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Trump sentaría precedente al invocar ley de 1977 para imponer aranceles a México

El presidente estaría planeando declarar una segunda “emergencia nacional” debido a la crisis en la frontera sur echando mano de una ley de 1977 que jamás se ha usado para imponer aranceles a un país, sentando un arriesgado precedente para la economía, según expertos

WASHINGTON— El presidente Donald Trump estaría planeando declarar una segunda “emergencia nacional” debido a la crisis en la frontera sur echando mano de una ley de 1977 que jamás se ha usado para imponer aranceles a un país, sentando un arriesgado precedente para la economía, según expertos. 

Trump exige que México haga más para frenar la “Invasión” de migrantes centroamericanos en la frontera sur de EEUU, y ya en febrero pasado declaró la primera “emergencia nacional” para atajar el incesante flujo de cruces ilegales. 

Para imponer los aranceles, tendría que emitir una segunda emergencia nacional mediante una orden ejecutiva invocando una ley de 1977 que nunca antes se utilizó como instrumento de guerra comercial.

Se desconoce si Trump lo hará hoy mismo, cuando regrese de su gira por el Reino Unido y Francia.

Trump anunció el pasado 30 de mayo la imposición paulatina de aranceles del 5% a todos los productos mexicanos a partir del lunes próximo, hasta un máximo del 25% en octubre próximo, para obligarlo a que haga más contra la inmigración ilegal.

Para ello, Trump está echando mano del “Acta de Poderes Económicos por Emergencia Internacional” de 1997 (IEEPA, por su sigla en inglés), una ley que permite sanciones contra adversarios de EEUU pero que jamás se ha utilizado para imponer aranceles a un país específico -mucho menos a un país amigo y aliado- o como herramienta para la vigilancia fronteriza.

Es que la estrategia de Trump en el minado campo de inmigración se mueve a dos bandas: por un lado, pretende responder a la “crisis” en la frontera sur y, por otro, también le sirve como arma electoral frente a su base para los comicios de 2020.

En esta ocasión, la Casa Blanca ha optado por combinar el tema de la crisis en la frontera con el intercambio comercial con México, pese a que el empresariado estadounidense ha advertido de que los aranceles son un impuesto que encarecerá los productos y golpeará el bolsillo de las empresas y consumidores.

En ese sentido, el analista político de la Universidad de Georgetown, Erick Langer, explicó hoy a Noticias Telemundo que las acciones de Trump no sólo ponen en riesgo la economía estadounidense sino que tendrían repercusiones globales porque “ya nadie confiaría en EEUU como socio comercial”.

““Esto no es un problema diplomático, es un problema político y económico dentro de EEUU. Y el problema de fondo es que nadie va a querer hacer tratos comerciales con EEUU. Si Trump toma esta medida contra México, un aliado y socio comercial de EEUU, para tratar de solucionar otro problema, entonces ningún tratado que firme la Administración Trump tendrá valor”, advirtió Langer.

“Va a ser un problema enorme para el resto del mundo, porque nadie le va a creer a Trump… si le pasa a México, le puede pasar a Canadá, a Europa, por cualquier problema de otra índole, y el sistema comercial mundial sufrirá las consecuencias”, agregó.

Lo que dice la ley

La "IEEPA", lo explica el texto, fue adoptada con fines de defensa nacional para responder a cualquier “amenaza inusual y extraordinaria” contra Estados Unidos, y el gobierno tendría que declarar una emergencia nacional para recurrir a los poderes y autoridades otorgados por la ley.

La ley especifica que el Ejecutivo puede declarar una emergencia nacional si surge una amenaza a su seguridad nacional, economía o política exterior.

Eso le da poderes para “investigar, regular o prohibir  (i) cualquier transacción en moneda extranjera, (ii) transferencias de crédito o pagos entre, por, a través de, o a cualquier institución bancaria… (iii) la importación o exportación de moneda o valores, por cualquier persona, o con respecto a cualquier propiedad, sujeto a la jurisdicción de los Estados Unidos”.

Como norma, Estados Unidos ha usado la IEEPA para imponer sanciones a enemigos o individuos; congelar sus bienes y prohibir comercio con ellos, y para castigar actividades como el terrorismo, narcotráfico, contrabando de armas de destrucción masiva, o abusos a los derechos humanos.

