porque “no necesita que millones de personas atraviesen el país”.

En su opinión, López Obrador no está “haciendo el trabajo sucio de Estados Unidos”, frenando a los inmigrantes antes de que lleguen a su frontera, puesto que éstos (dando por hecho que todos provienen de otros países y no de México, lo cuál es sólo parcialmente correcto) “tampoco se supone que deben estar en México”.

“Los están devolviendo a Honduras, Guatemala, El Salvador y otros lugares”, concluyó, “hasta el momento están haciendo un gran trabajo”.

  1. 9. Trama rusa y juicio político

Trump ha criticado “la tontería del informe de Mueller”, en referencia a la investigación de casi dos años realizada por el Departamento de Justicia sobre sus lazos con el Gobierno ruso y su supuesta obstrucción de la justicia para ocultarlos.

El resultado de las pesquisas encabezadas por el ex director del FBI Robert Mueller fue que los lazos no han sido probados pero sí hay evidencias de obstrucción a la justicia, aunque el fiscal general, William Barr, nombrado por Trump, decidió no procesarle.

“Gané esa batalla”, ha dicho el presidente, “pero ahora quieren una segunda oportunidad, quieren hacerlo otra vez, no salió como esperaban y ahora quieren hacerlo otra vez”. Trump puede estar refiriéndose al Partido Demócrata, que baraja la idea de iniciar un proceso de juicio político (impeachment) en la Cámara de Representantes, bajo su control desde enero.

  1. 10. Dos grandes errores y una palabra que define su presidencia.

Preguntado sobre sus dos grandes errores como presidente, Trump explicó: “Si no hubiera nombrado a ciertas personas en mi gabinete mi vida hubiese sido mucho más sencilla”. No aclaró a quién se refería. Por lo demás, dice no arrepentirse de nada, porque ha hecho “más que cualquier otro presidente en la historia de nuestro país en los dos primeros años y medio” en la Casa Blanca.

En su opinión, su presidencia se resume “en una linda y bella palabra”: Excelencia. Y concluye con la mejor prueba: “Duermo bien, duermo muy bien”.