La compañía Ford llamó a revisión a más de 1.3 millones de vehículos tras descubrir problemas de software en la suspensión trasera que podrían reducir el control de la dirección.
Entre los vehículos afectados se encuentran más de 1.2 millones de los SUV Explorer del 2011 al 2017 y cerca de 123.000 camionetas F-150 del 2013.
De acuerdo a la empresa, en los SUV Explorer un eslabón de la suspensión trasera podría romperse si la pieza, encargada de mantener las ruedas en contacto con el suelo, recibe mucho movimiento. El resultado podría ser la limitación del control de la dirección, lo que podría provocar un accidente.
Los concesionarios reemplazarán los enlaces de los dedos izquierdo y derecho, que mantienen el peso de los neumáticos.
En tanto, las camionetas Ford 150 serán inspeccionadas por segunda vez para evitar que las transmisiones cambien involuntariamente a la primera velocidad. Este llamado también aplica para los vehículos con motores de gasolina de cinco litros y 6,2 litros puesto que una actualización anterior del software no funcionó.
El retiro del mercado de los automóviles le podría costar a Ford cerca de 180 millones de dólares, reportó la compañía en un comunicado.
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