Aranceles sin par

La ley en ningún momento menciona la imposición de aranceles y, de hecho, el “Congressional Research Service” (CRS),  confirmó en un análisis el miércoles pasado que ningún presidente la ha usado para imponerlos a un país específico.

Según el “CRS”, en agosto de 1971, el entonces presidente Richard Nixon sí utilizó un estatuto “precursor” de la IEEPA, conocido como el “Acta contra el Comercio con Enemigos” de 1917 (“Trading with the Enemy Act”, TWEA), para imponer un arancel del 10% a todas las importaciones de todo el mundo para responder a la crisis monetaria que afrontaba EEUU en ese momento.

En un discurso televisivo, Nixon explicó que el “impuesto a las importaciones” era una medida temporal y no estaba dirigida “a ningún otro país”, sino que tenía el objetivo de proteger a los productos estadounidenses de desventajas comerciales debido a “tasas de cambio injustas”.

“Cuando el trato injusto acabe, el impuesto a las importaciones terminará también”, dijo Nixon.

El mandatario republicano eliminó el arancel del 10% el 20 de diciembre de 1971 al suscribir el llamado "Acuerdo Smithsonian", un pacto monetario con el que Japón y Alemania Occidental aceptaron reevaluar sus monedas.

En el caso contra México, sin embargo, Trump amenaza con imponer un arancel del 25% de forma permanente a partir de octubre próximo.

El engranaje del Congreso

Pero el sistema político de EEUU tiene mecanismos de “contrapesos” precisamente para frenar los excesos de los tres poderes del gobierno -Ejecutivo, Legislativo, y Judicial-, por lo que está por verse si Trump puede actuar de forma unilateral para castigar a México por su supuesta insuficiencia en el campo migratorio.

Simon Lester, analista del Instituto Cato, ha dicho que la IEEPA da amplia autoridad al Ejecutivo y podría ser difícil impugnar los aranceles en los tribunales, pero el Congreso sí que podría tratar de frenarlos.

"EEUU podría más influyente si abandonara intentos coercitivos para influir a la gente, y simplemente sentar un buen ejemplo", dijo Lester, cuyo centro de análisis favorece la liberalización comercial. 

 Si Trump declara una “emergencia nacional” invocando la IEEPA para sacar los aranceles, el único remedio es que el Congreso frene esa emergencia y desactive los poderes de Trump mediante una resolución conjunta de rechazo en el marco del “Acta de Emergencias Nacionales” de 1976, según el CRS.  

Varios senadores republicanos han dejado en claro que desafiarán a Trump e impulsarán semejante resolución.

Chuck Grassley, un senador republicano por Iowa -cuya industria agrícola estaría afectada por los aranceles- ha dicho que Trump está haciendo un “uso indebido de las autoridad arancelaria presidencial, contraria a las intenciones del Congreso” cuando aprobó la ley de 1977.

En la Cámara de Representantes, el legislador demócrata por Massachusetts y presidente del Comité de Medios y Arbitrios, Richard Neal, dijo ayer que tendrá lista su resolución si Trump se empecina con los aranceles.

 Para superar un posible veto presidencial, el Congreso necesitaría el voto de dos tercios de sus miembros, y por ahora no los tiene amarrados. En la Cámara de Representantes se requerirían 290 de sus 435 escaños, con el apoyo de al menos 53 republicanos, y en el Senado, 67 de sus 100 escaños.

A menos que surja un acuerdo de último minuto para evitar los aranceles, todo indica que el Congreso y las presiones del empresariado serían la “tabla de salvación” para México.

“Este no es un problema diplomático, es un problema político relacionado con la voluntad del Congreso de decir ´no´ a Trump. Lo que México tiene que hacer es continuar el diálogo con los industriales, los manufactureros, los exportadores de EEUU, decirles que sufrirán por un problema ajeno de la inmigración, y hacer lobby en el Senado para que no entren en vigor los aranceles”, aconsejó Langer.

“México tiene que seguir insistiendo en el mensaje de que los aranceles dañarían a la economía estadounidense, tiene que hacer lobby”, puntualizó.